El buen gusto no entiende de modas Volvió a ocurrir. Como cada año, en Sevilla cuando noviembre enfila la recta que conduce a la previa...

Inicio de un nuevo ciclo

El buen gusto no entiende de modas

Volvió a ocurrir. Como cada año, en Sevilla cuando noviembre enfila la recta que conduce a la previa de la Navidad, la Virgen de la Amargura desciende del camarín en el que se le rinde culto a lo largo del curso para encontrarse con sus fieles. Es por innumerables circunstancias cita ineludible, y lo es porque si de lo que se trata en un besamano es que la dolorosa se acerque para que los fieles sientan su cercanía, en un entorno que podrá ser más o menos complejo o simple, original o clásico, la priostía de la corporación sita en San Juan de la Palma siempre logra el resultado adecuado, sin perder el norte en cuanto a modas, convirtiendo la reconciliación tradicional de la belleza en buen gusto.
Besamanos de la Amargura. Fotografías, Manuel Jesús Rodríguez Rechi.

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