En 2016 se conmemoró el centenario del nacimiento del escultor Luis Ortega Brú. No se podría entender la Semana Santa de Manzanares (C....

RECUERDO DE UN ARTISTA


En 2016 se conmemoró el centenario del nacimiento del escultor Luis Ortega Brú.
No se podría entender la Semana Santa de Manzanares (C.Real) ni su patrimonio escultórico, sin el legado de este autor irrepetible. La hermandad de Ntro. Padre Jesús del Perdón inició una relación entre Ortega Bru y esta ciudad, que sería larga y fructífera.
En el año 1955 llegaría su primera obra, Ntra. Sra. De la Esperanza. Dos años después el Stmo. Cristo de la Veracruz, imagen similar a la del Cristo de la Salud de la sevillana hermandad de Montesión. A continuación en 1961, la imagen de San Juan Evangelista y más tarde, el retablo de la ermita y sede canónica de la hermandad.
Tiempo después el Stmo. Cristo de la Columna y por último Mª Consoladora de Afligidos para esta cofradía.

Este insigne artista tiene el enorme mérito de haber destacado en una época en que coincidieron algunos de los mejores de la historia española.

Cuando Ortega comenzaba a darse a conocer en el mundo del arte, la escultura andaluza estaba representada por los consagrados maestros Antonio Castillo Lastrucci y Sebastián Santos Rojas.
Además, la trayectoria artística de Ortega se desarrolla paralela en el tiempo con la de los carmonenses Francisco Buíza y Antonio Eslava y el malagueño Francisco Palma Burgos.
Todavía en su última etapa coincidió con los entonces jóvenes Antonio Dubé de Luque y Luis Álvarez Duarte.

Haberse distinguido en esos años tiene un valor añadido.

Podríamos añadir que si sus magníficas obras se admiran especialmente en el recogimiento de los templos, es en sus recorridos procesionales en la calle donde sus imágenes impresionan extraordinariamente, sobre todo cuando son portadas a costal o a hombros de sus hermanos cofrades.

Para ello recordaremos las vivencias acumuladas en nuestros viajes a la Semana Santa del Sur, situándonos primero en Sevilla para contemplar los Doce Apóstoles de nuestro autor, acompañando al Señor de la Sagrada Cena, obra cumbre de Sebastián Santos.

Sobrecogidos contemplaremos el grupo escultórico del Señor de la Caridad en su Traslado al Sepulcro de la hermandad de Santa Marta. En la cripta de la parroquia de San Andrés, sede de esta cofradía, reposan los restos del escultor.

Expectantes esperaremos al Señor del Soberano Poder de la trianera hermandad de San Gonzalo, con su peculiar andar costalero. Tras Él irá Mª Stma. De la Salud. Esta corporación también posee una imagen de San Juan Evangelista de nuestro autor.

Admirados veremos al Señor Yacente de la Misericordia de la torera hermandad del Baratillo, en cuya capilla anexa a la plaza de La Maestranza se casó nuestro artista.
Iremos ahora a Málaga para vivir el momento de la milimétrica maniobra de salida de su Cristo de la Pasión a la abarrotada plaza de los Santos Mártires.

Acompañaremos el discurrir del Señor del Descendimiento con el puerto al fondo.

De aquí a Córdoba para ver al Señor del Silencio en el desprecio de Herodes con su blanca túnica, cruzando el Puente Romano entre una nube de incienso y la suave brisa del Guadalquivir, llenando de esencias el Domingo de Ramos.

Ahora viajaremos a Jeréz recreándonos ante el misterio de la Sagrada Cena, sobre molías costaleras por las calles con solera de esta bodeguera ciudad. Seguiremos con el impresionante conjunto del Descendimiento la noche del Viernes Santo.

Terminaremos en Huelva ante el grupo escultórico de la Oración en el Huerto de los Olivos.

Luis Ortega Brú tiene una calle dedicada en Sevilla, otra en el nazareno pueblo de Dos Hermanas y un Museo en su San Roque natal. En Manzanares tristemente aún no se la ha dedicado ninguna. Estamos en deuda con él.

(Artículo escrito por mi amigo Manuel Madrid Caba)
Fotos_ SMCE.

Imágenes correspondientes a diversos detalles del paso del patrón de la localidad realizado por Ortega Bru en la Ermita de la Vera Cruz donde se encuentran diversas obras de su autoría.

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