Los que me conocen bien saben la forma en que me gusta salir de nazareno y que si una cosa he aprendido de Sevilla es a salir d...

Ir y venir del templo por el camino mas corto y siempre con el rostro cubierto




Los que me conocen bien saben la forma en que me gusta salir de nazareno y que si una cosa he aprendido de Sevilla es a salir de penitente. Nada del "postureo" de ir con la túnica y sin cubrir con el capirucho, mucho menos hacerme fotos destapado. De un tiempo a esta parte Sevilla me ha enseñado a salir de Penitente. Nada es como antes. Hay cosas que te marcan para siempre, y esta es una de ellas, el ver desfilar a los penitentes de algunas cofradías de Sevilla, sobre todo las mas serias

En mi opinión lo primero que debemos dejar claro es que la estación de penitencia para un cofrade empieza y termina en tu domicilio particular, desde el mismo momento que te pones la túnica ya debe de comportarte siguiendo las reglas establecidas por la Hermandad. Así es en Sevilla, y yo me he fijado en esa forma de vestir la túnica. Sales de tu casa y te dirijes a la iglesia por el camino más corto, con el antifaz puesto en todo momento y en completo silencio, está prohibido hablar por la calle. 

Aunque parezca extraño desde mi experiencia personal ese camino desde tu casa a la cofradía , sirve para interiorizar tus sentimientos, para ser consciente del acto que vas a realizar, para profundizar en tu sentimiento religioso que se engrandecerá cuando llegas al interior del templo y contemplas a tus titulares preparados para la salida procesional. 

El grado de recogimiento de los hermanos , el silencio y la rutina de la disciplina antes de la salida te marcan y te predisponen para el acto penitencial que vas a realizar. Pongo como ejemplo los momentos previos que podemos vivir los hermanos de las Cofradías del Cristo del Consuelo y del Stmo Cristo del Sepulcro en ambas de sus salidas procesionales.

Otro de los detalles que pueden pasar desapercibidos y que me han llamado la atención son las normas de obligado cumplimiento durante la procesión, está prohibido hablar, volver la cabeza hacia atrás y por supuesto cambiarse de lugar en la fila o abandonar el cortejo, solamente por causas de fuerza mayor y con permiso de los diputados puede un nazareno hacer algo que no se recoja en las reglas o en el reglamento de régimen interno.

Y para concluir, la estación de penitencia para un nazareno no termina cuando los pasos entran en el templo, aún queda el camino de vuelta a casa que deberá hacerse exactamente igual que el de ida. El acto penitencial concluye cuando en el interior de tu domicilo te quitas la túnica y dejas de ser una persona anónima.

SMCE

Os dejo el ejemplo de las normas para los nazarenos de la Cofradía de La Amargura de Sevilla:

Haz clic en el Decálogo del nazareno de la Amargura



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