Las nuevas tecnologías han conseguido que una fecha señalada pueda ser compartida con miles de personas. Ocurre con cualquier cumpleañ...




Las nuevas tecnologías han conseguido que una fecha señalada pueda ser compartida con miles de personas. Ocurre con cualquier cumpleaños, con un aniversario, una boda o un viaje. Tanto más con celebraciones colectivas como la Semana Santa, que provocan una ingente actividad por internet gracias a la nueva generación de móviles inteligentes, que permiten hacer fotos y subirlas de momento a la red, o a las cámaras digitales, al alcance de cualquier persona y que alimentan decenas de blogs.

Sólo hace falta acudir a la salida de cualquier hermandad para comprobar esta nueva manera de dejar testimonio. Con el smartphone en mano, decenas de cofrades se esmeran en captar la mejor instantánea de un paso, para acto seguido compartirlo a través de Facebook, la red social Twitter o los chats privados que permiten estos móviles. Cada movimiento es respondido por decenas de flashes, lo que permite acercar ese momento a quienes no pueden estar presentes pero, por otra parte, desluce algunos momentos de los defiles debido a quienes, literalmente, no dudan en colarse en la procesión para captar el mejor momento.

La tecnología ha disparado el número de fotógrafos e informadores aficionados, a la vez que ha alimentado nuevas aficiones al mundo de la imagen. 

La Semana Santa permite disfrutar con la fotografía. El ambiente que se crea durante las procesiones, el incienso, la luz de las velas y la calidad de las tallas son elementos perfectos para los aficionados.
SMCE

Viernes Santo en Daimiel ,Ciudad Real Foto Juan Moya De lo que vimos y ya no vemos; de lo que fuimos y ya no somos. Ésta debería ...

Viernes Santo en Daimiel ,Ciudad Real
Foto Juan Moya


De lo que vimos y ya no vemos; de lo que fuimos y ya no somos. Ésta debería ser la máxima que figurara, como un memento mori, al frente de cada reflexión sobre la Semana Santa. Escribir en torno a la misma nos hace recurrir a la huella de miradas y sensaciones que sólo viven ya, irremediablemente, como recuerdos. Por encima de la actitud personal ante esa fiesta compleja y frágil, resulta difícil para los cofrades no haber participado de modo activo en ella en algún momento.
Incluso al dejarla de lado requiere, salvo extrañas excepciones, haberla vivido, para así poder apartarse de ella con la conciencia de que el beneficio supera a la pérdida.

Los territorios de la Semana Santa son, por ello, los de nuestra mente. Los ritos de evocación adquieren una especial naturaleza cuando se refieren al tiempo que la fiesta ocupa, ya que no hablamos tan sólo de una cronología histórica, sino que nos referimos sobre todo a una experiencia interior compartida tan sólo de modo parcial. La Semana Santa configura, en esta  medida, una rara forma de patrimonio, un patrimonio privado del que somos los mejores conocedores e intérpretes: por mucho que personas cercanas- familia, amigos...-lleguen a estar cerca del mismo, sus claves se apoyan sobre unos cimientos que hemos construido con el correr de los años. 

Paradójicamente, nos esforzamos a menudo en transmitirlas, sin darnos cuenta de que la tarea es imposible: la educación sentimental que termina por convertirnos en parte de la fiesta demanda, de modo casi inapelable, que creamos propia nuestra propia mirada con fragmentos de lo heredado y, sobre todo, con la experiencia personal.

Una vez asumido esto, resulta fascinante  pensar que existió una impresión primera en nuestros ojos cuyo recuerdo no es posible convocar, a no ser que, de modo engañoso, salga la imaginación en auxilio de la memoria.

Poco a poco vamos dejando de ser niños, y nuevas impresiones se añaden como sedimentos que la Semana Santa deposita en la secuencia de nuestra vidas. 

Al mediar el aprendizaje junto a los que nos precedieron en ese proceso, comenzamos a participar de sus juicios, a recibir una parte del legado que ellos han ido construyendo y que , como ya se ha señalado, tienen la necesidad de transmitir. Sin embargo, es en esos momentos cuando la Semana Santa empieza a ser nuestra de un modo natural, y vamos tejiendo sin prisa el tapiz que una y otra vez reharemos hasta que la fiesta deje de ser, por una u otra circunstancia, parte de nosotros.  Es aquí donde, de un modo ingenuo, osaremos emitir- a veces en silencio- nuestros propios juicios sobre lo que se nos ofrece, donde se irá formando nuestro modo de ver y donde, tímidamente, la devoción y la admiración irán reclamando sus respectivas parcelas poniendo de manifiesto otra gran frase que resume todo esto, la mirada que fue y la que difícilmente volverá a ser.

SMCE

El tiempo pasa y nunca vuelve atrás. Vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en rutinas estresantes, viendo cómo el ti...

El tiempo pasa y nunca vuelve atrás. Vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en rutinas estresantes, viendo cómo el tiempo se nos escapa de las manos sin que seamos plenamente conscientes de ello.

El tiempo es viento que no respeta. A veces, se vuelve huracán que arrasa usos y remueve antigüedades; otras, en cambio, despierta con sus cosquillas tradiciones que dormitaban, o arrastra novedades que acabarán arraigando en la tierra buena de las costumbres de nuestro pueblo. Sería difícil establecer un balance de lo que se perdió y lo que se innovó, e imposible predecir si el saldo resultante será positivo o negativo.


Antigua imagen de la Virgen de La Amargura de Daimiel de Castillo Lastrucci,antes de ser profundamente restaurada por Dube de Luque.













Imagen de la Virgen de la Amargura antes de ser profundamente restaurada por Dube de Luque. Autor original:Castillo Lastrucci.

Santísima de la Quinta Angustia, Córdoba. Una imagen de la cuaresma es ver a las Dolorosas vestidas de hebrea portando en sus ma...


Santísima de la Quinta Angustia, Córdoba.

Una imagen de la cuaresma es ver a las Dolorosas vestidas de hebrea portando en sus manos una corona de espinas, símbolo de la pasión, que se usó como burla a Jesús por parte de los soldados romanos que lo coronaron como Rey de los Judíos. Cuentan que se hizo con ramas que poseían unas espinas muy gruesas de un arbusto denominado acacia, muy pródigo en tierras de Israel muy cercanas al Gólgota.

Estos días de cobros de la pechería han venido como agua de mayo a la maltrecha economía de algunas de nuestras hermandades que, lógicame...


Estos días de cobros de la pechería han venido como agua de mayo a la maltrecha economía de algunas de nuestras hermandades que, lógicamente, no iban a escaparse de la maldita crisis que nos azota y que está dejando en nuestras corporaciones una huella hasta ahora poco común y cada vez más habitual: los impagados, esos hermanos que por distintas razones no abonan sus cuotas como todo buen hijo de vecino. No me estoy inventando nada, pero en Daimiel todos sabemos que se es de varias cofradias y en muchas ocasiones "la abuela" que vive en el pueblo, es la que paga todos los recibos de los nietos e hijos, causa esta que en muchas ocasiones origina la baja de la nómina de hermanos, de daimileños que ya no se visten de nazareno o que ya no residen en nuestra localidad.

Asumida esa realidad, ahora es labor de las hermandades comprobar qué está pasando con esas personas que no satisfacen sus pagos, tarea para la que es imprescindible la figura de el Muñidor de la Hermandad, en contraposición de en los últimos años las siempre frías domiciliaciones bancarias.

El cobrador de la hermandad, esa persona que pone cara y alma a nombres y apellidos y que te permite conocer la realidad que se vive en cada casa, en cada hogarEl cobrador debe volver a la vida cotidiana de nuestras hermandades porque es él quien nos va a permitir diferenciar entre el que no paga porque verdaderamente no puede pagar y el que no lo hace simple y llanamente porque no le da la gana.

En el primero de los casos, el cobrador, además, puede ser la puerta a través de la cual la hermandad entre en la realidad de esa familia realmente necesitada de ayuda.

En el otro caso, el cobrador será quien nos permita constatar que a esa persona ha dejado de interesarle la pertenencia a la hermandad, o que es de varias hermandades y con el paso del tiempo va depurando su pertenencia a varias Cofradías para sólo quedarse con la que más relación tiene.

También habrá casos en los que sólo se mueve o se mantiene en ella por intereses puramente capiroteros o vete tú a saber por qué.

SMCE




Uno de los instantes mas emotivos de la Cofradía Ntro Padre Jesús Nazareno de Daimiel, la subida por Calle Jesús a pocos metros de realiza...


Uno de los instantes mas emotivos de la Cofradía Ntro Padre Jesús Nazareno de Daimiel, la subida por Calle Jesús a pocos metros de realizar su entrada en la Iglesia.

La vida se nos va como un palio que se aleja, y así casi sin darnos cuenta ya casi nos hemos comido Febrero , y pronto llegará la Semana S...

La vida se nos va como un palio que se aleja, y así casi sin darnos cuenta ya casi nos hemos comido Febrero , y pronto llegará la Semana Santa  y volverá a pasar.
Por eso en el corazón de cada Cofrade se la vive todo el año y se la espera un año entero. Es el sentir cofrade un cúmulo de paradojas. 


Hoy he llegado al trabajo más o menos a la misma hora que siempre, pero al bajarme del coche y mirar, he visto un cielo luminoso. Había l...

Hoy he llegado al trabajo más o menos a la misma hora que siempre, pero al bajarme del coche y mirar, he visto un cielo luminoso. Había luz.
Los pájaros cantaban, una suave brisa movía las hojas de los árboles y las hacía susurrar.
Y no sé por qué me ha venido a la mente la fría mañana de Viernes Santo.  Realmente todavía no estamos en primavera… todavía falta un poco mas de un mes.

No obstante ya se notan sus síntomas: los días van siendo más largos, los pájaros comienzan a trinar, y el Sol empieza a estar cada día más alto…

Ya queda muy atrás el solsticio de invierno, cuando el Sol, derrotado, apenas se atrevía a dejarse ver y poco a poco las calles y ambiente de nuestro pueblo se preparará para celebrar su Fiesta Mayor, su Semana Santa.

SMCE.

Las hermandades están dando pequeños saltos para aplicar los medios y tecnologías más vanguardistas a su gestión diaria, como usar program...

Las hermandades están dando pequeños saltos para aplicar los medios y tecnologías más vanguardistas a su gestión diaria, como usar programas informáticos para llevar las cuentas, los datos de los hermanos o comunicarse con éstos, realizar TAC o radiografías a las imágenes Titulares, emplear las redes sociales…  sistemas de geolocalización (GPS) con el que se pretende conocer dónde se encuentra una cofradía en cada momento, etc. 

Todo esto no quiere decir que haya que perder algunas costumbres y modos que son seña de identidad de cada una de las corporaciones, las que en sí son pura obra de arte y aportan belleza a través de determinados ritos como, por ejemplo, fundir la cera y volcarla con un jarrillo o elevar un Crucificado con cuerdas y garrucha para subirlo al paso.

Pero todavía quedan muchas cosas por mejorar y que urgen implantar, como el voto por correo -inexistente en muchas hermandades- o algo tan simple como poder sacar una papeleta de sitio desde otra ciudad a través de medios telemáticos y usar el certificado digital para cambiar tus datos personales o cuenta bancaria… Ejemplos tenemos a nuestro alrededor. Fijémonos en ellos y apliquémoslos a nuestra hermandades. No todo es malo.
Detalle Cristo de la Viga, Jerez

El arte es algo caprichoso y que no se representa de una forma empírica, además, que innecesariamente se muestra en nuestras vidas, po...


El arte es algo caprichoso y que no se representa de una forma empírica, además, que innecesariamente se muestra en nuestras vidas, podemos tener un arte oculto y no despertar jamás. 
Las galerías, museos, teatros, cines, etc., se copan de numerosas puestas en escena para que el público disfrute de estas representaciones musicales, teatrales, pictóricas o de cualquier género que por un módico precio en algunos casos o millonarias cifras en otros, hacen que estos afortunados puedan seguir viviendo de su vocación.

Hoy me quiero enfocar en esas otras formas de expresar el arte y que como sala de exposición utilizan las calles. Miles de artistas llamados callejeros ocupan las vías de nuestras ciudades viviendo de la caridad. También existen aquellos que de forma oportunista buscan la coyuntura para poder llevarse el pan a la boca, pero ahí también hay su arte. Equilibristas y malabaristas en los semáforos, el violinista que durante años no cesa el empeño y que en una calle lúgubre de la Magdalena deja notas nostálgicas en la noche. Aquellos jóvenes polacos que en quinteto de cuerda nos deleitan con Pasa la Macarena o Amarguras en días de cuaresma por Sierpes. Láminas de paisajes estelares hechas en cinco minutos con espray. Los mimos y las figuras inmóviles que por una moneda te regalan un gesto o aquella otra que la esquina de correos pega unos sustos de muerte. Verdaderas obras de arte efímeras hechas en el suelo o en la pared con la maestría de los grandes maestros.