De algún modo, algo se detuvo en la segunda semana del pasado mes de marzo y desde entonces el desconcierto se ha arrastrado hasta nosotros como una sombra.
Ya no se habla de que aprenderemos después de esta crisis. Ni de si saldremos mejores o peores. Para que. Nadie sabe lo que durará esta nueva sacudida. Y cada vez es más complejo aventurar un horizonte.
Este verano ya se parece (antes de acabar) a una nostalgia.
A una difícil nostalgia antes de tiempo.
📷 @santi_smce
Costaleros Hdad Jesus Despojado
LUNA DE PARASCEVE