La memoria de nuestros abuelos es la misma que la de los resortes de nuestra ilusión. 

La escena reflejada en esta foto es reflejo de esa ilusión.

Esta imagen no conoce el paso del tiempo, permanece inmóvil en la memoria, a pesar del ligero cambio de recorrido procesional modificado hace unos años. La Cofradía de `los moraos` a su paso por la Parroquia de San Pedro, largas filas de nazarenos en la fría mañana de Viernes Santo.

La Hermandad del Nazareno de Ciudad Real realiza este domingo desde las 18.00 horas la primera de sus dos salidas penitenciales, en este año en el que se cumplen 75 años de la primera salida procesional con la actual imagen de la ciudad tallada por el escultor sevillano Antonio Illanes. Se trata además de la procesión más madrugadora de la Semana Santa de Castilla-La Mancha.

La procesión del Domingo de Pasión se remonta al año 1725 cuando la talla de Jesús Nazareno recorría el ya desaparecido claustro del Convento de los Padres Dominicos. A diferencia de la salida penitencial que realiza la cofradía en la madrugada del Jueves al Viernes Santo en ésta los hermanos visten traje oscuro y por cuarto año un nutrido cuerpo de monaguillos acompañará al paso de misterio adornado con claveles rojos, ha informado la hermandad en nota de prensa.

La hermandad para esta ocasión ha restaurado íntegramente el estandarte corporativo con el lienzo de Jesús Nazareno. De igual modo, se han restaurado los faroles incluyendo alguna de las filigranas de adorno que estaban dañadas. En cuanto al paso, se ha realizado una nueva estructura para el monte de claveles con el fin de facilitar la participación de los hermanos en la llamada noche de los claveles.

En cuanto al acompañamiento musical, por tercer año consecutivo correrá a cargo de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Linares (Jaén).

Respecto al itinerario del Domingo de Pasión éste parte de la Iglesia de San Pedro. Recorrerá las calles Ruiz Morote, Hernán Pérez del Pulgar, Plaza del Pilar, General Aguilera, Plaza Mayor, María Cristina, Feria, Prado, Camarín, Caballeros, Pasaje de la Merced, Plaza de la Merced, Toledo, María Cristina, Cruz, Paloma, Ruiz Morote y regresará pasadas las 21.30 horas nuevamente al templo.

La procesión más madrugadora

Desde 1725 el quinto domingo de Cuaresma está reservado en la capital a la cofradía. La imagen de su Titular recorría por entonces el claustro del desparecido Convento de los Padres Dominicos; un espíritu que impregna la actual estación de penitencia cada Domingo de Pasión. Justo después de la salida –fijada a las 18.00 horas desde la Iglesia de San Pedro- los cofrades podrán escuchar uno de los estrenos con los que cuenta la cofradía.

Así es la nueva imagen de Luis Fernando Ramírez Mata expuesta en el Círculo Mercantil de Sevilla

 . Nuestro Padre Jesús de la Luz Despojado de sus Vestiduras.

Perteneciente al Grupo de Fieles de Nuestro Padre Jesús de la Luz Despojado de sus Vestiduras. María Santísima y Santa Cruz. (Barriada Campos de Soria, Sevilla).

Hasta el 30 de abril se pude visitar la muestra Montañez: aprendiz, genio y maestro

'Presencia. 400 años con los Desamparados. Montañés: aprendiz, genio y maestro' es el título de la muestra inaugurada este viernes en la iglesia del Santo Ángel de Sevilla con motivo del cuarto centenario del Cristo de los Desamparados que tallara en 1617 el citado Juan Martínez Montañés. Juan Dobado, sacerdote carmelita del Santo Ángel, es el comisario de la exposición...

El Cristo de los Desamparados preside esta exposición, que se podrá visitar hasta el próximo 30 de abril, en el presbiterio del altar mayor del convento de la calle Rioja, acompañándose en esta ocasión con otros dos crucificados que se han traído a Sevilla para la celebración: el Santo Cristo del Seminario Mayor de Granada, obra cumbre anterior a 1580 de Pablo de Rojas, maestro de Martínez Montañés; y el Cristo de la Agonía de Bergara (Guipúzcoa), obra en 1626 del mejor y más aventajado discípulo de Montañés, Juan de Mesa, que ha sido restaurado de urgencia en el IAPH y que tras esta exposición regresará a la sede del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico para concluir dicha intervención. Esta venida del Cristo de la Agonía a nuestra ciudad es la segunda que se produce tras la de 1982 cuando estuvo expuesto en el Pabellón de Artes y Costumbres Populares de la Plaza de América.

La muestra se completa con tres crucificados de marfil de menor tamaño, el del centro una impresionante Expiración, que se pueden contemplar en la Capilla Sacramental del templo.

Una procesión para cerrar el IV Centenario

Una procesión para cerrar el IV Centenario

Para cerrar los actos de este IV Centenario, el Cristo de los Desamparados, que durante todo el año preside la Capilla Sacramental de la iglesia conventual del Santo Ángel, saldrá en procesión extraordinaria el próximo 10 de junio.

Para la ocasión, la talla de Martínez Montañés, que llegó a procesionar en la Semana Santa de Sevilla en el paso de la Sagrada Lanzada entre 1852 y 1914, saldrá en el paso del Cristo de la Salud de la Hermandad de San Bernardo con el acompañamiento musical de la Banda de Nuestra Señora de la Oliva de Salteras. Dicha procesión, que comenzará al filo de las 20:30 horas, será por el centro de la ciudad y con visita obligada al monumento a Martínez Montañés en la Plaza del Salvador.

La Campana de Sevilla lleva haciendo torrijas desde 1885. Dicen que es la cremosidad la que caracteriza un sabor que han probado desde ciudadanos de a pié hasta abuelas de reyes o artistas como Rocío Jurado. 

El Domingo de Pasión se celebra durante todo el día el Solemne Besapiés al Santísimo Cristo de la Caridad en su traslado al Sepulcro de la Hermandad de Santa Marta de Sevilla.

La imagen se deposita en un túmulo situado a los pies del Altar Mayor bellamente exornado con elementos como las jarras de plata, los ángeles del paso y abundante cera y flores. EL templo de San Andrés está en penumbra durante toda la jornada en la que multitud de fieles se acercan a venerar la sagrada imagen.Finalizado el acto se reza el Ejercicio de las Cinco Llagas.

El sábado, víspera del Domingo de Pasión se celebra desde hace más de 25 años una Meditación ante la imagen del Cristo. El orador, situado muy próximo al Santísimo Cristo , establece un diálogo íntimo con la imagen en un ambiente de oración y recogimiento.

La meditación ha sido realizada por escritores de reconocido prestigio que han dejado obras llenas de oración, amor a Cristo y buen hacer literario. Puede descargarse los textos del varias de ellas en la página de la hemeroteca.

Fotos Alfonso García

La víspera se hace fiesta. Sevilla en Cuaresma, aunque en la capital andaluza a estos 40 días se les quita el tratamiento respetuoso y esa máscara tiznada de ceniza, de gesto agrio, que relataba el Arcipestre de Hita en las luchas que mantenía con Don Carnal en El Libro del Buen Amor. Para los cofrades sevillanos, aunque pueda parecer una contradicción, este periodo litúrgico se convierte en la antesala de la gloria. O en la misma gloria.

Durante un año se lleva esperando el Miércoles de Ceniza como punto de arranque de un periodo vivido con intensidad en las hermandades. No sólo en los templos, sino también en las calles. La luz gana la batalla a la noche con tardes donde el sol suelta el dobladillo. El aire se preña de aromas que resucitan por estas calendas: el olor a miel de las torrijas, el azahar de los naranjos, el incienso que traspasa los muros de las capillas…

La ciudad cambia de indumentaria por completo. Abandona la pesada túnica del invierno y se envuelve en suaves tejidos que traslucen una nueva primavera.

Sí, por estas fechas Sevilla sufre una metamorfosis bastante peculiar. Vuelve a ser la que siempre fue. La que lleva dentro todo el año, pero de la que hace gala en estos 40 días. Por este motivo, se hace más que aconsejable la visita a la ciudad hispalense en esta víspera de la Semana Santa. Antes de que las cortejos penitenciales inunden sus calles y autóctonos y foráneos las tomen.

En Cuaresma se puede disfrutar de momentos que sirven de prólogo a los días de la Pasión. Contemplar en los templos los suntuosos altares de culto que montan las priostías de las hermandades, auténticos vestigios del arte efímero que legó el Barroco a la ciudad. No se pierdan los de la Soledad de San Lorenzo, el Buen Fin, el Silencio o el Valle. También se puede disfrutar de los traslados de las imágenes titulares, algunas de gran devoción, como la Esperanza de Triana, cuando es llevada de su capilla a la parroquia de Santa Ana para la celebración del septenario, así como su vuelta, el penúltimo lunes de Cuaresma, acompañada por banda de música.

No dejen de ver los numerosos vía crucis que se celebran, como el que organiza el Consejo de Cofradías el primer lunes de Cuaresma y que este año será presidido por el Señor de la Oración en el Huerto, de la Hermandad Montesión.

También los hay de especial encanto, como el del Cristo de las Misericordias, de la Hermandad de Santa Cruz, que tiene lugar el segundo viernes de Cuaresma por las calles de este típico barrio, o el del Cristo de Salud, el cuarto sábado de Cuaresma, por una de las collaciones con más enjundia de Sevilla: San Bernardo.

En la semana previa a la Semana Santa podrán contemplarse también diversos traslados y cultos que simbolizan la llegada inminente de los días más importantes de la ciudad. El Domingo de Pasión (el anterior al de Ramos), se celebra una multitud de besamanos y besapiés a las sagradas imágenes. Además, a muchas de ellas ya se les puede contemplar en los pasos. También en estas jornadas tienen lugar los traslados a los pasos de salida, siendo de todos ellos el más afamado la subida del Cristo del Calvario, en la impresionante penumbra barroca de la parroquia de la Magdalena, el sábado anterior al Domingo de Ramos. Vísperas que concluirán esa noche, cuando el reloj traspase las doce, con el besamano a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, la devoción universal de Sevilla.

Razones, por tanto, más que suficientes para sumergirse en una víspera y saborearla hasta el extremo. Ello, sin mencionar el importantísimo legado patrimonial que atesora la ciudad. Si ya lo conocen, no duden en volverlo a visitar. El Parque de María Luisa o los Jardines del Alcázar cuando llega marzo son una delicia para los sentidos. No duden en comprobarlo. Saboreen las vísperas en Sevilla.

La parroquia de San Pedro Apóstol registró ayer un continuo goteo de personas que se acercaron al besamanos a Nuestra Señora de la Soledad. La imagen recibió así el fervor y la devoción que tienen muchos daimieleños y "corbatos" por su imagen titular. Una tradición que suma cada vez a más fieles así como cofrades de esta organización.

Tal y como ocurre con otras cofradías, muchos Daimieleños tienen un gran devoción a imágenes como la de la Soledad, en un gran ejemplo de popularidad religiosa que se hace visible cada año durante estos días de Cuaresma y Semana Santa.

SMCE

Detalle Cristo de la Victoria, Hermandad de la Paz
Foto: SMCE

Sólo faltan once días para la llegada de un nuevo Domingo de Ramos. Pero,antes del amanecer más bello que todos deseamos, queda por vivir un domingo casi igual de bello: el de Pasión.

Hay quien dice que el Domingo de Pasión es el día más bello de la cuaresma. El de Pasión es el más bello preámbulo de lo que está por llegar. A partir de ahí, todo rueda solo, quizás, más deprisa de lo que quisiéramos. 

Y a partir de aquí cada uno lo hace de una manera o en un lugar distinto, mirando a una imagen o a otra, escuchando cornetas y tambores o música de palio pero, al final, todos creemos alcanzar la gloria. Como dijo Carlos Herrera en su Pregón de la Semana Santa de Sevilla de 2001: «A la gloria, sevillanos». 

Después, hay quien pregunta por qué la Semana Santa es tan grande y hace aflorar tantas cosas.

Quizás sea, precisamente, por eso. Porque es capaz de mover sentimientos, de convertir en bella a la melancolía, de irradiar todo tipo de sensaciones, incluso hacer reconciliar a los pensamientos encontrados. Esa es nuestra Semana Santa, la que tanto tiempo llevamos esperando y que muy pronto empezaremos a echar de menos, incluso antes de que llegue. Y es que, hay quien dice que una vez pasa el Domingo de Pasión, ya se empieza a intuir el final.