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Por fin hay algo en lo que los españoles estamos todos de acuerdo: Asturias es un lugar fantástico para pasar una temporada. Aquí no hay debates ni discusiones, el Principado ha conseguido unir lo que nadie desde la caduca Constitución del 78 lograra. Estos días, recorriendo parte de la región he caído en la cuenta de que no conozco a nadie que hable mal de Asturias. De hecho, cuando comenté entre los míos que durante algunos días vendría a tierras astures a conocer y contar sus historias, no pararon de lloverme recomendaciones sobre tal o cual sidrería, paraje natural o pueblo perdido pero con un encanto especial.

Asturias, sus paisajes, gastronomía, playas y amabilidad de su gente confirman con creces su histórico eslogan de “paraíso natural”.

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La edad no define tu madurez, ni tu inteligencia…

Sólo las cicatrices y las caídas pueden darte una mirada diferente de la vida. La capacidad de razonar no la otorga un año de más, si no una nueva experiencia y como observas tu propia realidad…

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Personalmente creo que todo esta predestinado.

Muchas personas creen que el destino ya está escrito, que las cosas pasan por alguna razón en particular…La gente suele buscar consuelo en este pensamiento cuando cae en un caos, muchos salen adelante pensando que algún ser a escrito una buena vida para ellos, otros simplemente, se dejan caer en un vacío pensando que su destino ya está sellado y nada cambiará esto.

Personalmente creo que la vida tiene el significado que tu mismo le otorgues, el destino es un conjunto de hechos que creas poco a poco, es el momento de cada día. Nadie sabe lo que nos espera detrás de cada despertar, pero así como nosotros mismos modificamos el tiempo, también formamos nuestro destino y este obtiene el sentido que tu mismo escribes a cada segundo, con tan solo vivir…

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Cuando el mes avanza con paso forzado, al final de la hoja del calendario, todavía nos quedan días para seguir disfrutando del calor y el dolce farniente que acompañan las horas. Son días de medio gas, a los que dejamos pasar sin pensar mas allá que en la nada creadora. Vacaciones completas o tiempo de trabajo más relajado. Mientras tanto Agosto sigue empeñado en enamorarnos cada día con estos atardeceres eternos, como este en pleno corazón de la Mancha, Daimiel.

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Algunas personas son tan falsas, que ya no son conscientes de que piensan justamente lo contrario de lo que dicen

“Marcel Aymé”

A lo largo de mi vida, me he topado con mucha gente hipócrita. Gente que te da su carta de presentación, haciéndote creer que son así, para que luego resulte que son de otra manera pero claro, ¿cómo lo vas a saber? Solo puedes saberlo cuando te clavan la puñalada por la espalda y te dan a conocer su verdadera identidad.

Ya sea por inseguridad, por aparentar o por vergüenza, el caso es que cada uno tiene sus propios motivos para serlo y lo peor de todo, es que hay gente que ni siquiera es consciente de lo hipócrita que es.

La hipocresía es la puerta por donde se introducen en nuestra alma la falsedad, la deslealtad, el egoísmo, la infidelidad y la mentira. Hiela poco a poco el corazón enfriándo el amor y la verdadera amistad.

Odio a la gente hipócrita... si esa que te saluda y pregunta como has estado,y después te apuñala por la espalda , la gente hipócrita normalemente son personas con complejos de inferioridad. Podemos encontrar dos grados en esto de la hipocresía:

. La versión suave del hipócrita es la del cobarde, que no es capaz de enfrentarse y decir su verdad.

. La versión dura del hipócrita es la de aquel que se hace pasar por amigo, cuando en su interior lo que guardan es envidia y en el peor de los casos odio o rencor.

 Para algunas personas (personas, entorno), la hipocresía es tan común en su quehacer, que es un arte que forma parte de sus vidas. Tienen una vida falsa.

" Por el interes te quiero Andres"

¿Y tú conoces a alguien hipócrita?

A medida que pasan los años te vas dando cuenta de que hay cosas que dejan de tener interés, que dejan de ser importantes, como si se diluyeran en tu mente y, del mismo modo, otras que cobran mayor relevancia. Y no es que hayas cambiado, no, simplemente es que tu orden de prioridades en la vida ha cambiado, ya no es el mismo. A pesar de seguir siendo el mismo, el hecho de que hayas experimentado todo lo que has vivido hasta hoy te hace evolucionar. 

Créeme, evolucionar es bueno si eres capaz de mantener tus valores fundamentales y seguir siendo fiel a tu filosofía de vida y, sobre todo, a los tuyos.

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