Tiempos de cofradías, que no de hermandades. Pasaron esos tiempos en los que se recolectaban los pocas revistas de semana santa que c...

Nostalgia de otros tiempos



Tiempos de cofradías, que no de hermandades. Pasaron esos tiempos en los que se recolectaban los pocas revistas de semana santa que circulaban y salían a la luz, cuando un concierto era un acontecimiento memorable. Cuando miraban con extrañeza a un fotógrafo por llevar un trípode. Tiempos de extraordinarias, verdaderamente extraordinarias.

Tiempos memorables cuando un aspirante a presidir una Cofradía no necesitaba hacer campaña electoral. No todo lo antiguo es bueno y lo moderno es malo, pero hemos perdido esa conciencia de grupo, de hermandad, que teníamos y que ahora se ha transformado al compás de esta sociedad desnaturalizada.

Trataremos de apoyarnos en los momentos que nos queden, en el trabajo de los artesanos, de las bandas, de los floristas, de los bordadores,..., de todas esas personas que ponen el corazón en lo que hacen. Y en los momentos que nos pinchen en el corazón detrás de un paso al son de una marcha. Voy a hibernar que llega el frio al alma.

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