Cartel de Semana Santa 2018 y portada de la revista realizada por Tertulia Cofrade Cíngulo. Donde representa El detalle de los pies del Cr...

La presentación de un cartel o una publicación en Daimiel es siempre una gran noticia

Cartel de Semana Santa 2018 y portada de la revista realizada por Tertulia Cofrade Cíngulo. Donde representa El detalle de los pies del Cristo de la Luz.

Fotografía realizada por: Jaime Camacho.
Un año más nos hemos reunido además de hacer la entrega del Nazareno de Plata para presentar nuestro cartel y revista de la Semana Santa 2018, esa celebración que nos activa año tras año y que días antes como ahora, hace resurgir a la ciudad del letargo en el que permanece el resto del año. Llegará, pasará pero quedará en nuestros recuerdos como algo nuevo, aunque en realidad sea lo mismo año tras año. Sentir lo mismo pero vivido de diferente manera.

La presentación de un cartel o una publicación en Daimiel es siempre una gran noticia, y mas aún si está dedicada al movimiento cofrade, que es el colectivo más numeroso de nuestro pueblo, con participación de cofrades no sólo de nuestro pueblo sino también de otros lugares y de todas las edades.

La importancia de este colectivo en el tejido social es rotunda  y  así  se  demuestra  en  la infinidad  de actividades  que organiza a lo largo del año. A esto hay que añadir, por supuesto, la celebración de la Semana Santa, en la que se pone de manifiesto su arraigo de siglos, el alto valor de su patrimonio artístico y la devoción de los daimieleños a sus imágenes titulares.

El aspecto que presenta el pueblo en esos días es la mejor prueba de esta importancia. El mundo cofrade, que moviliza a cientos de personas en Daimiel, necesita de unos canales de información y a ello se suma este segundo número de CINGULO que tiene entre sus manos, una publicación anual que nace  de   un   grupo   de   cofrades que  la conocen,   porque   la  viven   en profundidad, esta tradición daimieleña.

Ellos serán los encargados de ofrecernos no  sólo la  opinión, sino también la  información  de las distintas facetas que componen este mundo. Para ello, esta revista cuenta con un excelente plantel de personas que en cada número nos demostrarán que siempre queda algo por aprender.

Todo ello redactado desde la tranquilidad que da la distancia, y la nostalgia, porque es inevitable sentirla, para que todos, propios y extraños, podamos recordar, y quizás aprender algo que desconocíamos, de lo que fueron aquellos esperados días.

Así mismo, los daimieleños cuyo sentir de la Pasión les hizo tomar una cámara e intentar capturar en imágenes lo vivido en esos días santos, en los que Daimiel se llena de magia y vivencias, acuden también a nosotros, fieles a nuestra cita de cada año, para poner a disposición de este proyecto, de forma desinteresada y con mucha ilusión, las imágenes que contribuyen a narrar esta crónica, a componer esta revista, CINGULO, salida del alma, del esfuerzo y del corazón.

Y como no sería posible componer este espectro fiable de experiencias íntimas, labradas en el seno del pueblo daimieleño cuyo corazón late en conjunto en sus días de Pasión, sin el trabajo de todas y cada una de las personas que contribuyen y colaboran en llevarlo a cabo, con sus relatos y sus fotografías, no puedo dejar pasar la oportunidad de dar las GRACIAS, y felicitar a todos las personas que han hecho posible esta publicación, con el convencimiento de que sus páginas se convertirán   un  instrumento  valioso   para   todos   los   cofrades.

Ya para finalizar esta introducción, recordar que esta revista tiene el propósito de abrir boca para la Semana Santa que nos espera, que está a punto de comenzar en este 2018.

Tanto para los que tenemos la suerte de vivirla en directo año tras año, pues rememorar nos ayuda a calentar motores, alimenta el deseo de repetir lo vivido, y nos recarga las pilas del espíritu que nunca se apagan, recordándonos lo que está por llegar, haciéndonos casi saborear las vivencias que sabemos que vamos a experimentar, recorriendo las mismas calles y rincones, con la ilusión renovada de los que saben que la experiencia nunca es la misma, y siempre nos deja con ganas de más. Y para aquellos en la diáspora, los que nos siguen desde la distancia, y no pueden acompañarnos más que en el espíritu y la emoción, sirva CINGULO de alimento del alma y del corazón.

Así pues, dejen lo que estén haciendo, permítanse sentir ese cosquilleo que calienta por dentro y nos hace esbozar una sonrisa íntima, y dispónganse a recorrer las páginas de esta revista, dispuestos a empaparse de nostalgia y recuperar en su memoria las emociones vividas.

MUCHAS GRACIAS A TODOS.

SMCE

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