¿Estáis puestos, pabilos de las cañas para el supremo arte de encender una candelería, chorreones de los cirios que vais alfombrando de ce...

¿Estáis puestos, pabilos de las cañas para el supremo arte de encender una candelería, chorreones de los cirios que vais alfombrando de cera la carrera oficial como no lo haría ni la Real Fábrica de Tapices?
(Antonio Burgos. "Los días del gozo", Pregón de la Semana Santa de Sevilla, 2008)

Llegada la primavera, o mientras se aproxima, algunos comercios sevillanos (no solo del centro de la ciudad de Sevilla, aunque sí predomi...

Llegada la primavera, o mientras se aproxima, algunos comercios sevillanos (no solo del centro de la ciudad de Sevilla, aunque sí predominantemente de allí) empiezan a transmutarse en capillas, cambiando el aroma habitual de sus ambientadores de pistola por vaharadas de incienso espeso y apartando de sus cristaleras los maniquíes, las mercancías más propias y los fríos reclamos de la globalización para dejar hueco a los pasitos en miniatura, a los nazarenitos de caramelo, a los cuadros de la Virgen enmarcados con ricas volutas doradas y adornados con telas adamascadas que caen elegantemente por detrás de los caballetes.

Donde antes había una figura ataviada de otoño/invierno, ahora luce un farol y un nazareno revestido de raso; donde antes colgaban cinturones, ahora lo hacen cordones o medallas. Hay todo un ceremonial –esperado por la población– en el adorno cofradiero de los escaparates.

En ocasiones extremas, algunos llevan a lucir auténticas dolorosas prácticamente listas y coronadas para la procesión, y su contemplación desde la calle despierta la sorpresa de los transeúntes. Pero es más normal el pequeño detalle. Pero por encima de todo, donde se nota un establecimiento cofradiero es en que luce en lugar preferente de su puerta o de sus cristaleras el cartel de la Semana Santa del año en cuestión, amén del de su cofradía, su peña o la asociación que por vecindad o por simpatías más competa exhibir.

La calle Sierpes en particular es una de las más vistosas, junto con la Plaza del Duque. Si hubiera que nombrar un escaparate por antonomasia, el de la confitería La Campana, con sus pasitos, sus torrijas y pestiños, sus nazarenitos de azúcar y otros detalles propios de la fecha. Los hay que visitan escapatares como si recorrieran iglesias.

Fotos: Alfonso García

En mi pueblo dicen todos, todos dicen en mi pueblo que su Jesús Nazareno no lo tiene el mundo entero. Y es verdad que n...





En mi pueblo dicen todos,
todos dicen en mi pueblo
que su Jesús Nazareno
no lo tiene el mundo entero.

Y es verdad que nos lo tiene
nadie en el mundo entero.

Porque su dulce Jesús,
su Jesús Nazareno,
tiene algo en su mirar
y en su semblante sereno
que parece que camina
y habla, cuando va subiendo
la cuesta del Viernes Santo,
mientras el sol va poniendo
una ráfaga de oro
en el pesado madero
que a sus hombros lleva
cuando nos va redimiendo.

!Ay! mi divino Jesús,
!Ay! mi Jesús Nazareno.

(Fragmento del pregón que pronunció Antonio Rodriguez Buzón en la Semana Santa de Osuna Sevilla)


Como cada año, volveremos a ese lugar del ropero donde se encuentra el mayor tesoro que guardamos, nuestra túnica de nazareno. Por una p...

Como cada año, volveremos a ese lugar del ropero donde se encuentra el mayor tesoro que guardamos, nuestra túnica de nazareno. Por una parte sentimos que aún es pronto, pero hay algo que nos empuja y no podemos controlarlo.

En lo alto del ropero, tumbado y envuelto en una bolsa, el capirote. Con su badana deshilada por los años y el filo marcado por el sudor, pero que a pesar de su insignificante coste te resistes a cambiar. 

Volveremos al cajón de la cómoda donde tienes prohibido tocar a todo el mundo y entre papeles de seda duermen su letargo los escudos del antifaz y de la capa, tuyo y de tus hijos, vuestros cíngulos, y en una caja de metálica, las diversas medallas y demás atributos de la vestimenta nazarena.

Este año han dado un estirón, como los anillos que marcan la vida de un árbol, nuestros troncos van creciendo y en los bajos marcados levemente los años de tu memoria, donde lo esperabas en la mañana recién levantados y hoy ya salen contigo desde tu casa. 

Hoy es el día de volverlas a sacar de su letargo y luego cumplir el rito de llegar a la casa con ellas poniéndolas en el lugar más visible de esa habitación donde aguardarán el momento mas esperado del año.
SMCE

Detalle de túnicas en un armario

Foto gentileza de Juan Fisac

RITOS DE LA CUARESMA Llegamos casi al ecuador de la Cuaresma y todo sigue su curso, todo se sigue desarrollando con un pulso lento, ...


RITOS DE LA CUARESMA

Llegamos casi al ecuador de la Cuaresma y todo sigue su curso, todo se sigue desarrollando con un pulso lento, comedido aún. En esta segunda mitad de la Cuaresma este pulso se irá acelerando por días y todo el orden y el concierto del que gozamos en esta primera mitad, desaparecerá.

Los ritos se han ido cumpliendo, los ensayos aparecen fugazmente un año más, llegan y casi se van al instante, señal de la tremenda fugacidad de esta época. La túnica del pequeño también se está poniendo a punto, una túnica que delata lo imparable del tiempo.

El siguiente ritual que marca el calendario es el de la celebración de los Triduos y Septenarios a nuestros titulares. Pronto tocará ir al primer besamnaos de Daimiel, el de Jesús Nazareno.

En medio de todos estos rituales, un olor, una luz se va colando en nuestras tardes de cuaresma, unos templos, un rato de charla cofrade o algún rumor o comentario de los que aún siguen "rodando" por ahí. Todo esto forma parte de la cuaresma, todos los ritos se van sucediendo, todo va sumando al gozo de una nueva cuaresma que nos dejará en las puertas de una nueva Semana Santa.

Disfruten que es efímero.
SMCE

Cada Viernes Santo hemos ido viendo pasar nazarenos y nazarenos y, la verdad, apenas si nos hemos fijado en ellos. Se han acercado y han p...

Cada Viernes Santo hemos ido viendo pasar nazarenos y nazarenos y, la verdad, apenas si nos hemos fijado en ellos. Se han acercado y han pasado, dejando levemente impresionada en nuestra retina la huella luminosa del color de sus túnicas, túnicas moradas de Viernes Santo.

Pero ahora mismo, la procesión ha detenido su marcha y, ante  nosotros, acaba de pararse un nazareno. Ni él nos mira, ni nosotros detenemos particularmente nuestra mirada en el. Mas, de pronto, nuestra vista, que anda recorriendo la cinta en quietud de la cofradía detenida, se ha posado sobre el nazareno que está parado ante nuestros ojos, a pocos decímetros de nuestros cuerpos. ¿Quien será este nazareno? ¿Quien será este hombre?

Dios no pregunta. Él ya lo sabe. Nosotros, ciegos, a pesar de ver, seguiremos preguntándonos cuando un nazareno detenga su penitente caminar ante nuestros ojos. ¿Por qué, Señor, este hombre que nunca sabremos quien es, ha tomado en sus manos la cruz y se ha echado a recorrer la ciudad, oculto bajo su túnica nazarena?

SMCE


El 18 de marzo de cada año se celebra en la localidad sevillana de Mairena del Alcor, la procesión penitencial del Santísimo Cristo de la...

El 18 de marzo de cada año se celebra en la localidad sevillana de Mairena del Alcor, la procesión penitencial del Santísimo Cristo de la Cárcel, la imagen de mayor devoción en la población. Si bien es un cuadro pintado, igualmente procesiona sobre su paso llevado por costaleros al son de música de capilla, el paso es acompañado por un numeroso grupo de penitentes denominados "los grillos" porque en sus piernas llevan grilletes que hacen un sonido característico y singular en recuerdo de los presos que se encontraban en la cárcel del pueblo y que le rezaban al Cristo pidiendo perdón y clemencia.
Texto y fotos Alfonso García

Con este reportaje termino la serie de Hebreas, Además de las de Sevilla capital se exponen tres de Mairena del Alcor. Fotos Alfonso Gar...

Con este reportaje termino la serie de Hebreas, Además de las de Sevilla capital se exponen tres de Mairena del Alcor.
Fotos Alfonso García

Fotos de Besamanos y Besapie de la Tercera Semana de Marzo en Sevilla, no están todos los que son, pero si los mas representativos. Fotos...

Fotos de Besamanos y Besapie de la Tercera Semana de Marzo en Sevilla, no están todos los que son, pero si los mas representativos.
Fotos Alfonso García

Cada año buscamos lo que se perdió tras el imperceptible muro que nos separa de la infancia. Cada año buscamos reencontrarnos con la...



Cada año buscamos lo que se perdió tras el imperceptible muro que nos separa de la infancia. Cada año buscamos reencontrarnos con la única Semana Santa que perdura en la memoria.

Cada año volvemos otra vez a los cangilones que la noria del tiempo perdido nos devuelve cuando llegan los días de la Pasión.

Atrapado en el laberinto de su propia existencia, el hombre se encuentra cada Semana Santa con lo que fue. Vive sobre lo vivido y se nutre de sus recuerdos. La Semana Santa no es, pues, un espejo exacto, sino mas bien un cristal evocador. 

Lo que echo de menos cada Semana Santa es lo irrepetible.