(Detalle de una cartela del paso de misterio de la Hermanad de la Paz, Córdoba)
Foto de mi amigo David Gª
Llegan esas entrañables fechas de la Navidad, esos días y momentos especiales. Por lo menos, para la mayoría porque también soy consciente de que hay personas a las que no les gustan porque las identifican con algo negativo. Como siempre, todo depende del enfoque y con aquello con lo que asociamos las cosas.
Para mí siempre son momentos especiales, y no por la locura comercial y económica en la que en parte se han convertido las navidades, sino porque son momentos de reencuentro con la familia y eso quiere decir que un año más estamos aquí para contarlo.
Si estás leyendo esto en este instante es porque puedes, es porque estás aquí, ahora y has superando un montón de nuevos obstáculos.
A veces, y creo que en demasiadas ocasiones, nos pasamos la vida pensando en lo que nos falta, en lo que podía haber sido, en lo que aún no hemos logrado, y vivimos desde la carencia esperando que llegue ese día. Por eso, más que nunca en estas fechas -y siempre- deberíamos ser más agradecidos por lo que sí tenemos, que siempre es más de lo que pensamos.
Así que mi deseo para ti estás navidades es que olvides lo que te falta y pienses en lo que sí tienes. Que dejes los lamentos para otro momento, que pienses en los que están un año más, en ser más agradecido, en aportar valor a los demás, en valorar lo que de verdad importa, la familia, las personas, en repartir ganas, esperanza e ilusión.
Conviértete en el dueño de tus pensamientos y emociones. Que tu mundo interior controle tu mundo exterior, que te conviertas en un gran creador de circunstancias en vez de ser la victima de ellas.
Te deseo que el perdón, la compasión, la paz, la abundancia y la bondad invadan todo tu cuerpo. Te deseo y espero que seas una influencia positiva para los demás.
Y ante todo te deseo salud, amor, prosperidad y felicidad.
Un abrazo
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