Todos los que nos consideramos cofrades tenemos en nuestra cartera esa Foto que tanto mimamos. Esa Foto con mayúsculas, la fotos de nuest...

No hay nada más confortante que entrar en un bar y verlas allí colgadas.


Todos los que nos consideramos cofrades tenemos en nuestra cartera esa Foto que tanto mimamos. Esa Foto con mayúsculas, la fotos de nuestras devociones que la llevamos guardadas como si de un familiar más se tratase…y en verdad es que lo son.
Los cofrades tenemos muchos defectos (no planchar la túnica algunos y querer siempre arreglar la Hermandad de otro cofrade son dos de ellos) pero sabemos lo que de verdad importa y merece la pena. Y como nos gusta sentirnos arropados los llevamos a Ellos con nosotros para que bueno, nos guíen un poquito… que tienes un examen, miras la Foto; que tienes una entrevista de trabajo, miras la Foto; que tienes una cita, miras la Foto; que buscas aparcamiento, miras la Foto y… y te comes el coche de enfrente porque Ellos no están para ese tipo de pamplinas, así que vamos a preocuparlos con lo que de verdad importa.
¿Y las Fotos en los bares? No hay nada más confortante que entrar solo en un bar, sentarse, pedir algo (la sin alcohol y el agua con gas no lo considero “algo”) mirar la pared y ver la Foto de tu Vecino colgada en el lugar más privilegiado que un bar puede tener; la columna donde se ponen los dibujos del colegio de los hijos del camarero. Ves la Foto y te sientes como en casa, es más, te sientes mejor que en casa porque en casa no suele haber un tirador de cerveza. Y es que, querido amigo, no te fíes nunca de un bar que no tiene ninguna Foto colgada de un Vecino… algo raro tiene que tener para que después del tiempo que pasamos allí no hayan llevado ninguna.


Hospitales, bares, coches, taquillas, carteras… estampitas y fotos de nuestros Vecinos que lo llenan todo, literalmente todo, todo, todo; el cristal de la mesilla de noche, los bolsillos de dentro de los trajes de chaqueta de los niños en las comuniones, debajo de los cojines de los sofás de las abuelas justo al lado de los envoltorios escondidos de los bombones… que no hay nada más raro en este mundo que ver a un cofrade tirando fotos, que nos cuesta trabajo hasta tirar las papeletas de Navidad aún sabiendo que no han tocado porque llevan la foto de los titulares.Pues eso, que nunca nos falte esa Foto en la cartera, que nunca nos falte esa mirada de eternos enamorados que les echamos cada vez que los vemos. Que nunca nos falte ese apoyo y esa ayuda que nos dan con solo mirarlas, que todo tiene sentido teniéndolos a Ellos cerquita, en los sitios que sabemos que nos hacen falta para mirarlas de vez en cuando y que nos salga del alma un “GRACIAS”… y es que una Foto de Ellos puede ayudar más que mil consejos a tiempo, ¿a que sí?

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