En España hay una especial cultura gastronómica que se imparte en bares, bodegas, tascas, etc. En cualquiera de esos sitios, más allá de degustar cualquiera de las especialidades de la casa, existe una idiosincrasia distinta amasada con el paso de los años y donde sabemos que la estancia en ese lugar vendrá acompañada de una vivencia.

Lugares donde la cerveza helada te la tomas de pie apretado entre cien personas y te sabe a gloria, y sitios donde te la sirven con mantel y camareros con pajarita y no te sabe igual. Los distintos ambientes son los secretos de estos lugares de refugio. 

Realmente uno llega a hacerse fiel a un tipo de bar donde ya el camarero pasa de ser un profesional hostelero a un asesor psicológico. Compartimos tantas horas de charla que hasta pides consejo y ayuda y lo mejor es que no te lo cobran en la cuenta. La importancia de un buen camarero o gerente de cualquiera de estos locales es vital para la subsistencia del negocio. Que coraje da cuando llegas a un bar y el camarero es lento y torpe. Por muy buena o barata que esté la comida te empieza a sentar mal antes de la primera caña. Qué maravilla es llegar a un sitio y sentirse bien atendidos. 

Foto SMCE
Isla Cristina, Huelva 

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Espinacas con garbanzos caseras

En Sevilla a parte de ver templos, procesiones y disfrutar de los cultos todos los días del año, no sólo en Semana Santa, también existe una Cuaresma gastronómica todos los días del año, en la que se siguen manteniendo tradiciones en cuanto a platos y tapas que vuelven a repetirse cada año y que transmiten de generación en generación de taberneros y propietarios de establecimientos tanto emblemáticos como de nueva creación.

Pero, sin lugar a dudas, la tapa por excelencia de la Cuaresma sevillana son las espinacas con garbanzos. No hay mejor plato para definir los días de vigilia. Y yo he inaugurado la temporada con este plato casero realizado por alguien muy especial.

Receta sencilla pero plena de sabor y con muchas interpretaciones. Y en la capital de Andalucía existen inmejorables lugares donde degustar este manjar.

Como resulta imposible enumerar todos y cada uno de los establecimientos que ofrecen esta tapa, me quedo con las de El Rinconcillo. El bar más antiguo dispensa esta exquisitez de una forma excepcional.

SMCE