Fotos Alfonso Garcia

 

Fotos Alfonso Garcia

Tantos años hablando de ti. De tu túnica, del calor o frio que pasas a veces, de las frustración cuando la lluvia nubla tus ilusiones, del s...

Tantos años hablando de ti. De tu túnica, del calor o frio que pasas a veces, de las frustración cuando la lluvia nubla tus ilusiones, del sacrificio que supone salir con tus titulares y no verlos en todo el recorrido, de tus promesas, de lo que me cuentan tus ojos, de la sonrisa que te desborda... Tantos años hablando de la emoción que supone vestirse de nazareno, de los nervios, de cómo llegas caminando desde tu casa hasta tu iglesia, sin hablar, a veces en soledad, otras con la familia. 

Vestirse de nazareno es revestirse de todas las emociones que a veces, demasiadas, tenemos escondidas. Es reafirmarte en tus creencias, volver a tu infancia, a esos años cuando llegabas con tus padres a la Iglesia, es volverte a recordar por qué estás ahí, por qué vistes la túnica, por qué crees en Jesucristo y en su bendita Madre. Vestirse de nazareno es dar gracias a Dios constantemente, es acordarte de los tuyos durante todo el recorrido, es emocionarte cuando ves, a través del antifaz, a un padre con su hijo en brazos, a niños empezando a andar con una túnica puesta. Vestirse de nazareno es una inyección de vida, de espiritualidad.

 

Via Crucis del Cristo del Consuelo, Daimiel

Aquí os dejo una selección de altares de las diversas cofradías sevillanas que han instalado como alternativa a no haber pasos, algunos son ...

Aquí os dejo una selección de altares de las diversas cofradías sevillanas que han instalado como alternativa a no haber pasos, algunos son espectaculares como el del Buen Fin.
Fotos A.G.


Fotos Alfonso Garica

Fotos Alfonso Garica

La que hoy empieza es la auténtica primavera sin cofradías, la distopía de un mundo futuro en el que la religion no tuviera fuerzas para sac...

La que hoy empieza es la auténtica primavera sin cofradías, la distopía de un mundo futuro en el que la religion no tuviera fuerzas para sacar a las imágenes de los templos. La Semana Santa sería lo que en otras partes: el tiempo en el que una parte de la población, y cada vez menos en un país que depende sobre todo de los servicios, puede descansar y disfrutar en la calle de unos días que embriagan como el vino dulce. Los cofrades van a saber lo que es un Lunes Santo en la playa o en otros destinos (los que puedan), que podrá tener buena temperatura y hasta comida y bebida, pero que encontrarán vacío. Los cofrades van a saber cómo sabe la miel que ni llega a los labios.
foto SMCE


Os dejo una selección de altares efímeros que se podían ver ayer en Sevilla, a parte de mucha gente y muchas colas para entrar en las iglesi...

Os dejo una selección de altares efímeros que se podían ver ayer en Sevilla, a parte de mucha gente y muchas colas para entrar en las iglesias.
Fotos Alfonso Garcia

Las posibilidades de hacer turismo se esfumaron hace tiempo para todos los españoles por culpa del virus que no da su brazo a torcer. Toca c...

Las posibilidades de hacer turismo se esfumaron hace tiempo para todos los españoles por culpa del virus que no da su brazo a torcer. Toca centrar las miradas en el turismo de interior, de pasar las tardes en el parque del barrio, y de quedar con los amigos y familiares en las terrazas o veladores que con este tiempo invitan a ocupar sus sillas. Es por ello que tanto hosteleros como vecinos piden que se controlen los veladores para evitar excesos y que no se agudice más la tasa de contagios. Los primeros para que no haya irresponsables que monten mesas sin licencia, o lo hagan con más de la cuenta. Los segundos, para poder disfrutar de una ciudad que no se encuentre sitiada por los veladores.
foto SMCE


Como cada año, volveremos a ese lugar del ropero donde se encuentra el mayor tesoro que guardamos, nuestra túnica de nazareno. Por una parte...


Como cada año, volveremos a ese lugar del ropero donde se encuentra el mayor tesoro que guardamos, nuestra túnica de nazareno. Por una parte sentimos que aún es pronto, pero hay algo que nos empuja y no podemos controlarlo.

En lo alto del ropero, tumbado y envuelto en una bolsa, el capirote. Con su badana deshilada por los años y el filo marcado por el sudor, pero que a pesar de su insignificante coste te resistes a cambiar. 

Volveremos al cajón de la cómoda donde tienes prohibido tocar a todo el mundo y entre papeles de seda duermen su letargo los escudos del antifaz y de la capa, tuyo y de tus hijos, vuestros cíngulos, y en una caja de metálica, las diversas medallas y demás atributos de la vestimenta nazarena.

Este año han dado un estirón, como los anillos que marcan la vida de un árbol, nuestros troncos van creciendo y en los bajos marcados levemente los años de tu memoria, donde lo esperabas en la mañana recién levantados y hoy ya salen contigo desde tu casa. 

Hoy es el día de volverlas a sacar de su letargo y luego cumplir el rito de llegar a la casa con ellas poniéndolas en el lugar más visible de esa habitación donde aguardarán el momento mas esperado del año.
SMCE