Las hermandades son las personas. Piensa en una y enseguida la asocias a alguien; ese es su valor. Rescato un viejo artículo del antig...

Las hermandades son las personas. Piensa en una y enseguida la asocias a alguien


Las hermandades son las personas. Piensa en una y enseguida la asocias a alguien; ese es su valor.
Rescato un viejo artículo del antiguo blog que habla sobre el valor de las personas dentro de las Cofradías.

 "A esos hermanos estandarte"
No son los estandartes ni las medallas los que identifican mejor a las hermandades en el cortejo de la procesión del Corpus, o en la procesión de la Patrona.Son las caras de esos hermanos estandarte, tan de su hermandad que la representan allí donde estén.

Para ser hermano estandarte no es necesario ser hermano mayor, miembro de Junta directiva o cofrade de mucho lucimiento. Sólo se precisa fidelidad. Muchos años de servicio, mucha presencia en la capilla, mucha participación en la vida de hermandad y los cultos, mucha lotería vendida cada Adviento, mucho arrimar el hombro en los tiempos difíciles y poco lucirse en los tiempos de eventos.

Son “esos hombres humildes que se pasaron la vida trabajando silenciosamente y se murieron sin más ambición que la de añadir unos hilillos de oro o unas libras de cera o plata al tesoro de su hermandad”, sin obtener más gloria que las flores que tras la procesión sus hermanos ponen sobre sus tumbas.

Con el nombre de sus titulares en los labios y su luz en el alma entregarán sus vidas. Y al verlos veo sus hermandades. Su única hermandad; porque aunque pertenezcan a varias sólo son de esa a la que han dedicado su vida.

No escribo de mí, me refiero a ellos, que, sólo han vivido una hermandad y vestido una túnica. Acabando por interiorizar el ser de su hermandad y exteriorizar el estar de su cofradía.
Es el premio a su fidelidad.

SMCE

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