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Estamos en la cuaresma más difícil de la historia reciente. Incluso más que la del año pasado. Porque en 2020 todo se desarrollaba con norma...

Estamos en la cuaresma más difícil de la historia reciente. Incluso más que la del año pasado. Porque en 2020 todo se desarrollaba con normalidad relativa. Y tras la la primera quincena de  Marzo  ya estaba todo suspendido y la gente confinada en sus casas. Sin embargo, en estos días ya cuaresmales de 2021, mantenemos un equilibrio entre la salud y la economía, según dicen las autoridades. Y hay que buscarlo también entre la salud y las devociones, que no se pueden perder.

En las pasadas semanas hemos visto diferentes actitudes ante los cultos de reglas. Hermandades que los han convocado, con las debidas restricciones de aforo en los templos. Hermandades que han recurrido al streaming en los canales de Youtube, ante la escasa capacidad de sus capillas. Hermandades que han optado por combinar lo presencial y también lo telemático para quienes no pudieran asistir. Hermandades que han suspendido o aplazado sus cultos…

Cada caso es diferente. Ni todas tienen el mismo número de hermanos, ni la capacidad de los templos es la misma. Hay que respetar las decisiones. 

Si podemos asistir a una gala o un concierto en un teatro ( o tomar un café o una cerveza en el bar de la esquina), creo que también se puede acudir a un triduo, a un quinario o a otros cultos. Con mascarilla, gel y con todas las medidas. En caso de duda, hay que valorar los sentimientos y cuidar las devociones, que son el sustento de la fe en nuestras hermandades.

 Aquí os dejo unas imágenes de la basílica de la Macarena antes de iniciarse el culto del Quinario al Jesús de la Sentencia, como los aforos son reducidos el atrio se aprovecha para que asista mas gente y como tienen recursos, pues la imagen resultante es la que es con esas pantallas para que desde la distancia los fieles puedan seguir la misa. FOTOS A.G.






Anteayer vi pasar una cigüeña en vuelo bajo portando dos ramas secas en el pico; señal de que ya anda de reformas o iniciando la construcció...

Anteayer vi pasar una cigüeña en vuelo bajo portando dos ramas secas en el pico; señal de que ya anda de reformas o iniciando la construcción del nido. Señal inequívoca de que la primavera se acerca presurosa a sacarnos del letargo invernal y a templarnos los huesos y los ánimos, que buena falta nos hace. ¡La primavera alivia tantos males!

Es ese tiempo en que resurgen los anhelos y la esperanza; es la salida del túnel oscuro y frío del invierno; es el momento de abrir puertas y ventanas y dejarse acariciar por los aires buenos; es tiempo de disfrutar de la calidez de los días y la paz de las noches; es cuando el sol sonríe para sacarle los colores a la naturaleza; es la estación de los trinos y el milagro de la fecundidad.
foto SMCE






Ya tenemos la experiencia vital de que entre el 31 de diciembre y el 1 de enero hay continuidad, no hay nada nuevo, no existe, de entrada, n...

Ya tenemos la experiencia vital de que entre el 31 de diciembre y el 1 de enero hay continuidad, no hay nada nuevo, no existe, de entrada, ninguna novedad apreciable. Estamos llenos de deseos y buenas intenciones, pero este año la pandemia nos ha provocado tal miedo que nos cuesta decir abiertamente próspero año nuevo. Lo diremos, pero sin ninguna confianza y azotados por una tercera ola, que posiblemente provoque nuevas restricciones. 

No tenemos ni idea de qué nos deparará 2021, pero nos aferramos a la idea de que será mejor. Brindamos por el fin de 2020, como si fuese a marcar el inicio de una nueva era. Sinceramente, no sé qué nuevas cepas, confinamientos o vacunas traerá el próximo año. Pero sí sé lo que me ha dejado este 2020. He aprendido a que no siempre se puede con todo, a que aceptar la imperfección con sus luces y sombras es parte de la grandeza del ser humano. A que hay que practicar la flexibilidad y convivir con la incertidumbre. Que somos frágiles como unidad, pero encontramos consuelo en la fortaleza que sentimos cuando estamos unidos. Que cuanto más nos distancian, más nos necesitamos. Que la vida sin salud no es vida. Este año tan solo deseo que tengamos un año maravillosamente imperfecto, en el que seamos capaces de ser lo más felices posible, y que no dejemos de agarrarnos a todo lo bueno que podamos encontrar, venga como venga 2021. ¡Feliz Año Nuevo!




foto SMCE


Nadie, absolutamente nadie, podía siquiera imaginar la que se nos venía encima cuando en Nochevieja despedíamos el año y recibíamos entre ca...

Nadie, absolutamente nadie, podía siquiera imaginar la que se nos venía encima cuando en Nochevieja despedíamos el año y recibíamos entre campanadas y uvas al entonces recién nacido 2020, hoy ya sellado como el año más nefasto de nuestras vidas. Un año capaz de proponernos el inicio de unas Navidades confusas y complejas, atípicas como ninguna de cuantas hemos vivido hasta ahora o que probablemente podamos vivir en el futuro y con esta Nochebuena en la que habremos de hacer de tripas corazón para poder usar la palabra celebrar la que será la más triste Nochebuena que sumaremos al recuerdo de tantas otras, y tan diferentes, como ya hemos vivido.

Es verdad que cada año la Navidad se tiñe de algunos colores nostálgicos, recuerdos de la infancia perdida, ausencias de seres queridos que han ido quedando en el camino… pero es una nostalgia sana y edulcorada porque nos recuerda que las personas lo somos precisamente porque tenemos sentimientos. Pero este año no es esa la cuestión, muy al contrario esta Nochebuena que hoy nos disponemos a vivir se grabará en nuestros corazones con un dolor y una tristeza a la que no podrá ser indiferente la cena familiar con más huecos que nunca, viviremos en muchos hogares una Nochebuena melancólica porque hay emociones básicas que, afortunadamente, no podremos reprimir.

Será la primera Nochebuena que muchos hijos no pasan con sus padres o en la que faltarán los abuelos porque se los ha llevado el maldito Covid-19 o, lo que es casi igual de duro, que no puedan salir de las residencias de mayores. Canción triste de una Nochebuena como ésta, sin duda la más triste que esculpiremos en nuestros recuerdos.

Detalle de una comida familiar, foto SMCE



 Adiós 2020 A las puertas de 2021 toca reflexionar sobre cómo ha sido este año que se va. El 2020, sin duda, quedará grabado en nuestras men...

 Adiós 2020

A las puertas de 2021 toca reflexionar sobre cómo ha sido este año que se va. El 2020, sin duda, quedará grabado en nuestras mentes para siempre. Hay quienes lo describen como «el peor año de la historia», y no se quedan cortos: el 2020 ha hecho peligrar la salud de la humanidad y nos ha hecho vivir momentos muy duros. Pero, a la vez, estos hechos nos harán resurgir más fuertes.

En retrospectiva, me quedo con las pinceladas buenas que nos ha aportado: aprender a valorar a nuestra familia, nuestros amigos y los pequeños momentos. Pero sobre todo, aprender a valorar el tiempo. Este año ha sido un choque de realidad en cuanto al tiempo limitado que tenemos. Nunca se sabe cuándo nos lo pueden arrebatar, por eso es importante rodearnos de todo lo bueno y lo que nos hace felices.

Adiós 2020. Te recordaremos siempre, pero no te echaremos de menos

foto SMCE



Nos queda ya poco para terminar con el año que de forma tan inesperada nos sorprendió mientras vivíamos nuestras vidas. ¡Qué paradoja! Hasta...

Nos queda ya poco para terminar con el año que de forma tan inesperada nos sorprendió mientras vivíamos nuestras vidas. ¡Qué paradoja! Hasta que nos hemos dado cuenta de que nuestras vidas eran ser peluqueros que no podían peinar, camareros que no podían servir cafés y pequeños comercios que no podían comerciar.

2020 está llegando a su final, con grandes noticias y expectativas que, en forma de vacuna, ya llegan desde muchos lados. Pero llegará 2021, con millones de parados y una gran crisis económica de la que -aquellos que hayan esquivado al virus- no podrán reponerse. Millones de autónomos se han quedado sin autonomía y aquellos que aún siguen en ERTE permanecen pendientes del fin de un contrato que no volverá.

Vamos a poner fin a esta pandemia para dar paso a una crisis económica para la que todavía no hay vacuna que ponga remedio. Mientras tanto, vemos cómo se construyen hospitales que nos protegerán en caso de una nueva pandemia -no de una crisis económica inminente- pero sí de nuevas amenazas microscópicas e invisibles.


Pasillo de Hospital, foto SMCE

Este año, en comparación con otros, la Navidad no será lo que era antes. Estas Navidades, arriesgándonos a sufrir una tercera ola de la pand...

Este año, en comparación con otros, la Navidad no será lo que era antes. Estas Navidades, arriesgándonos a sufrir una tercera ola de la pandemia, podemos celebrarlo en reducidos grupos familiares, pero: ¿debemos incluir a nuestros mayores? Yo, como muchos prefiero unas Navidades junto a ellos, sabiendo que pueden ser sus últimas fiestas. Sin embargo, nos deberíamos comprometer a, en el caso de celebrarlas junto a ellos, ser precavidos y evitar cualquier tipo de riesgo. Siendo responsables y actuando de manera sensata, podemos hacer de estas Navidades algo bonito y que nos haga olvidar por unos instantes los durísimos meses que hemos vivido.

Foto SMCE

 Miles de personas toman este fin de semana las calles de los centros de la mayoría de capitales españolas, así estaban ayer las calles del ...

 Miles de personas toman este fin de semana las calles de los centros de la mayoría de capitales españolas, así estaban ayer las calles del caso antiguo de Toledo, cientos de personas deseosas de reencontrarse con la "vieja normalidad"  aunque eso sea ver como se enciende el alumbrado navideño.

Estos días constituyen un anuncio de lo que va a venir durante la Navidad. Y va a ocurrir a pesar de que se han eliminado una gran cantidad de estímulos para salir a la calle como los mercadillos navideños o la programación cultural que cada año se puede ver en las calles de las ciudades por estas fechas.

SMCE



Así estaban ayer las calles del caso antiguo de Toledo, foto SMCE


Misterio de la Presentación al Pueblo, Sevilla Foto SMCE 

Misterio de la Presentación al Pueblo, Sevilla
Foto SMCE 

Todos tenemos dos vidas. La segunda comienza cuando nos damos cuenta de que solo tenemos una. Foto SMCE

Todos tenemos dos vidas. La segunda comienza cuando nos damos cuenta de que solo tenemos una.
Foto SMCE

En la fachada del número 48 de la Calle San Vicente tenemos este azulejo que nos recuerda donde estaba situado el taller del insigne esc...

En la fachada del número 48 de la Calle San Vicente tenemos este azulejo que nos recuerda donde estaba situado el taller del insigne escultor e imaginero Antonio Castillo Lastrucci.

De sus manos y sus gubias salieron imágenes tan importantes para la Semana Santa de muchos lugares de España, en Sevilla por ejemplo: el Misterio de Jesús ante Anás, la Virgen del Dulce Nombre y Juan Bautista, el Misterio de la Presentación de Jesús al Pueblo (San Benito), la imagen de la Virgen de la Hiniesta, el Cristo de la Buena Muerte (Hiniesta),María Santísima de la O, el Cirineo y el esclavo para el paso del cristo de las Tres Caidas o el Cristo de la Redención y la Virgen del Rocío (Beso de Judas) al que se le menciona en este azulejo colocado en la puerta de su antiguo taller.

Fue, sin duda, uno de los grandes escultores sevillanos del siglo XX y, con motivo del cincuentenario de la bendición de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Redención en el Beso de Judas, la hermandad colocó este azulejo como recuerdo de dicho acto.


Preguntad a cualquier persona sincera y que ya no sea joven y muy probablemente os dirá que, al  haber experimentado la vida en este mundo, ...


Preguntad a cualquier persona sincera y que ya no sea joven y muy probablemente os dirá que, al 

haber experimentado la vida en este mundo, no tendría ganas de empezarla en otro. 

Bertrand Russell, Ensayos impopulares.

Córdoba, foto SMCE


Ahora sí tiene sentido que en toda la plaza sobrevuele la humareda de las castañas. Castañas que llevan asándose ahí cuando los castañeros...

Ahora sí tiene sentido que en toda la plaza sobrevuele la humareda de las castañas. Castañas que llevan asándose ahí cuando los castañeros/as aún iban en mangas cortas. Asar castañas en mangas cortas tiene el mismo sentido que ir en pantalón largo a la piscina, ninguno. Esos infiernillos largando fiesta y el personal en ropa de verano era un contrasentido que ya tocó a su fin. Ahora, cuando los mercurios se han atemperado y Diciembre ya se parece a Diciembre, no como el mes pasado, que no parecía Noviembre, ahora sí son de agradecer las sensaciones que provocan las castañas asadas. 

Castañas que sirven para calentarse las manos, que hay que ver lo bien que sienta el papelón de castañas a guisa de confortables guantes. De punta a punta de la plaza con las castañas a brazo partido es muy de agradecer. 

SMCE

  Conforme el pasado se va alejando del presente, los recuerdos pierden consistencia y se convierte en irreales. Pero, como decía Jean Paul,...

 Conforme el pasado se va alejando del presente, los recuerdos pierden consistencia y se convierte en irreales. Pero, como decía Jean Paul, la memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados.



 De algún modo, algo se detuvo en la segunda semana del pasado mes de marzo y desde entonces el desconcierto se ha arrastrado hasta nosotro...



 De algún modo, algo se detuvo en la segunda semana del pasado mes de marzo y desde entonces el desconcierto se ha arrastrado hasta nosotros como una sombra.

Ya no se habla de que aprenderemos después de esta crisis. Ni de si saldremos mejores o peores. Para que. Nadie sabe lo que durará esta nueva sacudida. Y cada vez es más complejo aventurar un horizonte.

Este verano ya se parece (antes de acabar) a una nostalgia.

A una difícil nostalgia antes de tiempo.

📷 @santi_smce

Costaleros Hdad Jesus Despojado

  Ya lo dice el viejo refrán castellano cuando sentencia aquello de “el hombre dispone y después llega el toro y lo descompone”. Algo muy si...

 



Ya lo dice el viejo refrán castellano cuando sentencia aquello de “el hombre dispone y después llega el toro y lo descompone”. Algo muy similar ha ocurrido en este curso cofrade que acaba de dar su última ‘chicotá’ y que queda ahi, como un paso, para siempre.


Con la llegada de la epidemia del COVID-19 se hundía prácticamente la mitad del curso cofrade 2019 — 2020


La procesiones tuvieron que suspenderse tras muchos años ininterrumpidos de cofradías en las calles.


Muchos kilos de impotencia y fardos cargados de pesadumbre en un tiempo que, para cuando haya vacunación o remedio terapéutico, será recordado como una pesadilla. 


Gran historia de abuelo cebolleta para transmitirla a los nietos alrededor de una chimenea en una noche invernal con lluvia. 


Y creo sinceramente que no será la última vez que ocurra porque todo conduce a que el curso que comienza pasado mañana, tendrá los mismos ingredientes, quizá tengamos que poner nuestra mirada en la Semana Santa 2022.

El objetivo de este verano no es ir muy lejos, sino todo lo contrario; parar. Este verano nos sobrará tiempo para la pereza veraniega y viv...

El objetivo de este verano no es ir muy lejos, sino todo lo contrario; parar.

Este verano nos sobrará tiempo para la pereza veraniega y vivir la aventura más vertiginosa del mundo; pensar en uno mismo.
Foto SMCE

Las personas cambiamos, evolucionamos, incluso a veces hasta involucionamos, pero estamos en nuestro derecho de hacerlo, de modificar nues...

Las personas cambiamos, evolucionamos, incluso a veces hasta involucionamos, pero estamos en nuestro derecho de hacerlo, de modificar nuestro punto de vista, balancear nuestras prioridades, trasformar nuestra vida, alterar nuestro camino... y tanto nosotros como quienes nos rodean deberíamos vivirlo y aceptarlo con total naturalidad... 

SMCE
Cadiz, foto SMCE

Hace seis meses nos creíamos inmortales y vivíamos como si no hubiera un mañana. Ahora sabemos que todo pende de un hilo, que las tornas cam...

Hace seis meses nos creíamos inmortales y vivíamos como si no hubiera un mañana. Ahora sabemos que todo pende de un hilo, que las tornas cambian de un día para otro y que somos hojas a merced de cualquier viento. 
En otras palabras, hemos descubierto que somos frágiles. Y ese será el mejor regalo que puede hacernos la pandemia, porque solo quien se sabe frágil pone los medios para preservarse de ella y, por tanto, fortalecerse. También, y con un poco de suerte, es posible que esa misma fragilidad nos vuelva comprensivos, compasivos, responsables y, sobre todo, menos desmemoriados
FOTO SMCE
Playa Sanlucar, foto SMCE

Según avanzamos como especie, el terror ha ido cambiando también sus preferencias. Antes era el miedo a lo desconocido y hoy es a lo que s...

Según avanzamos como especie, el terror ha ido cambiando también sus preferencias. Antes era el miedo a lo desconocido y hoy es a lo que sabemos.
Después de pasar casi 100 días en estado de alarma regresamos sin hora a las calles y caminos, incluso a los mismos caminos pero no son igual a los de entonces. Nosotros, tampoco.
Caminar los requiere normas que no existían, medidas que desconocíamos, cuidados que habíamos descuidado. La mayoría de nosotros va detrás de una mascarilla.Luego están quién se la pone en el bíceps y delatan en su condición. En bolsos y bolsillos transportamos geles hidroalcohólicos.
Los extraños son aún más extraños y, además, todos llevamos el estigma de la sospecha representada mentalmente en la amenaza que también somos. El rico y el pobre. El religioso y el ateo. El joven y el viejo.
Nadie se libra de la “nueva anormalidad”, ni para dar un paseo como digo, por un camino, que más bien parece ahora la M-30.
SMCE