Ten paciencia, deja que las cosas se acomoden. No tengas ni prisa ni preocupación, porque por más que insistas, a veces, las cosas se dan cuando se tienen que dar. Confía en el destino y en el universo y deja que todo sea perfecto para ti. A veces es sólo cuestión de observar y aprender del camino. Es cuestión de sonreír mientras caminas. Y saber que tarde o temprano todo estará en el lugar más indicado para ti.
No tengas prisa, saborea cada instante de tu vida, porque de todo se aprende y de todo aprenderás.
Foto SMCE Castillo de Pilas Bonas, Manzanares |
0 comentarios: