Un fin de semana de Esperanzas en el corazón de los sevillanos

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En cualquier hermandad el último tramo de la cofradía tiene un ambiente especial. Habrá quien no vea en ese tramo nada más que un grupo de nazarenos un tanto indisciplinados, a lo mejor el Diputado de Tramo; pero hay otra visión más amable, en ese tramo se reúnen muchos años de hermandad y muchas vivencias.

No es que sean unos indisciplinados, sencillamente tienen ya una edad en la que saben qué es lo fundamental, aquello en lo que hay que exigir sin ceder, y qué lo accesorio. Y descubren  que lo fundamental son unas pocas cosas que hacen referencia a los valores. Prescinden  de lo demás.

Tienen más experiencia, es decir: han  ido ponderando interiormente todos los acontecimientos de los que han   sido protagonistas o espectadores, que ya van siendo muchos, y esa ponderación les  va dotando de una especial serenidad y sabiduría.

Aunque no lo confiesen, aparecen las primeras limitaciones físicas, serenamente asumidas, sin quejas. Por otra parte la vida se simplifica. Ya no tienen la presión de demostrar a los demás, ni a sí mismos, sus cualidades y su valía. Se  centran en lo esencial, sin necesidad de ser, o aparentar ser, un supermano una superwoman. 

Tienen  visión global y, como consecuencia,  mayor capacidad de análisis. Siguen  mirando hacia adelante, teniendo proyectos; pero proyectos de crear espacios de libertad en los que quienes vienen detrás puedan instalarse y vivir como personas. Sus sueños  ya no los tienen a ellos  como protagonistas.

Todo eso se resume en algo muy concreto: son más libres, entendiendo la libertad en su exacto sentido, no como la posibilidad de hacer lo que me de la gana, sino como capacidad para poder elegir lo mejor, lo que más me conviene a mí y a los que me rodean. Desde la serenidad de la madurez, en el último tramo se entiende la libertad como un don gratuito, y será por tanto  proporcional al amor y confianza depositados en los otros: en los nietos, en los hijos, en las nuevas generaciones.

En resumen: desde el último tramo se ve la cofradía entera desde los ojos y la perspectiva de la  Virgen y de su Hijo.

Hermanos del último tramo  que sacrificaron muchas ilusiones personales,  legítimas, por el bien de su familia, de su Hermandad;

Aquella Semana Santa de Sevilla de 2004. El misterio del Beso de Judas por la calle Santiago. Por aquel entonces, el Señor aún iba sobre las antiguas andas.

María Santísima del Rocío de Hermandad de La Redención  no pudo lucir por las calles de Sevilla su nuevo manto bordado ya que la Hermandad suspendió su estación de penitencia a causa de la lluvia el presente año 2016

Pasos de Misterio: Jesús Despojado de Granada

La Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de nazarenos de Nº Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, Mª Santísima del Dulce Nombre y San Juan evangelista se funda en el año 1986.

En 1987 se encarga al escultor sevillano Manuel Ramos Corona la imagen del Cristo, siendo bendecido el 11 de marzo de 1989. En el año 2010 el Cristo es restaurado y remodelado en la parte del cuerpo del Señor por su autor.

El resto de figuras del misterio también son obra de Manuel ramos Corona en diferentes periodos: los dos sayones en 1993, el centurión romano es de 1996, al año siguiente talla el cirineo y en 2001 se completa la escena con la Magdalena y otro romano.

Desde el año 1997 procesiona en la tarde del Domingo de Ramos granadino sobre un paso realizado por los tallistas Antonio Ibáñez y Joaquín Pineda entre los años 1995 y 2001.

En el año 2004 se empieza el dorado del mismo. La primera salida procesional se realiza en 1995 y en el año 2011 participó en el Vía Crucis de las JMJ de Madrid encarnando la novena estación.

Las ciudades ya presumen de alumbrados. Las tiendas están a tope y la televisión bombardea hasta la extenuación con juguetes infantiles y turrones de almendra, mientras Papá Noel toma las sobremesas, el clásico de James Stuart en blanco y negro vuelve a decir a los más insomnes a un diciembre más ¡Qué bello es vivir! y los niños apuran sus últimos buenos modales porque los Reyes ya están en camino. Ésta es la Navidad que año a año vivimos, pero que adolece de autenticidad. Son las mismas fechas, muchos mantienen la ilusión y sin duda son las fiestas más bonitas, pero la realidad pinta distinta de una casa a otra. Navidad es sinónimo de felicidad en las culturas de los países occidentales y también la época más materialista del año, aunque también es para muchos un tiempo de nostalgia, de heridas abiertas y en la que más se notan las diferencias sociales.

Millones de parados, miles de refugiados, pobreza, enfermedad, desahucios, inestabilidad, guerras e injusticias siguen coronando los últimos días de 2016, y mientras el privilegio de algunos da para mantener viva las ilusiones y a las familias unidas alrededor de una mesa repleta de viandas, la otra cara de la moneda nos deja amargura con la indiferencia como sentimiento más extendido.

Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, que ahora no se da el mismo valor a las cosas y que nos satura las neuronas y la sensibilidad tanta luz artificial, tanta fiesta y tanto consumismo. Tal grado de insatisfacción hace difícil ver el lado bueno, resulta complicado tener esperanza y pensar en un futuro más prometedor, pero en esta obra los actores seguimos siendo los mismos. Nosotros.

Con tan solo una mirada a las webs, un repaso a los periódicos y una visual a los informativos sabemos que el mundo no está sano. Estamos seguros de que las familias de las víctimas de los atentados no serán felices en estas fechas, que quienes viven bajo el cielo raso no entienden de Navidad, que los políticos seguirán peleándose, que los corruptos no desaparecerán en 2017 y que los conductores asesinos de ciclistas podrán huir del escenario del crimen pero no de sus conciencias. Aunque en una mirada a esas noticias también sabemos cuánta gente gusta de ayudar a los demás. Asociaciones humanitarias sin ánimo de lucro, comedores de beneficencia, recogidas voluntarias de comida, ropa y medicamentos luchan por sacar lo mejor de uno mismo y mostrárselo al mundo para que la solidaridad sea el mejor regalo. «Trataré de honrar a la Navidad en mi corazón y de mantener ese sentimiento todo el año», escribía Charles Dickens, un gran crítico de la sociedad burguesa en la que le tocó vivir. Dejémonos llevar por los más sabios, aprendamos a mirar hacia el lado y pidamos a Melchor algo de empatía. Es un paso, el resto son solo luces y sombras.

Y, por qué no, disfrutemos también de todo ese ambiente que envuelve estos días y mantengamos la ilusión de la noche de Reyes.

Va a sonar un poco fuerte, pero algo que debería tener en mente la gente es que el hábito no hace el monje, y mucho menos en Semana Santa. No por ir con el traje de chaqueta más caro, la gomina más luminosa, la corbata más llamativa y el pañuelo combinado con la camisa va a disfrutar más del arte en la calle que otro que vaya con su jersey y sus vaqueros. El cambio de los tiempos y la modernización de la vestimenta debe llegar también al mundo cofrade, y aunque haya quien se sienta tan a gusto con traje y hasta chaleco, eso es motivo para mirar por encima del hombro al del chaquetón con gorro.

 Está bien tener esto en cuenta porque al final la mayoría terminamos rechazando clichés como el del señorito andaluz, que también tiene que haberlo pero no debe marcar la tendencia. En mi caso, siempre he relacionado la Semana Santa con la comodidad, pues muchos años he sido de esos ‘fatiga’ que quería ver todas las cofradías y varias veces y el traje no se me antoja lo más idóneo para patearse el centro de extremo a extremo. Eso sí, olé por aquellos que lo consiguen. Pero no, no sois más cofrades que yo.

La hermandad de la Veracruz de la sevillana localidad de Utrera procesiona dos veces en la Semana Santa.

En la jornada del Viernes Santo lo hace con el paso de misterio de Nº Padre Jesús atado a la Columna, imagen atribuida a Pedro Roldán del siglo XVII. Las figuras secundarias que acompañan al Cristo en el misterio son obra de Antonio Castillo Lastrucci en 1926.

La canastilla del paso es la antigua que poseía el Cristo de las Tres Caidas de Triana, conocida popularmente por el apodo del "portaviones". El paso fue comprado en 1971 por la Hermandad utrerana a la Hermandad de la Esperanza de Triana.

La Banda que acompaña al misterio es la de la propia hermandad, la Banda de Cornetas y tambores Veracruz de Utrera.

Información y fotos facilitada por Alfonso García

Ante la cercana celebración de la Navidad, la tertulia cofrade «La parihuela» ha querido hacer pública su propia felicitación navideña. Y lo ha hecho de una original manera, mediante un vídeo que mezcla una estampa muy cofrade con uno de los fenómenos virales del momento.

Sentados en torno a una mesa donde comparten un rato de comida y convivencia, los miembros de este colectivo han realizado una grabación en la que representan el instante de la última cena de Cristo. Esta escena, además, se mezcla con el reto del maniquí –conocido como «mannequin challenge»- que está tan de moda actualmente, permaneciendo inmóviles todas estas personas mientras la cámara de vídeo se aproxima a cada uno de ellos.

Con los sones de la marcha «Macarena» se desarrolla este vídeo que, como no podía ser de otra forma, culmina con un «¡A ésta es!», lo que hace que todos los estáticos cofrades hagan el ademán de una levantá al cielo.

De esta peculiar manera, la tertulia «La parihuela» ha querido desear unas «felices y cofrades fiestas» a través de las redes sociales, donde el vídeo está logrando un gran éxito.

La tradición no está reñida con las nuevas tecnologías. Sólo hay que asomarse a la panorámica ventana de internet o enredarse en las redes sociales para dar buena cuenta de ello. La Semana Santa se sigue en la calle, pero también en Twitter, Facebook, Canal Youtube... Y lo mismo ocurre con el discurrir de los días en las hermandades y cofradías. Hace unos años, éstas tenían su punto de encuentro en la Casa de Hermandad o sede. Hoy, en cambio, la sede física ha perdido esa exclusividad de congregación de fieles. Las nuevas tecnologías ofrecen un espacio virtual que cada vez es más frecuentado y utilizado por los cofrades. Es otro punto de encuentro. Es el nuevo ágora. 

Hay que abogar por el uso de las redes sociales por parte de las corporaciones nazarenas. Hay que estar en ellas, sí o sí. Es fundamental que las cofradías procesionen por ellas y, aún más, las empleen como herramientas de comunicación. Lo ideal es el contacto directo con los hermanos pero no siempre se puede, así que la mejor forma de estar en contacto e informado de la vida de la hermandad es a través de internet y las redes sociales. La nueva evangelización pasa por aquí.

Con sólo echar un vistazo al Facebook o Twitter de muchas hermandades, lo primero que llama la atención es el número de amigos que poseen.

El secreto está en actualizar las informaciones casi a diario. Si se suben noticias y se informa con frecuencia de las actividades y actos que organiza la hermandad en la página web y las redes sociales, la gente se acostumbra a consultarlas, de ahí que al menos deba haber una persona dedicada a esta labor. Hay que invertir su tiempo en esto. Si le haces llegar el día a día de la hermandad a los hermanos y devotos, la sienten más cercana y participan más. Se involucran más con la hermandad.

En muchas páginas web también existe la opción de registrarse como hermano a través de la web, donde también los usuarios de la misma pueden encontrar la historia de la corporación, informaciones, otros contenidos, oraciones, la revista online de la cofradía, etc. Y a través de ella también es posible adquirir recuerdos relacionados con la hermandad.

Es curioso en muchas Cofradías el seguimiento vía Twitter del recorrido de la Hermandad, desde aquí invito a todos los hermanos y devotos a twittear la localización exacta del cortejo en cada momento adjuntando la foto del instante y la calle, facilitando de ese modo la localización a aquellos hermanos que se encuentran fuera o les resulta imposible acompañar a la imagen en su estación de penitencia.

Ventajas, muchas. La principal, que a través de todas estas herramientas se establece "un vínculo rápido de conexión tanto formativo como informativo" con los hermanos y devotos.

Inconvenientes, ninguno. Son herramientas muy válidas. Eso sí, requieren un cierto control con el fin de evitar que se etiqueten fotos o se agreguen comentarios inapropiados o inadecuados, aunque no es usual que esto ocurra. .

Gracias a Internet, se mantiene contacto con personas que viven fuera y que han pedido formar parte de esa Hermandad. 

Son vías de comunicación muy importantes que requieren un constante trabajo. Hay que actualizar la web cada uno o dos días como mucho. Actualizar las noticias y el calendario de actividades, y también disponer de galerías fotográficas. Permitir que los usuarios de la página pueden descargar charlas formativas e imágenes.

También en muchos casos hay una tienda online y las personas que lo deseen pueden darse de alta como hermano a través de la web. 

Que decir para los músicos de cualquier banda de música, el Twitter es otro instrumento más, se puede decir que forma parte de sus actuaciones. Desde que se montan en el autobús estan twitteando. 

Informamdo del lugar al que van, de las marchas que van a tocar, del recorrido que van a hacer, subir fotos.... Las ventajas son muchas. De forma instantánea reciben los ánimos de los seguidores y numerosos halagos y comentarios por su trabajo. Todo es inmediato, minuto a minuto. Ya no hay que esperar al día siguiente para conocer los comentarios, y son muchas las personas que agradecen que les informen sobre las marchas que estan tocando y por donde van. 

Queda constancia en estas líneas de que los cofrades no han sido una excepción y han apostado por la modernidad y el boom, primero, de internet, y luego de las redes sociales. Las hermandades, las formaciones musicales y las cuadrillas de cargadores o costaleros se han hecho un hueco en el ciberespacio de internet y se han integrado en esas comunidades que comparten informaciones, imágenes, eventos y vivencias, y en las que también se interactúa. En definitiva, otro punto de encuentro que viene a complementar el que ofrece la Casa de Hermandad. Un nuevo ágora.