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La ilusión es ese sentimiento de esperanza que genera en nuestros adentros la enorme sensación de vivir aquello que se desea. El hombre...


La ilusión es ese sentimiento de esperanza que genera en nuestros adentros la enorme sensación de vivir aquello que se desea. El hombre desde su infancia vive momentos ilusionantes con los que soñó, sueña y seguirá soñando, pues es la ilusión ese motor que nos ayuda a vivir cada día con una sonrisa.

Los previos de una boda para la novia en el día mas importante de su vida, el partido esperado cuando se ha llegado a la final de una competición, los previos de la paternidad, esa visita del ser querido que tienes lejos, entre otras situaciones, son ejemplos de ilusión en la vida cotidiana de cualquier ser.

Pero el mejor ejemplo de ilusión, queda reflejado en el rostro de los niños en estos días que han pasado, pues con ilusión esperaban la llegada de los Reyes Magos de Oriente, soñando que entraran en sus casas para dejarles aquellos regalos que en el principio del periodo de Navidad quedaron manuscritos en esa carta que todos alguna vez hemos escrito, y que en nuestro interior de alguna manera u otra seguimos escribiendo.

La ilusión comienza ahora en lo cofrade, contando los días restantes para que llegue lo que tanto ansiamos, la ilusión nos hará niños sonrientes a la espera de lo que esta por llegar, que no es otra cosa que el sentimiento de una nueva Semana Santa.

Recordando Semanas Santas pasadas, veo en mi memoria la primera vez que vestí el habito nazareno, no tenía ni un año.

Todo lo recuerdo con ilusión, porque la ilusión no acaba.  ¿No ilusiona ver el majestuoso paso de Ntro. Padre Jesús de la Redención salir entre una abarrotada plaza de Santiago?

La ilusión no entiende de edades, la ilusión entiende de sentimiento, el sentimiento de vivir lo soñado, y lo soñado esta cerca.

Sueñen, pues cada vez falta menos. Os dejo soñando con una nueva Semana Santa, una Semana Santa que un año mas nos regalara momentos inolvidables, momentos llenos de ilusión, pues la ilusión no acaba.

SMCE

De unos años acá, las hermandades, cuando presentan algún estreno, no solo se limitan a explicar y contar las virtudes del trabajo, calida...

De unos años acá, las hermandades, cuando presentan algún estreno, no solo se limitan a explicar y contar las virtudes del trabajo, calidades de los materiales empleados, el diseño de la pieza y todos aquellos aspectos que realzan el estreno; también se añade un matiz de suma importancia y nada baladí en estos tiempos: gracias a ese encargo se mantiene una actividad profesional, incluso industrial, que genera riqueza y empleo. 

Decenas de talleres, grandes y pequeños, viven de lo que el mundo cofrade demanda en artes como la talla, el dorado, bordado, orfebrería, restauración y la cera, por nombrar los oficios más comunes que tienen como principales clientes a las hermandades.

Además de proporcionar trabajo, el consumidor cofrade hace posible que gracias a la pervivencia de estos oficios se conserven unas técnicas cuyos orígenes se remontan a siglos atrás. Todos estos beneficios ponen de manifiesto que detrás de un estreno en una cofradía no solo reluce el orgullo y posiblemente algo de vanidad; detrás hay profesionales que comen de esto.

Gracias a la riqueza social de la tradición cofrade en Andalucía -mayoritariamente -, existe un sector artesanal que crece, que da empleo y que da para vivir. Seguramente, su influencia en el PIB será minúsculo, pero ahí está.

Las tiendas cofrades cada día que se aproxima la Semana Santa tienen más trabajo y la demanda de artículos para los hermanos de las cofrad...

Las tiendas cofrades cada día que se aproxima la Semana Santa tienen más trabajo y la demanda de artículos para los hermanos de las cofradías es variada, acentuándose principalmente la confección de los clásicos capiruchos. La forma de llamar la atención también es variada desde el agradable olor a incienso que desprenden alguna hasta colocar un maniquí vestido con la clásica ropa de nazareno en el escaparate llamando sobre todo la atención de los turistas que por allí pasan.

Cada año principalmente en la zona del centro, los escaparates de tiendas y comercios se adornan con motivos que recuerdan que se aproximan los días de la Semana Santa. Estos exornos, como éste  de una óptica en Marchena (Sevilla) van creando un ambiente que disfrutan todas las personas que viven de manera intensa la cuaresma.

Domingo de Ramos en Sevilla. El último tramo de la Paz a su paso por el Parque de María Luisa no lo forman nazarenos. Tampoco...


Domingo de Ramos en Sevilla.
El último tramo de la Paz a su paso por el Parque de María Luisa no lo forman
nazarenos. Tampoco penitentes. Ni siquiera la inevitable cohorte de cangrejeros.
El último tramo de la Paz está formado por vendedores de globos que aprovechan
los primeros compases del Domingo de Ramos para que los mas pequeños
disfruten con la versión de helio de Dora la Exploradora o de Bob Esponja mientras
sus padres hacen lo propio con las marchas de la Banda de Santa Ana.

Las puertas y ventanas se abren, poco a poco, sin prisas. Ya se acerca el tiempo. Las tardes se alargan tímidas, al encuentro del equilibr...

Las puertas y ventanas se abren, poco a poco, sin prisas. Ya se acerca el tiempo. Las tardes se alargan tímidas, al encuentro del equilibrio entre la noche y el día. Estamos en la recién estrenada primavera  y de sus fiestas. 

Preparativos de todo un año. Saberes acumulados de mucho tiempo. Mucho trabajo guardado y medio secreto está por mostrarse. Gentes y oficios que se apresuran a limpiar y preparar enseres y arreos. Hay muchas cosas que resolver y falta poco tiempo.

La Ciudad, como la gran casa de todos, se arregla y prepara para las fiestas.

Familias y negocios se preparan para las próximas semanas. Y la ciudad, como gran casa de todos, nuestra y de visitantes, se arregla y prepara para las fiestas. Desde las habitaciones y lugares más pequeños, hasta los salones de recibir. Desde las viviendas más modestas a las más suntuosas. Habitaciones de huéspedes, para invitar y para alquilar. Hay que barrer bien los balcones y azoteas. ¿Y las colgaduras? Están muy estropeadas. Pero la palma la ponemos este año. Bien, tú te ocupas. Trajes y vestidos. Túnicas. Decisiones que tomar. ¿Arreglar o nuevo? Mitad y mitad, como siempre. Algo habrá que estrenar. Desde luego. Y habrá que preparar algo extra de comer para nosotros y para poder invitar. Dulces y potajes de cuaresma. Quesos y embutidos. ¿Cómo quieres este año el bacalao, por lomos o completo? Mejor completo y ya iremos aprovechando todo para hacer con tomate y en guisos .. Las friturillas, por favor, no las dejes de hacer, que sabes que es lo que más me gusta. En casa se come mejor que en la calle. Sí, pero en ciertos momentos.

La fiesta está en la calle y hay que disfrutar de todo lo que se nos ofrece.





Las primaveras no perdonan Las primaveras no perdonan, irremediablemente van pasando las hojas de un libro polvoriento que viene escrib...


Las primaveras no perdonan
Las primaveras no perdonan, irremediablemente van pasando las hojas de un libro polvoriento que viene escribiéndose con la tinta de nuestras vivencias desde tiempos inmemoriales, capítulo tras capítulo; generación tras generación, sin prisa pero sin pausa. Ese libro es una crónica pormenorizada de todas nuestras hazañas, en él se narran los sueños que escaparon de nuestro recuerdo, aquellas historias de amor que creímos haber guardado celosamente, y por supuesto también todas y cada una de nuestras correrías de la niñez, aquellas con las que aprendimos a conocer las verdaderas entrañas de nuestra Semana Santa.

Las primaveras no perdonan, las flores nos despiertan con su aroma del oscuro letargo al que el invierno nos tiene sometidos. Son fechas de preparativos, de guiños al pasado volviendo a retomar unas costumbres que no entienden ni de tiempos ni de épocas, pues he ahí la magia de las vísperas: la de demostrarnos que nuestras costumbres más enraizadas no cambian a pesar de que vemos cambiar todo lo que las rodea. Por más que cambien los tiempos, la cuaresma volverá a durar cuarenta días; cuarenta días que pasarán, como pasa el viento entre los naranjos componiendo esa sinfonía de espera que nos acompañará durante el mes de marzo. Serán tiempos de cartas, boletines, de recibos, de ensayos y de rituales propios de cada casa que nos harán sentir más partícipes que nunca de la Semana de Pasión.

La semana que se teje con las ilusiones de un pueblo que espera su llegada.


Hace tiempo que lo digo, pero cada día estoy más convencido. Las hermandades se asemejan mucho en su funcionamiento a los partidos polític...

Hace tiempo que lo digo, pero cada día estoy más convencido. Las hermandades se asemejan mucho en su funcionamiento a los partidos políticos, ya sea en su proceder o en su forma de actuar. Lo estamos viendo a diario, cuando organizan actos públicos o cabildos generales.

Dice el diccionario que la política “es una rama de la moral que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por hombres libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva… que promueve la participación ciudadana, ya que posee la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para promover el bien común”.

Hace poco, oí a un líder político muy influyente decir que “la política debía basarse en la paciencia, prudencia y responsabilidad”. Pues en las cofradías, también debe ser así. Sinceramente, no me preocupa que las hermandades se parezcan a los partidos políticos, pero sí que sus principios puedan basarse en el uso de las malas artes, en el espectáculo gratuito, en la puñalada trapera, en el fariseísmo más puro y en la falta de transparencia y democracia.

Los responsables de nuestras hermandades y los políticos deben coincidir en que su fin último debe ser servir a los demás, siempre buscando el bien común vestido con el traje de la ética más pura y de los principios más nobles.

A los cofrades nos gusta ver salir las cofradías. No necesariamente porque se vean mejor, sino quizá porque asistir al nacimiento de un fe...

A los cofrades nos gusta ver salir las cofradías. No necesariamente porque se vean mejor, sino quizá porque asistir al nacimiento de un fenómeno reporta una emoción diferente, de otra intensidad y hondura, ante el que el espectador se siente, además participe. 
Como en esta salida de nazarenos con túnica azul marino de la Hermandad del Perdón de Jerez el pasado Domingo de Ramos. Foto SMCE

Seguro que alguna vez le ha pasado. Se ha puesto de nuevo esa chaqueta –la del traje multiusos de las ocasiones especiales– y ha notado un...

Seguro que alguna vez le ha pasado. Se ha puesto de nuevo esa chaqueta –la del traje multiusos de las ocasiones especiales– y ha notado un objeto en el bolsillo interior. Ha metido la mano y se ha topado con una estampa del Cristo o Virgen, una fotografía de recuerdo de la última Estación de Penitencia, un recuerdo de lo vivido la Semana Santa pasada, todavía se puede oler el incienso en ella. Qué recuerdos le han venido de pronto. Este año no va a poder asistir, pero al ponerse la chaqueta se ha acordado de aquel maravilloso día. Las estampas que se guardan son altares que, como los azulejos de las iglesias, nos sorprenden en el callejero de nuestras vidas. Hay quien se ha encontrado con una de esas estampas en plena Nochevieja y quien las halla justo un año después. Están ahí, esperando una oración.


Semana Santa Sevilla 2017. Foto: SMCE

Sevilla, meca cofrade, cuna de la inspiración. La Semana Santa de Sevilla es un imán que atrae a turistas y devotos desde todos ...



Sevilla, meca cofrade, cuna de la inspiración.

La Semana Santa de Sevilla es un imán que atrae a turistas y devotos desde todos los puntos de la geografía española, pero resulta especialmente llamativo encontrar viendo pasos a reconocidos cofrades de otras provincias, pregoneros, bordadores e imagineros de toda Andalucía se dan cita esos días en Sevilla.

Sevilla ha sido, por razones históricas, fuente de inspiración cofrade. El barroco implantó una seria de tradiciones y costumbres que aún laten en el corazón de la Andalucía más auténtica. Las Torrijas, el olor a incienso, y los actos culturales y cuaresmales en las semanas previas a la Semana Santa originan un éxodo progresivo desde los diferentes puntos del mapa autonómico. Y en los días más intensos del calendario litúrgico, imagineros de reconocido prestigio, hermanos mayores, orfebres, capataces, costaleros invaden la vía sacra hispalense para cumplir con el ritual cual peregrinación hacia la Campana,

Estos días de cobros de la pechería han venido como agua de mayo a la maltrecha economía de algunas de nuestras hermandades que, lógicame...


Estos días de cobros de la pechería han venido como agua de mayo a la maltrecha economía de algunas de nuestras hermandades que, lógicamente, no iban a escaparse de la maldita crisis que nos azota y que está dejando en nuestras corporaciones una huella hasta ahora poco común y cada vez más habitual: los impagados, esos hermanos que por distintas razones no abonan sus cuotas como todo buen hijo de vecino. No me estoy inventando nada, pero en Daimiel todos sabemos que se es de varias cofradias y en muchas ocasiones "la abuela" que vive en el pueblo, es la que paga todos los recibos de los nietos e hijos, causa esta que en muchas ocasiones origina la baja de la nómina de hermanos, de daimileños que ya no se visten de nazareno o que ya no residen en nuestra localidad.

Asumida esa realidad, ahora es labor de las hermandades comprobar qué está pasando con esas personas que no satisfacen sus pagos, tarea para la que es imprescindible la figura de el Muñidor de la Hermandad, en contraposición de en los últimos años las siempre frías domiciliaciones bancarias.

El cobrador de la hermandad, esa persona que pone cara y alma a nombres y apellidos y que te permite conocer la realidad que se vive en cada casa, en cada hogarEl cobrador debe volver a la vida cotidiana de nuestras hermandades porque es él quien nos va a permitir diferenciar entre el que no paga porque verdaderamente no puede pagar y el que no lo hace simple y llanamente porque no le da la gana.

En el primero de los casos, el cobrador, además, puede ser la puerta a través de la cual la hermandad entre en la realidad de esa familia realmente necesitada de ayuda.

En el otro caso, el cobrador será quien nos permita constatar que a esa persona ha dejado de interesarle la pertenencia a la hermandad, o que es de varias hermandades y con el paso del tiempo va depurando su pertenencia a varias Cofradías para sólo quedarse con la que más relación tiene.

También habrá casos en los que sólo se mueve o se mantiene en ella por intereses puramente capiroteros o vete tú a saber por qué.

SMCE




La vida se nos va como un palio que se aleja, y así casi sin darnos cuenta ya casi nos hemos comido Febrero , y pronto llegará la Semana S...

La vida se nos va como un palio que se aleja, y así casi sin darnos cuenta ya casi nos hemos comido Febrero , y pronto llegará la Semana Santa  y volverá a pasar.
Por eso en el corazón de cada Cofrade se la vive todo el año y se la espera un año entero. Es el sentir cofrade un cúmulo de paradojas. 


Las hermandades están dando pequeños saltos para aplicar los medios y tecnologías más vanguardistas a su gestión diaria, como usar program...

Las hermandades están dando pequeños saltos para aplicar los medios y tecnologías más vanguardistas a su gestión diaria, como usar programas informáticos para llevar las cuentas, los datos de los hermanos o comunicarse con éstos, realizar TAC o radiografías a las imágenes Titulares, emplear las redes sociales…  sistemas de geolocalización (GPS) con el que se pretende conocer dónde se encuentra una cofradía en cada momento, etc. 

Todo esto no quiere decir que haya que perder algunas costumbres y modos que son seña de identidad de cada una de las corporaciones, las que en sí son pura obra de arte y aportan belleza a través de determinados ritos como, por ejemplo, fundir la cera y volcarla con un jarrillo o elevar un Crucificado con cuerdas y garrucha para subirlo al paso.

Pero todavía quedan muchas cosas por mejorar y que urgen implantar, como el voto por correo -inexistente en muchas hermandades- o algo tan simple como poder sacar una papeleta de sitio desde otra ciudad a través de medios telemáticos y usar el certificado digital para cambiar tus datos personales o cuenta bancaria… Ejemplos tenemos a nuestro alrededor. Fijémonos en ellos y apliquémoslos a nuestra hermandades. No todo es malo.
Detalle Cristo de la Viga, Jerez

Las tradiciones en su pura esencia, y todo lo que arrastran tras de sí, merecen una atención y un cuidado especial. Las tradiciones so...

Las tradiciones en su pura esencia, y todo lo que arrastran tras de sí, merecen
una atención y un cuidado especial. Las tradiciones son el corazón de
las sociedades por muy modernas que sean. Y en Daimiel esa tradición
se ocupa en gran medida por la Semana Santa que, en nuestra ciudad, se vive con especial intensidad.

Todo esto, parece que invita a que nuestro pasado, todo aquello que hemos acumulado en cada uno de nosotros y que nos dibuja tal y como somos, tenga que ser cuidado con mimo. Las tradiciones son parte fundamental de nuestra cultura, de nuestro tejido social más ancestral.
Una Samana Santa de los a+¦os 40-2

Foto: Jesús Vicente Córodoba Astilleros
Jesús Nazareno portado por hermanos "moraos" en unas pequeñas andas, una estampa que poco tiene que ver con la actual en su fisionomía.

Corto promocional sobre la Semana Santa de Utrera. Producido por el Ayuntamiento de Utrera y estrenado en el Teatro Municipal Enrique de ...

Corto promocional sobre la Semana Santa de Utrera. Producido por el Ayuntamiento de Utrera y estrenado en el Teatro Municipal Enrique de la Cuadra el 10 de febero de 2019. 

Nuestra esencia vive en los recuerdos, en pequeños fragmentos de imágenes que se graban en la retina. Os presentamos el festival de los sentidos. Utrera en Semana Santa 

Cuántas veces no nos ha ocurrido que, al despedir a algún cofrade "mítico" que se nos ha ido, decimos que con él se va toda un...


Cuántas veces no nos ha ocurrido que, al despedir a algún cofrade "mítico" que se nos ha ido, decimos que con él se va toda una época. Cualquiera de nosotros ha podido tener alguna vez esa impresión. O que por diversas circunstancias dejas de hacer lo que hacías y de pertenecer a algo por que no te ves reflejado con lo que se esta haciendo a tu alrededor. Esto lo llamo FIN DE CICLO.  Los seres humanos pertenecemos a un tiempo y a un espacio dentro del que nos relacionamos y del que, de alguna manera, también somos representantes. Por eso, cuando nos vamos, nos llevamos parte de ellos, solo parte, pues siempre habrá alguien más -de tus años, de tu lugar- para seguir representándolos.

La sensación descrita al principio se torna mucho más aguda y determinante cuando la persona que se va supone el fin de una saga, el último testigo de una generación familiar. En ese momento, a la desaparición física de la persona puede que se una también la desaparición de su entorno físico, de su casa, con lo que el vínculo se hace más débil e intangible, desplazado solamente al territorio de la memoria. Tenemos entonces la percepción de fin de ciclo, algo que se viene sucediendo desde el inicio de los tiempos y desde el punto y hora de que somos finitos y mortales. ¿Qué es lo que nos queda entonces de ese tiempo y de esas personas, de nosotros mismos? ¿Qué es lo que realmente hace trascendente el paso por esta vida? Sin duda alguna, creo que son los valores que las personas representan y portan a lo largo de su existencia lo que no se extingue en cuanto los hacemos nuestros y los entregamos a las siguientes generaciones.
  
Aunque a veces sea inevitable, no debemos sentir tristeza por la ausencia. Celebremos en cambio sus vidas y la vigencia de los valores que nos han trasmitido. Orgullosos de su legado y con alegría.

En el mundo de las Cofradías se suceden los chismes y las polémicas temáticas con una frecuencia preocupante. Los asuntos sobre los qu...

En el mundo de las Cofradías se suceden los chismes y las polémicas temáticas con una frecuencia preocupante.

Los asuntos sobre los que debatir suelen ser de índole similar y muy repetitivos. Por lo general, la mayoría de los temas no revisten gravedad e importancia real más allá del mundo fantástico en el que viven muchas personas con los cocos absorbidos por la Semana Santa.

Mientras tanto, en el mundo efectivo y práctico, son muchos los avances y saneamientos de los que disfrutan y a los que se ven sometidos nuestras Hermandades y Cofradías.

Gracias al Señor, poco a poco se cuidan más los detalles y disminuyen los casos en los que llega a dar vergüenza ajena este mundo.

Las cosas están mejor ahora que antes y es de celebrar y animar para que sigan (Al menos hasta ahora). ¿Qué hay quién hace el tonto? Por supuesto. Y hay que trabajar para que dejen de hacerlo o se vayan. Pero jamás eclipsará la estupidez de diez el trabajo que hacen cien.



Debieron nacer un día nublado o gris porque para ellos nada está claro. Saben que la luz existe porque lo oyeron decir, pero no creen nece...

Debieron nacer un día nublado o gris porque para ellos nada está claro. Saben que la luz existe porque lo oyeron decir, pero no creen necesitarla para nada porque a ellos sólo les interesa lo oscuro, lo negativo, lo que esta mal o puede dañar a alguien. Y lo triste es que hay bastantes, que no son una especie tan rara como debiera. Comienzan - los que así son- por un sentido critico que se les va agudizando hasta hacerlos acabar en maldicientes por el insano gusto de serlo.
Foto SMCE

Preguntarle a uno de ellos si la cofradía fue bien, si los pasos iban bonitos y hasta si las imágenes despertaron la devota admiración del pueblo, que no sabrán contestaros porque, la verdad, a ellos, esas cosas que pudieran ser positivas, dejaron de interesarles, críticos a ultranza, cofrades negativos, lo único que les interesa hasta el punto de apasionarlos, es lo que salio mal o lo que nació torcido.

Si hay una sola mota de polvo en un manto o en un altar, sus ojos la descubrirán antes que los de nadie; si una bandera o insignia esta mal montada o se equivocó el lugar de una jarra en un altar, su descubrimiento sera motivo de burla y escándalo en sus bocas. Son guardas jurados de lo pequeño; nada les importa lo grandioso porque ellos son coleccionistas de fallos menudos y nada tienen que ver para sus espíritus mezquinos las buenas intenciones de los demás ni los trascendentales motivos de un culto o una estación de penitencia.

Llegan a saberlo todo, convertidos en cronistas de lo negro. De que cofradía era el nazareno al que vieron entrar furtivamente en un bar, que paso llevaba polvo en alguna esquina y en cual otro las flores no lucían lo debido. Serán también, sentenciadores inapelables de ajenos errores, aunque con ello se hagan cómplices de arruinarle su buena fama al hermano.

Con ellos hay que tener cuidado- según ellos mismos se encargar de advertir- porque saben mucho. Y es verdad, son sabios en sombras, ricos en malicia, posesos de su verdad frente a la de los demás. Por gracia, desgraciarán todo lo que sus ojos examinen y sus bocas comenten; y lo peor es, que no les faltará el coro de palmeros que le reirán sus gracias. !lo que sabe fulano...!

¿Que si existen? !Ya lo creo que sí! Y encima, se tienen por buenos cofrades porque saben manejar el mote, el comentario despectivo o la critica sangrante. Y el caso es que todos, desde muy jóvenes, tenemos que pasar el sarampion del criticismo- y hasta es bueno que así sea- pero algunos no logran superar la crisis y se quedan en ella para siempre, amargos y amargantes, nadando incansables contra corriente y haciendo el papel de censores inmisericordes de lo que ellos interpretan que esta mal hecho- que no admiten para juzgar, otra medida que la suya- frente a los hombres, las instituciones y las mismas cosas.
Foto SMCE

¿Que por que los traigo hasta aquí? Porque me propuse hacer desfilar por este blog la luz del mundo cofrade, y creo que para que la luz destaque es necesario contrastarla con la sombra. No es que abunden, pero existen como una parcela oscura en este mundo cofrade en el que somos tantos y tan distintos, que no se equivocó el buen amigo que me dijo en una ocasión; - Si alguien se atreviera a escribir la verdad sobre todos los que somos cofrades, nosotros dos incluidos, escribiría el best-seller del siglo. 

Creo que tenia razón quien me lo dijo; y, a lo mejor, cualquier día, me pongo, y lo escribo, aunque me saquen las tiras del pellejo.

SMCE