LA NUEVA “NORMALIDAD” Han pasado dos meses desde que se declaró el estado de alarma y gracias a Dios parece que los efectos de la pandemia p...

"La nueva normalidad"


LA NUEVA “NORMALIDAD”

Han pasado dos meses desde que se declaró el estado de alarma y gracias a Dios parece que los efectos de la pandemia producida por el virus del covid-19 van remitiendo, lo que ha permitido que las medidas adoptadas en su momento de cierre total, de clausura vayan relajándose y que cambiemos de fase.

Este maldito virus que ha provocado la muerte de miles de personas, nos ha dejado este año de momento sin quince días de cuaresma con todo lo que ello implica, sin pregón, sin vísperas, sin procesiones de semana santa, sin pascua de resurrección, sin procesiones de impedidos, sin procesiones de gloria, sin romerías, sin procesiones eucarísticas, sin Corpus Christi, aparte del resto de celebraciones laicas como la Feria de Abril en Sevilla, la Feria de Jerez o la de Córdoba.

Todo este cataclismo que nos ha cambiado la vida, tanto en la forma de vivir como de pensar en ella ha hecho que la realidad cotidiana sea diferente. Desde el punto de vista cofrade y religioso la nueva “normalidad” nos permite ahora ver imágenes en el interior de nuestros templos insólitas, iglesias sin bancos, aforos reducidos, vírgenes vestidas de luto en pleno mayo florido, personas en las puertas con geles desinfectantes, los fieles con mascarillas y separadas por la distancia de seguridad, en definitiva imágenes impensables hasta hace poco tiempo ¿quién nos lo iba a decir?.

¿Lo peor ya ha pasado o está por venir? Y no lo digo por la evolución de la pandemia sino por las consecuencias económicas (falta de ingresos por cuotas de papeletas de salida, falta de pechería, falta de subvenciones etc) que en este futuro próximo van a tener para nuestras hermandades y cofradías, para todos los sectores que de alguna manera viven de la semana santa, para que se entienda, los músicos, los cereros, los floristas, los bordadores, los orfebres, los tallistas, los doradores, los escultores imagineros etc.

Además del resto de sectores anexos al sector turístico y de hostelería que la no realización de la gran celebración religiosa que atrae a tantísimas personas les ha producido un grave perjuicio económico.

El futuro es incierto, hasta que no volvamos a ver por nuestras calles una procesión no empezaremos a vislumbrar el final, si este hecho no se produce llegado el otoño y las diversas salidas extraordinarias que hay programadas no se producen, entonces el panorama para la semana santa de 2021 será del color de las túnicas de rúan.

Mientras transcurre el tiempo y avanzan los días de desescalada y cambios de fases nos iremos poco a poco acostumbrando a contemplar imágenes como las que ilustran este artículo.

Texto y foto Alfonso García.





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