“AGUADORES” POST COVID

La figura del “Aguador” es quizás una de las más castizas que perduran en nuestra semana santa, su labor de dar de beber al sediento es muy importante para mitigar la fatiga de los costaleros en su esfuerzo de portar los pasos procesionales. El acercar el agua para que beban los costaleros ha sufrido diversos cambios a lo largo de los tiempos, desde los botijos y cántaros de barro de las épocas más antiguas hasta las garrafas de plástico, siempre acompañado de otro utensilio imprescindible “el jarrillo de lata”. Pues todo de eso al parecer se ha terminado, esas imágenes de los aguadores clásicos van a pasar a la historia y si no cambian mucho las cosas quedarán en la memoria, ya no las volveremos a ver pues los protocolos anti pandemia dictan que el agua debe ser administrada a los costaleros de otro modo más higiénico y aséptico para evitar males mayores, así que ahora el aguador se nos ha convertido en el portador de botellas de plástico, una imagen carente de todo romanticismo que ojalá volvamos a recuperar algún día, señal de que todo va mejor.