Los toreros, que a veces parece que están hechos de otra pasta, son personas que lo dan todo por una ilusión, por una forma de vida...

Los Toreros, sus creencias y la Semana Santa


Los toreros, que a veces parece que están hechos de otra pasta, son personas que lo dan todo por una ilusión, por una forma de vida, por una pasión y que son capaces de dar en cada tarde hasta su propia vida.

A lo largo de su vida profesional, los toreros pasan por muchos momentos buenos y también malos, que tienen que superar viniéndose arriba, como dicen ellos. Momentos de dudas, de desilusión, de miedo, de inseguridad... Pero algo que caracteriza a los toreros es su capacidad para pasar de lo malo a lo bueno convirtiéndolo en ilusión, seguridad, valor, triunfo... Es decir, en la gloria del toreo.

El Torero Local (Luis Miguel Vázquez) y el Novillero
 daimieleño (Carlos Aranda) pasaron por la Casa-Museo
 de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno,
 como hermanos y devotos para recoger distintos útiles 
que llevarán en sus altares personales y que provocarán
 esa oración protectora hacia nuestro Titular, 
antes de saltar a la arena. Fotos de @moraosdaimiel
Pero los toreros, cuando entrenan en el campo, ese lugar donde nadie los ve, donde sus pensamientos e ilusiones se hacen aún más fuertes esperando el día señalado en el calendario por el que merece la pena hacer todos los esfuerzos, no están solos. Siempre tienen una compañía especial, quizás la más especial de todas. Una compañía que ellos mismos piden en muchas ocasiones para que les ayude y les guíe en todo momento: Jesucristo, El Señor, El Padre, Dios. Para los toreros es una compañía que se hace amigo cuando tienen que partir desde su ciudad a otra para expresar todo lo que llevan dentro, su toreo.

Cuando llegan a esa ciudad de destino en la que tienen que torear, hay un rito en el que el torero se encomienda a ese Ser que tanto le acompaña y le ayuda. Le reza para que todo salga bien, para que sea un día especial y que todo el esfuerzo realizado anteriormente se convierta en alegría, gloria y triunfo. Para ello, la mayoría de los toreros ponen en su misma habitación de hotel una pequeña capilla con las imágenes que normalmente les regalan o a las que ellos tienen más devoción, pero que al fin y al cabo es la misma para todos.

Detalle de la Virgen de la Amargura,
 Torero Luis Miguel Vázquez
Una vez en la plaza, van a la capilla y siguen rezándole para quizás recordarle lo que le han pedido anteriormente en su habitación. Y es que esta es una compañía muy importante para ellos, les hace fuertes en muchas ocasiones y es la que parece que les empuja a superar todos los obstáculos del camino.

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Detalle de la Virgen de la Amargura,
Torero Luis Miguel Vázquez
Pero los toreros están agradecidos a toda esa ayuda, a esa compañía tan necesaria. La forma de decir gracias se puede ver año tras año en la Semana Santa. 

Es el momento de dar gracias por toda esa ayuda y confianza, pero también para que no les abandone en ningún momento y les siga ayudando en todas las tardes de gloria, como lo hizo en su momento Manuel Rodríguez Sánchez Manolete, que fue hermano de El Caído, al que llevó con él durante toda su vida.

Esta es una muestra de agradecimiento muy importante de los toreros. 

Estoy seguro que cada tarde en la que hagan el paseíllo, Nuestro Padre Jesús Nazareno estará presente para guiarles y acompañarles y que Nuestra Señora de la Amargura cubrirá con su manto el albero de las plazas de toros para que cada tarde sea una tarde de gloria.
Fotos de la presentación que se hizo de la saya confecionada con un traje de luces del torero local Luis Miguel Vazquez en la Cofradía de "los coloraos"

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