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La frase no es mía es del gran Jacinto Benavente. Algunas personas nos dejan pero no por ello las olvidamos, siempre los tendre...

La frase no es mía es del gran Jacinto Benavente.

Algunas personas nos dejan pero no por ello las olvidamos, siempre los tendremos presentes en nuestro corazón y mente.
Es cierto que hay una Semana Santa que no vemos. Es cierta la costumbre que poseían algunas cofradías de llevar las flores de los pasos a los hermanos fallecidos.
Esas flores, que habían adornado a las Vírgenes y Cristos en la procesión, eran un pedacito de gloria al que podían aspirar quienes desde sus talleres habían destinado tanto esfuerzo al engrandecimiento del patrimonio de sus titulares o aquellos que dedicaron su tiempo a ofrecer lo mejor que tenían a su cofradía.
 La tradición sigue vigente aún en muchas hermandades, que tras la Semana Santa ofrendan las flores de los pasos a los familiares de los hermanos fallecidos en el año, como homenaje a la memoria de los hermanos difuntos.

SMCE

 ¿Eres de los que das vueltas y vueltas y más vueltas a las cosas? Uno de los hábitos más comunes y (a veces) más destructivos que tenemos l...

 ¿Eres de los que das vueltas y vueltas y más vueltas a las cosas?

Uno de los hábitos más comunes y (a veces) más destructivos que tenemos las personas es pensar demasiado.

Sobre pensar las cosas nos lleva al bloqueo, nos impide disfrutar y puede encerrarnos en una burbuja de negatividad de la que es difícil salir.

Salir de ese bucle es importante para dejarnos llevar y vivir el momento.







Seguro que alguna vez le ha pasado. Se ha puesto de nuevo esa chaqueta –la del traje multiusos de las ocasiones especiales– y ha notado un...

Seguro que alguna vez le ha pasado. Se ha puesto de nuevo esa chaqueta –la del traje multiusos de las ocasiones especiales– y ha notado un objeto en el bolsillo interior. Ha metido la mano y se ha topado con una estampa del Cristo o Virgen, una fotografía de recuerdo de la última Estación de Penitencia, un recuerdo de lo vivido la Semana Santa pasada, todavía se puede oler el incienso en ella. Qué recuerdos le han venido de pronto. Este año no va a poder asistir, pero al ponerse la chaqueta se ha acordado de aquel maravilloso día. Las estampas que se guardan son altares que, como los azulejos de las iglesias, nos sorprenden en el callejero de nuestras vidas. Hay quien se ha encontrado con una de esas estampas en plena Nochevieja y quien las halla justo un año después. Están ahí, esperando una oración.


Foto: SMCE

Foto de Juan Moya En el patio, el nazareno viejo, con su túnica morada, en la madrugada más profunda de la clarísima ciudad, se ha...

Foto de Juan Moya



En el patio, el nazareno viejo, con su túnica
morada, en la madrugada más profunda
de la clarísima ciudad, se ha puesto
solemnemente el morado capirote,

Silencisoso es el rito, no aprendido,
sino heredado, yéndole en la sangre,
pues los siglos se ven hasta en la forma
de sujetarse el antifaz al rostro.

(Y silencioso y sin hablar con nadie,
el nazareno escogerá el camino
mas corto...)

Rafael Montesinos "El rito y la regla"

No sé cómo todavía alguien se atreve a dudar sobre el comportamiento que debemos seguir en las próximas fechas que se avecinan. A mí, cuando...

No sé cómo todavía alguien se atreve a dudar sobre el comportamiento que debemos seguir en las próximas fechas que se avecinan. A mí, cuando oigo lamentarse de que van a ser unas Navidades tristes, les digo que la tragedia sería volver para atrás, eso sí que sería triste, dan ganas de pasarles a estas personas por delante una película sobre muchas de las escenas que se están viviendo aún en los hospitales a consecuencia de la pandemia. 

Navidades tristes son para los que han pasado por la enfermedad y para todos aquellos que por desgracia han perdido familiares y Navidades tristes, les digo que la tragedia sería volver para atrás, eso sí que sería triste, dan ganas de pasarles a estas personas por delante una película sobre muchas de las escenas que se están viviendo aún en los hospitales a consecuencia de la pandemia. Navidades tristes son para los que han pasado por la enfermedad y para todos aquellos que por desgracia han perdido familiares y amigos.

 Pasaron la Semana Santa y la Feria y ahí estamos todos, no ha pasado nada por no celebrarse; de acuerdo que estas son fechas de sentimientos y reencuentros, pero precisamente por eso no nos vamos a jugar la vida por una cena o una comida, pues a fin de cuentas mucho de lo que se añora también en estas fiestas son cosas materiales y se me apuras superfluas (buenas comidas, regalos, adornos...).






Foto SMCE

Ahora sí tiene sentido que en toda la plaza sobrevuele la humareda de las castañas. Castañas que llevan asándose ahí cuando los castañeros...

Ahora sí tiene sentido que en toda la plaza sobrevuele la humareda de las castañas. Castañas que llevan asándose ahí cuando los castañeros/as aún iban en mangas cortas. Asar castañas en mangas cortas tiene el mismo sentido que ir en pantalón largo a la piscina, ninguno. Esos infiernillos largando fiesta y el personal en ropa de verano era un contrasentido que ya tocó a su fin. Ahora, cuando los mercurios se han atemperado y Diciembre ya se parece a Diciembre, no como el mes pasado, que no parecía Noviembre, ahora sí son de agradecer las sensaciones que provocan las castañas asadas. 

Castañas que sirven para calentarse las manos, que hay que ver lo bien que sienta el papelón de castañas a guisa de confortables guantes. De punta a punta de la plaza con las castañas a brazo partido es muy de agradecer. 

SMCE

Las personas cambiamos, evolucionamos, incluso a veces hasta involucionamos, pero estamos en nuestro derecho de hacerlo, de modificar nues...

Las personas cambiamos, evolucionamos, incluso a veces hasta involucionamos, pero estamos en nuestro derecho de hacerlo, de modificar nuestro punto de vista, balancear nuestras prioridades, trasformar nuestra vida, alterar nuestro camino... y tanto nosotros como quienes nos rodean deberíamos vivirlo y aceptarlo con total naturalidad... 

SMCE
Cadiz, foto SMCE

Internet permite que los usuarios tengamos acceso a golpe de click a cientos de fotos que antes de la implantación de la red de redes en...


Internet permite que los usuarios tengamos acceso a golpe de click a cientos de fotos que antes de la implantación de la red de redes en el uso cotidiano quedaban en el ámbito privado.

Aquellas fotos, quizás arrinconadas en álbumes un tanto olvidados, o traspapeladas entre otros papeles en el fondo de algún armario, que quedaron desfasadas por el auge de la tecnología informática, han sido y siguen siendo aun más si cabe, los mudos notarios de nuestras vidas, cada una de estas fotos son una página más que conforman el libro siempre personal de nuestras vidas.

En la actualidad, pueden contarse por cientos los fotógrafos que inmortalizan con sus cámaras las procesiones, los besamanos o cualquier otro tipo de acto que concierna a nuestras cofradías. En Sevilla por ejemplo, Fernand fue un fotógrafo que hizo lo propio hace más de sesenta años, cuando era rara la ocasión en la que se podía ver una cámara de fotos delante de una de las imágenes de la Semana Santa. Hoy queda como recuerdo un imponente archivo fotográfico, que recoge una parte de la historia de las cofradías y que fue realizado con esfuerzo, tesón y cariño para el bien de éstas.

SMCE
Foto Archivo 

Pasó todo, que ya ni vuelven a beber los peces en el río ni hay nacimientos con grandes colas de padres con hijos y, sobre todo, de abuelo...

Pasó todo, que ya ni vuelven a beber los peces en el río ni hay nacimientos con grandes colas de padres con hijos y, sobre todo, de abuelos con nietos, ni nada de nada. Ya pasó la interminable fiesta navideña y sólo queda el coletazo de los niños jugando con lo que les han traído Melchor, Gaspar y Baltasar. El día de Reyes amanece antes que nunca tras una noche de duermevela para los niños, que han dormido con un solo ojo. Pero es que esta noche pasada todos hemos sido niños, ya que la niñez es la patria única y todos hemos vuelto a la niñez en esta noche en que cualquier ruido nos hacía acurrucarnos no fuera a ser que Baltasar nos sorprendiera despiertos. Y así el panorama, la constatación de que ya pasó todo, se apagó la banda sonora del monocorde villancico y nos espera agazapada la cruda realidad. Pasó el sueño y llega la cuesta que este año será un poco mas larga, ya que el 26 de Febrero es Miércoles de Ceniza.
SMCE
Foto SMCE


Contemplando la ciudad, a través de los ojos del antifaz nazareno , se encuentra uno con la realidad de tantas cosas a veces ignoradas...


Contemplando la ciudad, a través de los ojos del antifaz nazareno, se encuentra uno con la realidad de tantas cosas a veces ignoradas, tan desconocidas, inimaginables a la luz de lo cotidiano y que solo nos salen al paso precisamente si las podemos mirar desde detrás de la tela que cubre nuestro rostro, cuando por la calle acompañamos a nuestros venerados Titulares. Que solo nos llegan al corazón desde detrás del antifaz… 

Miradas absortas, angustiadas, suplicantes, clavadas en la Imagen que quién eleva sus ojos tiene delante, de Jesús o de María, en ese crisol de cien títulos devocionales que pasean calles y plazas de nuestro pueblo en las jornadas, singulares y únicas, de la Semana Santa. Ojos humedecidos, tristeza infinita, plegarias apenas musitadas, piropos, besos al aire, ilusionada esperanza en algo bueno, manos infantiles saludando al Cristo o a la Virgen o diciéndoles adiós, con sus manitas, cuando el paso prosigue su camino. 

Emoción contenida, gemidos, suspiro, ruego esperanzado en la solución de una enfermedad o de un problema, alegría por el reencuentro en plena calle con lo que mas amamos, tristeza y dolor en lo más profundo del corazón de quién está mirando, el signo de la cruz sobre su cuerpo, la respetuosa inclinación de la cabeza ante la majestad torturada por la incomprensión de los hombres... el intento de pasar la mano por el canasto o los respiraderos, buscando sin duda consuelo y protección. 

Rostros de seres conocidos que sabemos enfermos o con problemas laborales. De amigos que lo fueron y con los que algún día tuvimos desencuentro, a los que nos gustaría poder abrazar ahora que acompañamos a nuestro Cristo o a nuestra Virgen para superar aquel malentendido. De personas de cuya deteriorada salud nos hablaron y por las que aprovechamos al pasar para pedir a Dios su curación… 

Un universo de sensaciones contenidas y manifestadas nos dejan ver, desde detrás de nuestro antifaz cofrade, lo que expresa la llamada piedad popular, esa a la que dicen religiosidad popular como si de algo menor se tratara, cuando realmente es la manifestación más auténtica y sincera de los sentimientos de cientos de personas de nuestra tierra que no han tenido otra manera mejor de acercarse a Cristo y María que la de salir a su encuentro en las calles y plazas de nuestras ciudades y conmoverse con las imágenes de su particular devoción. 

Una fe heredada de padres a hijos, la única que pudieron aprender desde muy niños ya que nadie se preocupó de enseñarles otra cosa. Una fe que no por sencilla deja de poseer el inmenso valor de lo sincero y auténtico. 

SMCE

Que deliciosas son las pequeñas cosas, ¿no creéis? El sonido de las gotas de lluvia golpeando la ventana, el sonido de las hojas secas baj...

Que deliciosas son las pequeñas cosas, ¿no creéis? El sonido de las gotas de lluvia golpeando la ventana, el sonido de las hojas secas bajo los zapatos, el aroma del café recién hecho, el sonido de las hojas del périodico al ser pasadas, el tinte amarillo de las hojas de un libro viejo, el olor a comida recién hecha, las cucharillas de las tazas golpeando la céramica, el cielo pintándose de colores suaves, la risa de alguien cuando verdaderamente está feliz. Todas las pequeñas cosas que le dan esa magia a la vida.
Fotos SMCE

Cuando amanece un día gris y lluvioso, normalmente me suelo quedar en mi casa sin muchas ganas de nada. Por contra hay gente a la qu...



Cuando amanece un día gris y lluvioso, normalmente me suelo quedar en mi casa sin muchas ganas de nada. Por contra hay gente a la que le fascina abandonarse, sin paraguas, sobre las calles de la ciudad de turno, y encontrar esos rincones que cambian radicalmente bajo las gotas de agua que se derraman por doquier, mientras que a otras les gusta sentarse en un café para observar el ir y venir de la gente atareada, intentando taparse inùtilmente con el paraguas cuando el viento, además, hace acto de presencia, protegidos por el cristal que separa lo húmedo de lo seco con un fina capa de vaho como frontera. 

Podríamos hablar de muchas más cosas, todas las que aparecen bajo el suelo cuando el agua acumulada en forma de charco hace de espejo y duplica la imagen, invertida, de lo que se eleva hacia el cielo gris de la ciudad; o los brillos de las luces de los coches, el reflejo de la lluvia al incidir sobre ella, o la sensación de humedad aumentada por las gotitas que flotan en el ambiente elevadas por cualquier coche que pasa, todo eso, aunque nunca os lo hayáis planteado de esa forma, esta ahí, ora oculto por la fina capa de "chririmiri" (cuando llueve sin la suficiente fuerza como para abrir el paraguas, pero que a la larga te cala hasta los huesos), ora tras la espesa de la lluvia más intensa que levanta incluso los charcos al caer. Dibujos sobre la superficie de los mismos, con círculos formados por las gotas, reflejos, oscuridad,...todo esto aparece cuando llega la lluvia, algo de lo que también se puede disfrutar.

Cultiva la nostalgia por algo o nunca descubrirás qué es lo importante. foto SMCE


Cultiva la nostalgia por algo o nunca descubrirás qué es lo importante.
foto SMCE

Para mi, cada estación del año tiene su encanto,  y me gusta encajar en cada una de ellas y atrapar el carácter de las cuatro. Lo que no ...

Para mi, cada estación del año tiene su encanto,  y me gusta encajar en cada una de ellas y atrapar el carácter de las cuatro. Lo que no quiero es que me roben mi otoño. Dicen en el mundo de la literatura que el otoño representa la madurez y puede que sea verdad, porque el otoño lo veo sensato, sabio y acogedor. 

Es un despertar al orden en nuestras vidas, después de vivir un disparatado verano, donde nuestras agendas y horarios  se alteran. Llega el entretiempo con sus hábitos recién estrenados, con ese despertar fresco de la mañana, ese viento de poniente que se levanta anunciando la  lluvia, esas tardes que cada vez más se acortan, esa tranquilidad en sus noches.

El cambio de ropa en los armarios, los libros recién estrenados de los escolares, esperando que sean forrados, el chaleco, la mantita sobre las piernas por las noches, el hábito tan sano en la cocina de sopas y caldos calientes, el inicio de muchas tareas que se quedaron aparcadas por culpa del estío, la plácida somnolencia que da escuchar la lluvia sobre los cristales de una ventana o el caño de agua que sale de las canales de los tejados. Todo esto es para mi, vivir en estas fechas, por eso, no quiero que me roben mi otoño.
foto SMCE

Un buen amigo me dijo una vez que las cosas no son complicadas, sino las personas. A menudo buscamos problemas donde no los hay y parece q...

Un buen amigo me dijo una vez que las cosas no son complicadas, sino las personas. A menudo buscamos problemas donde no los hay y parece que nuestras ansias son tan grandes que no nos saciamos jamás. Solucionamos una cosa e inmediatamente encontramos otra en la que mantener la cabeza ocupada. Volvemos a lo de siempre, cuestión de actitud.

Todo depende de cómo se mire y de cómo lo mires. Las cosas tienen la importancia que cada uno le da y si obvias algo, eso desaparece. Actitud ante los problemas, ante las adversidades y también alegrías. Actitud ante lo que te viene y capacidad de reacción. Como el reflejo automático cuando un vaso se resbala de tu mano, o cuando un niño cae cerca tuya. Esa reacción inesperada, independiente de ti aunque tu vida corra peligro. El reflejo es más fuerte que tú mismo y no lo puedes evitar. Actitud de superación ante lo que te pase y darle más importancia a lo que te mueve por dentro y no a lo que yo llamo “incompetencias programadas”: personas, cosas, objetos, lugares, que te frustran, te empequeñecen y te anclan en el mismo sitio. Una incompetencia provocada por todas esas veces que sabemos lo que queremos y no lo hacemos por el qué dirán, una simple vagueza o lo que queráis, pero no la hacemos.

Esa gente que se mueve por impulso. Que todo lo vive con tal intensidad que más que vivir, sobrevive. Pero son así. No hay más. Se equivocan, sí; pero el premio es mucho mayor cuando aciertan. O mejor dicho, cuando no se equivocan.

Bienvenidos al Otoño 2019.
Foto SMCE

Por fin las mañanas toman la rutina y las calles se empiezan a llenar de niños con mochilas y padres estresados por que el tráfico les com...

Por fin las mañanas toman la rutina y las calles se empiezan a llenar de niños con mochilas y padres estresados por que el tráfico les complica la llegada a tiempo a los trabajos. Maravillosa vuelta a la realidad, donde la siguiente parada de este tren llamado vida será en la estación invernal. Las aulas se llenan y las renovadas ilusiones de alcanzar un nuevo curso, lleno de vibrantes emociones, colman las ganas de nuestros pequeños que, como locos, están deseando utilizar todos los cuadernos, lápices, estuches, etc. que están estrenando. Bonitos recuerdos nos traen a nuestra memoria aquellos maravillosos años de olor a libreta nueva y goma con sabor a fresa.


foto SMCE

Hay personas que nunca te vuelves a encontrar, son esas que al salir cerraron bien la puerta con un cerrojo. No volverán a tu vida ni incl...

Hay personas que nunca te vuelves a encontrar, son esas que al salir cerraron bien la puerta con un cerrojo. No volverán a tu vida ni incluso aunque las encuentres. Hay otras que dejan la puerta entreabierta para no irse del todo. Son esas personas que han dejado un hueco porque para ellas eres inolvidable y no podrían vivir sin saber de ti. Sólo regresa a tu vida quien nunca se fue del todo. Personas que te quisieron y que por circunstancias tuvieron que partir hacia otros lugares.
Foto SMCE

El tiempo, eso que todos tenemos y no sabemos muchas veces que hacer con él. El tiempo es un camino a veces largo y otras corto, en los ...


El tiempo, eso que todos tenemos y no sabemos muchas veces que hacer con él.
El tiempo es un camino a veces largo y otras corto, en los que estamos en una carrera continua por ver quien llega antes a la meta, si el tiempo o nosotros mismos.

Muchos corren pausado, otros acelerados y algunos como buenos corredores de fondo, se preparan el camino para disfrutar de la carrera.
El tiempo lo solemos llevar por muñequera y miramos constantemente esa aguja del segundero que avanza tan rápido hacia la hora en punto, mientras nosotros sabemos que a esa hora no llegaremos al punto exacto de nuestro destino.

El tiempo es un camino, aunque no lo parezca el tiempo nos da tiempo para disfrutar de ello. Es más, muchas veces nos damos cuenta de que perdemos el tiempo o lo hemos perdido por el mero hecho de no hacer nada y por eso, en esta carrera de fondo, el tiempo ya nos lleva una ventaja.

El tiempo es disfrutar, ir en esa carrera de fondo en la misma dirección y con la misma intensidad. A veces iremos deprisa o el tiempo nos acelerará, iremos despacio y disfrutaremos más.
Aunque el reloj nos marque el tiempo en segundos, minutos y horas, hagamos que esas 24 horas sean eternas y las disfrutemos un día tras otro y así sucesivamente los 365 días del año.

Disfrutemos del tiempo, despacio o deprisa pero disfrutemos porque el tiempo es algo tan inmaterial pero que al fin y al cabo se acaba contando en segundos.

SMCE
Playa Sanxenxo, foto SMCE

A medida que pasan los años te vas dando cuenta de que hay cosas que dejan de tener interés, que dejan de ser importantes, como si se dilu...

A medida que pasan los años te vas dando cuenta de que hay cosas que dejan de tener interés, que dejan de ser importantes, como si se diluyeran en tu mente y, del mismo modo, otras que cobran mayor relevancia. Y no es que hayas cambiado, no, simplemente es que tu orden de prioridades en la vida ha cambiado, ya no es el mismo. A pesar de seguir siendo el mismo, el hecho de que hayas experimentado todo lo que has vivido hasta hoy te hace evolucionar. 

Créeme, evolucionar es bueno si eres capaz de mantener tus valores fundamentales y seguir siendo fiel a tu filosofía de vida y, sobre todo, a los tuyos.



SMCE

La señal de esperanza de un náufrago son las  gaviotas, significa que hay tierra cerca, que hay vida, salvación. Sin embargo todo mari...

La señal de esperanza de un náufrago son las  gaviotas, significa que hay tierra cerca, que hay vida, salvación.

Sin embargo todo marinero sabe que siempre hay un grupo de ellas que se pierden en las aguas y sólo vuelven a saber donde está el hogar al encontrar un barco que las devuelva a casa.

Qué paradoja, ¿no? Que aquello que nos hace náufragos es también lo que nos ayuda a volver a vivir.
¿Cuál es tu barco? O mejor dicho ¿Quién?- .
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No sé a quien pertenece el texto pero me encantó. 

La foto es una de mis favoritas de mi reciente viaje a Galicia.