Ahora es el momento de acercarse por las Iglesias para oler la fragancia de las flores y el incienso, el olor de los pasos guardados todo u...

Si el tiempo no lo impide

Ahora es el momento de acercarse por las Iglesias para oler la fragancia de las flores y el incienso, el olor de los pasos guardados todo un año en la cochera o almacén.

Las emocionantes imágenes de las hermandades de nuestra ciudad se están preparando para echarse a las calles. Daimiel será durante unos días una vieja Jerusalén, un templo abierto. Y es verdad que esta vivencia popular y espiritual en los misterios de la Semana Santa se las debemos en gran parte a las hermandades y cofradías de nuestra ciudad.

Ellas nos acercan a la Pasión, Muerte y Resurrección como si fuesen una gran tesis teológica, hecha claveles y cera de filigranas. Dios se hará más presentes por las calles de Daimiel.
La labor cofradiera en la ciudad es impagable, sobre todo en la acción social. Los niños y niñas que salgan por primera vez, apenas dormirán durante las vísperas a la salida con su hermandad.

SMCE




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