En el Círculo Mercantil de Sevilla se ha inaugurado la nueva edición de “Círculo de Pasión” para el presente año 2021 con la exposición dedi...

En el Círculo Mercantil de Sevilla se ha inaugurado la nueva edición de “Círculo de Pasión” para el presente año 2021 con la exposición dedicada a la Hermandad de La Lanzada con motivo de celebrar los 425 años de su fundación. En ella se muestran los más destacados enseres de su patrimonio atesorado a través de los siglos en las diferentes ramas del arte cofrade, orfebrería, bordados, esculturas, documentos etc. Sin duda una buena noticia a pesar de la suspensión de los desfiles procesionales, al menos podremos contemplar de cerca y con detalle las magníficas obras de arte que en la lejanía del paso pasan desapercibidas para la mayoría de los espectadores.

Texto y fotos Alfonso García


 ¿Tiene sentido suprimir un triduo o una misa de hermandad, sabiendo que el aforo no se va a llenar? Hay que tener mucho cuidado con las sus...

 ¿Tiene sentido suprimir un triduo o una misa de hermandad, sabiendo que el aforo no se va a llenar? Hay que tener mucho cuidado con las suspensiones y no ser más papistas que el Papa Francisco. Más peligro presunto que en un templo con 50 personas puede haber en los centros comerciales, o en las terrazas de algunos bares aunque tengan mesas de cuatro contertulios.

Además, dentro de un mes y medio, no se sabe si estaremos mejor o peor. Hay que ser prudentes, sí, pero sin adoptar decisiones apresuradas. ¿Nos vamos a encerrar para todo? ¿O no? Esa es la cuestión.

Dentro de un mes y medio no se sabe si estaremos mejor o peor. Hay que ser prudentes, sí, pero sin decisiones apresuradas.

Foto archivo. Preparación de los cultos de una hermandad



No acabo de imaginar muchos sitios donde haya metido más horas de mi vida que en los bares. Desde luego, no en las bibliotecas, los museos, ...

No acabo de imaginar muchos sitios donde haya metido más horas de mi vida que en los bares. Desde luego, no en las bibliotecas, los museos, los gimnasios o las iglesias, lugares a los que se les supone mayor provecho. Si lo examinamos un rato, veremos que algunos de los momentos más importantes de nuestras vidas sucedieron en los bares. Entre el rumor de las conversaciones y el tintineo de los vasos, nacieron amores y amistades, forjamos hostilidades eternas, discutimos del rumbo del mundo y del (sin)sentido de la existencia.

Foto SMCE


Dejando a un lado el anecdotario, las curiosidades cofrades y las ‘corrientes de pensamiento’, la cuestión se basa ahora en el horizonte que...

Dejando a un lado el anecdotario, las curiosidades cofrades y las ‘corrientes de pensamiento’, la cuestión se basa ahora en el horizonte que se vislumbra para los próximos meses. Nada alentador. Las tertulias cofrades hubieran aprovechado mejor el tiempo si, en lugar de pensar si se sale o no se sale —creencias aparte—, se hubiera configurado un proceso de adaptación a los complicados tiempos que se acercan. Tan dificultosos tanto que en un futuro podría darse el caso de la disolución de algunas hermandades. Esperemos que nunca haya que recurrir a este titular para tomarlo como premonitorio.

La cuestión económica es más grave de lo que parece. Una vez suspendida la Semana Santa en todas y cada una de las poblaciones andaluzas y españolas, el auténtico enemigo se va a encontrar en los ajustes de cuentas. En las partidas de gasto y en las exiguas entradas de ingresos. Ahí es donde la pandemia puede hacer verdadero blanco en las corporaciones nazarenas. Y ahí es donde habrá que sortear el hachazo que se aproxima para que, al menos, sea lo menos letal posible.

Con una Semana Santa suspendida, entramos de nuevo en un escenario de ingresos cero. Muchas cofradías se nutren económicamente del reparto de las sillas y palcos de la carrera oficial. El ya pasado año 2020 se esquivaron los problemas económicos pero ahora quedan doce meses más de vía crucis. A este importante flujo de entrada de ingresos hay que añadirle que un porcentaje nada desdeñable de hermanos no actualizan sus cuotas al ver el futuro incierto. Las loterías han bajado en las previsiones de venta y los eventos que se organizan para fortalecer las tesorerías no constan ahora en la hoja de ruta de las juntas de gobierno.

En definitiva, los problemas de las cofradías son más serios que si salimos este año o lo dejamos ya para el 2022. Todos los cofrades tienen un mismo denominador común: el deseo puesto en una Semana Santa como la que siempre hemos conocido. Llegar, es más que probable que se llegue a ese escenario. Tarde o temprano el ser humano se impondrá a la pandemia. La vacunación masiva de la población será el gran hachazo al virus, al menos a priori. Pero también se puede advertir que, al ritmo que se está llevando la inmunización por medio de vacunas, no será de la noche a la mañana. La pregunta es ahora en qué condiciones llegarán las cofradías a la recta final. Y mientras unos reflexionan sobre esta importante cuestión, otros siguen pensando en que queda un resquicio para la esperanza. Es como querer tomarte el antídoto de un veneno justo debajo de una espada de Damocles.

Foto Archivo
Semana Santa Córdoba



 NOS FALTA LA ILUSIÓN Hace justo un año por estas mismas fechas comenzábamos el ciclo de actos, cultos y demás eventos cofrades que nos cond...


 NOS FALTA LA ILUSIÓN

Hace justo un año por estas mismas fechas comenzábamos el ciclo de actos, cultos y demás eventos cofrades que nos conducirían hacia la meta deseada de una nueva semana santa, todavía no sabíamos nada de posibles pandemias, ni de confinamientos, ni se nos pasaba por la cabeza la suspensión de los cortejos procesionales, por lo que las sensaciones eran completamente diferentes a las del actual momento.

Ahora volvemos a tener los primeros cultos como el quinario del Gran Poder o de Jesús de las Penas de San Vicente o la novena de Jesús de la Pasión y después vendrán más, veneraciones de las imágenes titulares, ciclo de exposiciones cofrades, actos de carácter musical relacionado con la principal celebración religiosa de la ciudad etc., pero en este año, lo más importante de todo, que es la no celebración de cultos externos, es decir la ausencia de procesiones por las calles de Sevilla ya la conocemos, los cofrades ya sabemos que este año no habrá semana santa una vez más, por mucho que la jerarquía eclesiástica nos diga lo contrario, para un sevillano la semana santa no es asistir a los santos oficios, es otra cosa mucho más importante para nuestros espíritus imbuidos de la tradición y la fe popular, el rito de sacar a nuestra cofradía a la calle, participar en la estación de penitencia, sentir, oír, oler, recordar a los que ya no están, en definitiva vivencias que uno lleva en su alma y que cada año vuelven a salir a flor de piel y que son una recompensa para nuestros cuerpos y nos ayudan a continuar en nuestra vida.

Eso un año más nos faltará, por eso la sensación que tenemos actualmente es la de la falta de ilusión, esa ilusión que se nos ha arrebatado dos meses antes de la tan ansiada cuaresma y posterior semana santa, esos cuarenta días que el cofrade vive con intensidad, como camino preparatorio para el culmen de nuestros anhelos marcados en el calendario en el día de nuestra salida procesional, jornada que nos tenia en vilo mirando siempre los partes meteorológicos para tener la tranquilidad de que no lloverá, esa preparación tradicional al día soñado que es un ritual, sacar la papeleta de sitio, preparar las túnicas, recibir el boletín de la hermandad, ayudar en el  montaje de los pasos, asistir a la subida del Cristo al paso, las noches de pescaito frito y así un largo etcétera.

Son tantas cosas las que ya sabemos que no vamos a poder vivir y disfrutar que el estado de desilusión es enorme, máxime cuando la incertidumbre es total de cara al futuro, confiamos en que esta situación termine pronto, gracias a los avances médicos de las vacunas pero a fecha de hoy nadie nos puede garantizar lo que sucederá en los próximos meses.

Texto y fotos Alfonso García


Nazareno de la Misericordia - Martes Santo Écija

Nazareno de la Misericordia - Martes Santo Écija

En 2020 no hubo procesiones, pero la población estaba confinada en sus casas y las iglesias -casi todas- tampoco estaban abiertas. El escena...

En 2020 no hubo procesiones, pero la población estaba confinada en sus casas y las iglesias -casi todas- tampoco estaban abiertas. El escenario, por tanto, era bien distinto al que se dibuja en el horizonte de finales de marzo de 2021. Tampoco habrá procesiones este año según se espera, pero a priori sí habrá gente en las calles e iglesias abiertas. Toca, por tanto, inventar una Semana Santa sin calles.

Foto SMCE



 Hermandad de La Paz SEVILLA 2019 Nuestro Padre Jesús de la Victoria, de la Hermandad de la Paz de Sevilla. Agrupación Nuestra Señora de la ...

 Hermandad de La Paz SEVILLA 2019

Nuestro Padre Jesús de la Victoria, de la Hermandad de la Paz de Sevilla.

Agrupación Nuestra Señora de la Encarnación de la Hermandad de San Benito de Sevilla.

Marcha: Señor Danos, la Paz.

Video: SMCE

 

 

  Proyecto audiovisual de Bailén TV basado en un precioso poema escrito y narrado por Paco Antonio Linares Lucena, con el que se pretende da...

 


Proyecto audiovisual de Bailén TV basado en un precioso poema escrito y narrado por Paco Antonio Linares Lucena, con el que se pretende dar paso este año a una especial y atípica Semana Santa en Andalucía. Ahora, más que nunca, todos debemos meter el hombro para solventar la situación y todos debemos aplaudir a quienes trabajan para nosotros. Editado por Rafael Cabrera y EntreSueños Productora Audiovisual con imágenes de Canal Sur, 101 Málaga, Andalucía Turismo y Bailén TV, entre otros.
Marcha procesional: "Siempre la Esperanza" (2012), de Jesús J. Espinosa de los Monteros, interpretada por la Banda de la Asociación Musical San Isidro de Armilla (Granada). Concierto "Hermanos de Esperanza". Basílica de San Juan de Dios. 03/03/2017. BAILÉN TV

Las listas de bajas han empezado por donde menos se notan, Pero no parece que vayan a detenerse. El COVID quizá agrave lo que en algún caso ...

Las listas de bajas han empezado por donde menos se notan, Pero no parece que vayan a detenerse.
El COVID quizá agrave lo que en algún caso no iba a ser más que consecuencia lógica del paso del tiempo.



  Semana Santa de San Fernando de 2020. Imágenes y realización: Banian (www.banian.es) Texto: Eduardo Albarrán Orte (www.islapasion.net)

 

Semana Santa de San Fernando de 2020.

Imágenes y realización: Banian (www.banian.es)
Texto: Eduardo Albarrán Orte (www.islapasion.net)

La última semana del año no ha podido ser más desesperanzadora para los cofrades. Era como rememorar aquella pesadilla que se vivió en el me...

La última semana del año no ha podido ser más desesperanzadora para los cofrades. Era como rememorar aquella pesadilla que se vivió en el mes de marzo cuando los consejos de hermandades y las diócesis iban suspendiendo semanas santas por minutos en una escalada que daba hasta cierto vértigo por la velocidad a la que se sucedían las noticias.

Si el pasado martes se hacía público el movimiento de ficha de Sevilla y suspendía todos los actos y celebraciones en la vía pública durante los días de Semana Santa y Cuaresma, el miércoles, era el Arzobispado de Granada el que, en un gesto de solidaridad, se sumaba a la capital hispalense y suspendía también sus procesiones.

A pesar de la buena intención de muchos cofrades por esperar algunas semanas con el fin de observar cómo se va desarrollando la pandemia del COVID-19, la realidad es tozuda y son muchas las vidas que se han perdido en estos meses de crisis sanitaria. La historia es bastante fácil de explicar: A mayor contacto humano las posibilidades de contagio se incrementan, por tanto, más personas con la enfermedad agravada y un crecimiento de ingresos en los hospitales. Esto da, como resultado final, un desbordamiento de las unidades de cuidados intensivos. Son habas contadas y con un simple manual de lógica elemental se puede llegar a la conclusión de que es imposible. El capricho y el pataleo —muy dado entre los cofrades— de poco o nada sirve cuando miles de vidas se pierden en este siniestro sendero de la pandemia. Es algo muy serio lo que está en juego.

Sin embargo, no por mucho madrugar amanece más temprano. Y se han visto estos meses auténticos ejercicios de tozudez cofrade en foros y redes sociales donde el único análisis fácil es el alumbramiento de una conjura de malvados maridado con una teoría conspiranoica que a la vez está ligada a los intereses políticos de unos cuantos que se levantan cada mañana con la única intención de ver cómo se cargan las cofradías. Mientras las tasas de incidencia fluctúan y las personas enferman, el cotilleo cofrade dirime en si hay que sacar pasos o quedarnos un año más viendo las retransmisiones del 2019. Un debate de besugos.

El origen de las hermandades siempre fue el auxilio del más necesitado. Ayuda asistencial, cuando se caía en una grave enfermedad o en tener la certeza de cuando uno pasaba al Cielo Eterno alguien iba a apiadarse de tu cuerpo mortal y te enterraría dignamente. Después vinieron las manifestaciones públicas de fe. Y esta es una de las grandes funciones de las cofradías. Dar a conocer la doctrina cristiana a través de las catequesis plásticas que se representan en los pasos. Todo esto suponiendo que la totalidad de los cofrades saben lo que cada paso representa elevado sobre un canasto dorado.

El nuevo horizonte

Dejando a un lado el anecdotario, las curiosidades cofrades y las ‘corrientes de pensamiento’, la cuestión se basa ahora en el horizonte que se vislumbra para los próximos meses. Nada alentador. Las tertulias cofrades hubieran aprovechado mejor el tiempo si, en lugar de pensar si se sale o no se sale —creencias aparte—, se hubiera configurado un proceso de adaptación a los complicados tiempos que se acercan. Tan dificultosos que en este medio adelantó que podría darse el caso de la disolución de algunas hermandades en la ciudad. Esperemos que nunca haya que recurrir a este titular para tomarlo como premonitorio.

La cuestión económica es más grave de lo que parece. Una vez suspendida la Semana Santa en todas y cada una de las poblaciones andaluzas y españolas, el auténtico enemigo se va a encontrar en los ajustes de cuentas. En las partidas de gasto y en las exiguas entradas de ingresos. Ahí es donde la pandemia puede hacer verdadero blanco en las corporaciones nazarenas. Y ahí es donde habrá que sortear el hachazo que se aproxima para que, al menos, sea lo menos letal posible.

Con una Semana Santa suspendida, entramos de nuevo en un escenario de ingresos cero. Muchas cofradías se nutren económicamente del reparto de las sillas y palcos de la carrera oficial. El ya pasado año 2020 se esquivaron los problemas económicos pero ahora quedan doce meses más de vía crucis. A este importante f lujo de entrada de ingresos hay que añadirle que un porcentaje nada desdeñable de hermanos no actualizan sus cuotas al ver el futuro incierto. Las loterías han bajado en las previsiones de venta y los eventos que se organizan para fortalecer las tesorerías no constan ahora en la hoja de ruta de las juntas de gobierno.

Semama Santa Jerez
Foto SMCE