Con la noche ya cerrada, el bullicio de coches y personas en un polígono industrial ha desaparecido. Algún coche, alguna luz todav...

Algo que te llega seas creyente o no, si te gusta la música



Con la noche ya cerrada, el bullicio de coches y personas en un polígono industrial ha desaparecido. Algún coche, alguna luz todavía encendida en alguna nave, pero poco más. Tan solo tranquilidad… Y el sonido lejano de cornetas y tambores.

En un lugar tan poco cofrade como un polígono, varios jóvenes cargan sus instrumentos musicales cuesta arriba hasta perderse tras unas naves. El eco multiplica el sonido de los bombos en el momento en que empiezan a sonar los primeros compases de una marcha procesional.

En las frías noches de invierno, las bandas de cornetas y tambores realizan sus ensayos. Formados tal cual irán detrás de los misterios que acompañarán en esta Semana Santa, los componentes, sin perder el paso, recorren de una punta a otra una de las calles del polígono empalmando marchas.

Entre los miembros, mucha gente joven. Abre camino el director musical de la formación, que haciendo gestos con sus brazos, dirige a la banda y es el que ordena qué marchas se tienen que ir tocando. Los músicos, la mayoría con formación autodidacta, leen sus partituras ayudándose de la luz de una pequeña linterna acoplada a ellas.

Muchas de estas bandas tienen que hacer frente a denuncias de vecinos que se quejan por los ensayos, eso unido a los gastos de instrumentos y uniformes, hace que el dinero que ingresan durante Semana Santa por sus contratos se vaya íntegramente en esos menesteres en muchos casos.

Teniendo en cuenta esto y que las bandas ensayan casi todos los meses del año, ¿hay una explicación lógica para que la gente no tire la toalla? El que esta es porque le gusta y no está pagado en muchos casos.


Diferentes perfiles

El denominador común de los componentes de las bandas es de gente joven, algunos con formación musical autodidacta, y otros con estudios de conservatorio. 

De lo que si estoy seguro es que de las bandas que conozco, es  que entre todos sus miembros existe una gran camaradería.  Aparte de música se les intenta enseñar una compostura, porque no hay que olvidar que luego son parte de un cortejo. Además se les quita de la calle. En ese sentido hay una gran labor social.

El reloj sobrepasa las 11 de la noche. Otro ensayo más antes de la Semana Santa y de ir acompañando a un paso de misterio. Y no lo harán por dinero, tampoco en la mayoría de las veces por devoción a las imágenes que acompañan, sino por su profundo amor por la música.

Sirva como ejemplo el de La Banda de Cornetas y Tambores Stmo Cristo de la Columna de Daimiel.

0 comentarios: