En el diccionario de la RAE se dice que “veneración” es la acción y efecto de venerar, es decir “Dar culto a Dios, a los santos, o a las cosas sagradas” y eso es lo que se pretende con la exposición de las imágenes sagradas para su contemplación en un bello altar efímero, que mueva a la oración, al diálogo del devoto con su imagen devocional y que la sensación de cercanía y proximidad no se pierda.
Como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga, esto lo digo porque de todos es conocido los efectos dañinos que producen los besos y los roces de los pañuelos en las policromías de las imágenes. Por otro lado los fotógrafos hemos salido beneficiados ya que al no haber continuamente personas delante de las imágenes, resulta más fácil hacer las instantáneas que son de nuestro agrado.
Como prueba palpable de estos nuevos tiempos en el mundo de las hermandades y cofradías, sirva de ejemplo lo sucedido en la celebración de la festividad de Nuestra Señora del Carmen, donde varías imágenes carmelitas de Sevilla han optado por esta fórmula de “Veneración Pública de Fieles”.
Fotos y texto Alfonso García
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