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Atardeceres eternos. Junio foto SMCE Junio y las Golondrinas Foto SMCE Las cosas sencillas de la vida son como esas estrellas que...

Atardeceres eternos. Junio
foto SMCE

Junio y las Golondrinas
Foto SMCE

Las cosas sencillas de la vida son como esas estrellas que relucen en las noches despejadas. Siempre están ahí, rodeándonos, ofreciéndonos su magia sutil; sin embargo, no todos los días nos detenemos a mirarlas ni recordamos que existen.

Sólo cuando nos faltan, sólo cuando la vida nos da un pequeño o gran revés, apreciamos de golpe lo que de verdad edifica nuestro corazón, lo que constituye cada una de esas cuerdas internas que dan música y sentido a nuestra existencia.

Hay quien suele decir que cuanto más sencilla sea nuestra forma de existencia menos preocupaciones tendremos y menos errores cometeremos. Ahora bien, cada cual es libre de complicarse la vida tanto como desee, todos tenemos derecho a asumir riesgos, proyectar sueños y a tener un círculo social tan amplio y variado como queramos.

Lo principal, la clave de todo no está en llevar una vida sencilla sino en ser sencillos de pensamiento y saber qué es lo importante, qué es lo que de verdad hace feliz a nuestro corazón y nos identifica.

El tiempo, eso que todos tenemos y no sabemos muchas veces que hacer con él. El tiempo es un camino a veces largo y otras corto, en los ...

El tiempo, eso que todos tenemos y no sabemos muchas veces que hacer con él.
El tiempo es un camino a veces largo y otras corto, en los que estamos en una carrera continua por ver quien llega antes a la meta, si el tiempo o nosotros mismos.

Muchos corren pausado, otros acelerados y algunos como buenos corredores de fondo, se preparan el camino para disfrutar de la carrera.
El tiempo lo solemos llevar por muñequera y miramos constantemente esa aguja del segundero que avanza tan rápido hacia la hora en punto, mientras nosotros sabemos que a esa hora no llegaremos al punto exacto de nuestro destino.

El tiempo es un camino, aunque no lo parezca el tiempo nos da tiempo para disfrutar de ello. Es más, muchas veces nos damos cuenta de que perdemos el tiempo o lo hemos perdido por el mero hecho de no hacer nada y por eso, en esta carrera de fondo, el tiempo ya nos lleva una ventaja.

El tiempo es disfrutar, ir en esa carrera de fondo en la misma dirección y con la misma intensidad. A veces iremos deprisa o el tiempo nos acelerará, iremos despacio y disfrutaremos más.
Aunque el reloj nos marque el tiempo en segundos, minutos y horas, hagamos que esas 24 horas sean eternas y las disfrutemos un día tras otro y así sucesivamente los 365 días del año.

Disfrutemos del tiempo, despacio o deprisa pero disfrutemos porque el tiempo es algo tan inmaterial pero que al fin y al cabo se acaba contando en segundos.
Playa de Estepona, Málaga
Foto SMCE

La llegada del verano supone el desdoblamiento de cada uno de nosotros cuando la playa o la casa del campo aparece en el horizonte de desc...

La llegada del verano supone el desdoblamiento de cada uno de nosotros cuando la playa o la casa del campo aparece en el horizonte de descanso. Unos días de relax en este lugar hace que entremos en una especie de vida paralela en la que dejamos atrás todo aquello que nos acompaña a lo largo del año.

El secreto está en marcar la diferencia con la rutina diaria. Por eso el descanso tiene que ser en la casa de la playa o del campo, donde uno viste la ropa de la playa o ropa para estar en el campo. Todo esto forma parte de una cultura playera o veraniega en la que también hay que incluir el ocio. Hay una música específica para escuchar en la playa o en la piscina del campo, lo mismo que hay libros que parece estar escritos para leerse bajo una sombrilla.

La intendencia familiar sabe bien de sillas plegables, sombrillas y neveras cuya vida útil se reduce a los días en que se disfrutan de verano. Si abrimos el armario ocurre lo mismo, pues hay camisas que se guardan para la playa o para estar en el campo y pantalones cortos que sólo se lucen en el paseo marítimo de verdad.

Cualquier estudio sociológico podría concluir sin grandes esfuerzos que los hábitos en la playa son distintos a los de la ciudad. Se hacen cosas que en cualquier momento del año podrían ruborizar a cualquiera. Y todo esto hace que acabemos duplicando todo porque la playa se merece su material exclusivo. ¿O no?

foto SMCE

Me gustan las tormentas de verano, me gusta ese olor a tierra mojada. Nada huele como las gotas de lluvia en un día de verano. La lluv...


Me gustan las tormentas de verano, me gusta ese olor a tierra mojada. Nada huele como las gotas de lluvia en un día de verano. La lluvia de verano parece que para el tiempo, pero sus consecuencias son muy efímeras.

Las tormentas de verano son alarmantes y aparatosas, y la mayoría de las veces nos cogen  por sorpresa. Suelen empezar  con un golpe de viento y un aguacero de goterones gordos que arrancan a la tierra un olor formidable. Luego viene la secuencia orquestal del rayo y el trueno:

Un crujido con efecto de luz seguido de un estruendo.  Después, la lluvia se hace constante y mantiene una cadencia propia, y el cielo se encapota sin piedad. 

Lo malo de las tormentas estivales es que aparecen a traición para estropear la fiesta de un día caluroso y radiante.

Lo bueno es que pasan tan rápido como vienen y sirven para limpiar el ambiente y refrescar la atmósfera cargada del calor polvoriento en las jornadas más extremas de los meses de calor.

SMCE







Fotos y videos: SMCE

Playa de Islantilla, Huelva Fotos SMCE


Playa de Islantilla, Huelva
Fotos SMCE

Quien en agosto desee reflexionar encontrará en este Blog un buen número de saludables meditaciones. Pero este mes rescato del refranero e...

Quien en agosto desee reflexionar encontrará en este Blog un buen número de saludables meditaciones. Pero este mes rescato del refranero español: "En tiempo de melones, cortos los sermones". Y mejor aún: "Si melones, no sermones".

Dado que la recogida de los melones se realiza en una época muy calurosa, resulta aconsejable que el predicador no se extienda demasiado en el sermón.(Aunque para algunos no sirva mucho este refrán).
Foto SMCE

Algunos ya estarán de vuelta o a punto de regresar de las vacaciones que cogieron en julio y los que se van en agosto dispuestos en la sal...

Algunos ya estarán de vuelta o a punto de regresar de las vacaciones que cogieron en julio y los que se van en agosto dispuestos en la salida esperando el pistoletazo impacientes. Parece que el verano se va a hacer notar más en agosto aún, alcanzando las temperaturas habituales, superando los cuarenta grados. A esos que volvieron siempre les quedan los fines de semana de sierra, piscinas o playas con sus correspondientes caravanas de domingueros para llegar y para salir, haciendo una tortura lo que se apetecía un día agradable.

Las playas más cercanas pierden la arena entre toallas, sombrillas y neveras que prácticamente hacen imposible alcanzar la orilla o el chiringuito sin pisar alguna cabeza o algún pie. 

 Agosto nos regalará como cada año un día de fiesta, el día 15, pero no se hagan ilusiones, que si son de coger puentes en esta ocasión cae en miércoles y no hay nada que rascar.

Sea como sea, por los que habéis llegado me alegro mucho de que hayáis disfrutado y si te vas que lo pases muy bien, lo único que os pido como cada verano es que no me faltéis ninguno en el recuento de septiembre y que tengáis mucho cuidado por las carreteras ¿vale?.

Un lugar que hasta hace unos años no estaba masificado, es complicado poner la sombrilla. Año 2017
Playa de Regla, Chipiona
Foto SMCE

El verano no entiende de cofradías Tras la intersección entre quincenas, y bajo la insondable sensación de aridez y ruido de obras ...


El verano no entiende de cofradías

Tras la intersección entre quincenas, y bajo la insondable sensación de aridez y ruido de obras en la que la ciudad queda sumida cuando el verano evidencia su extremo más señalado, se extiende entre los cofrades la percepción de que julio es un mes que no entiende de cofradías. Descanso agradecido, solamente alterado por la insipidez que vive en permanente estado de realidad alrededor de los que suspiran por hacer del invento su entretenimiento diario. No hay más, el curso quedó cerrado y la toma de oxígeno se torna más que en imprescindible, para buscar a Dios no se necesita más que la propia voluntad de encontrarlo.

En este sentido además, si algo tiene de buena la pegajosa etapa estival es la armonía que se respira en los templos, entre el frescor de sus pesados muros. A un lado el ajetreo y la vulnerabilidad con la que el día a día rodea de espinas la cercanía que intentamos mantener con Dios. Es momento para abrir nuevas rutas, para tender la mano a Aquel que nunca falla. Entre tanto las chicharras (o cigarras) convocan conciertos mañaneros allí donde las sombras de los espigados verdosos ofrecen cobijo, avivando la existencia de un tiempo que no merece ser despreciado.

He de reconocer que, como dicen muchos fotógrafos, los atardeceres manchegos son excepcionales. Es con mucho, lo más destacable de sus p...


He de reconocer que, como dicen muchos fotógrafos, los atardeceres manchegos son excepcionales. Es con mucho, lo más destacable de sus paisajes. La infinidad de los atardeceres manchegos

Cózar, C, Real. Fotos: SMCE


El año pasado tuvo lugar en Jerez la  mesa redonda ‘Hermandades en verano: ¿abiertas a la actividad o cerradas por vacaciones?’  en la q...


El año pasado tuvo lugar en Jerez la  mesa redonda ‘Hermandades en verano: ¿abiertas a la actividad o cerradas por vacaciones?’ en la que se sacó un interesante análisis que pasamos a desgranar.

Destacamos a continuación algunas de las aseveraciones vertidas durante las casi dos horas de duración de esta mesa redonda que además contó con la interactuación del público asistente:

Los cofrades, sobre todo los miembros de Juntas de Gobierno, restan muchas horas a sus familias y a su hogar durante el resto del año, porque siempre estamos pendientes y gestionando todas las actividades propias del curso cofrade, con la cantidad de deshoras que ello conlleva. Es necesario descansar en algún momento, dedicárselo a la familia, y el verano es la fecha propicia para ello. Porque ya ha terminado el curso cofrade. Existen casos puntuales y ya consolidados, de citas cofrades veraniegas, convocatorias que son clásicas y deben ser inamovibles. Pero es lógico, por otra parte, que el resto de las Hermandades tomemos un respiro para cargar las pilas”.

“Antiguamente las hermandades se cerraban de Semana Santa a Semana Santa. Ahora, debido a la secularización de la sociedad, parece que las Hermandades deben estar presentes en todos los campos. Y en todos los tiempos. Y a veces perdemos el norte en este sentido. Somos lo que somos y estamos para lo que estamos”.

“En tiempo de melones, ni misas ni sermones”.

“Oficialmente se debe cerrar con el Cabildo de Cierre. En verano la actividad se relaja considerablemente, aunque es normal que se vaya trabajando en la preparación y gestiones de la programación del siguiente curso. No es favorable saturar el calendario con muchas actividades también en verano. Depende de cada Hermandad y de sus costumbres”.

“A toda costa no se deben preparar actos en verano, por el riesgo de que no acudan público. Distinto es que lo demanden los hermanos. Se debe convocar en verano si lo demandan los hermanos y no la Junta de Gobierno. Debe ser una respuesta a una demanda”.

“Las cosas no hay que hacerlas por hacerlas, sino a partir de una petición y una demanda de los hermanos. Además cuando no están tipificados en los estatutos”.

“¿Actividad de las Hermandades en verano fuera del curso cofrade? No es una cuestión de oferta, es una cuestión de demanda”.

“Hay falta de jóvenes en nuestras Hermandades de hoy”.

“Sería favorable una serie de actividades conjuntas de todas las Hermandades para este tiempo de verano, aunque no necesariamente organizadas por el Consejo. Unificando fuerzas y número de asistentes. Estamos más relajados y podemos convivir entre todos”.

“A veces hay que echar el freno, no tenemos que estar constantemente haciendo cosas en la Hermandad. Decía José Alfonso Reimóndez ‘Lete’ que ser cofrade es una vocación, y no una obligación ni una profesión. No confundamos los términos”.