La Navidad ya no es lo que era. A un estudiante malagueño le prohibieron poner un Belén en su instituto porque puede ofender a estudiantes...

Estado "agilipollal"

La Navidad ya no es lo que era. A un estudiante malagueño le prohibieron poner un Belén en su instituto porque puede ofender a estudiantes de otras religiones. Si el director del instituto lo hubiera prohibido acogiéndose a que somos un estado aconfesional y no se permiten muestras de ninguna religión, hasta lo hubiera entendido (que no compartido).

España es un estado aconfesional, cierto, pero también debería ser un estado agilipollal, es decir, un estado donde hay muchos gilipollas, pero no se reconoce a ninguno de ello como oficial. Para la gente de bien, una muestra de cualquier religión no ofende a nadie. Ni un Belén, ni un hiyab o velo islámico, ni un kipá judío.

Hoy en día parece que lo cristiano repele. A los políticos les da miedo felicitar la Navidad, pero no les duelen prendas en felicitar el Ramadán a los musulmanes, otra religión respetable y con los mismos derechos y obligaciones que las demás. Si somos aconfesionales, para todo. Algunos dicen que la medida es correcta y que la religión debería salir de las escuelas e institutos. Nada más lejos de la realidad.

Lo que en las escuelas e institutos se debería enseñar es que cada uno puede, y debe, profesar y manifestar la religión que quiera sin que los demás compañeros se ofendan. Pero en lugar de ello, enseñamos a no ofender en lugar de a respetar, a cohibir nuestros sentimientos para que nadie se moleste. Así nos va. Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo, le pese a quien le pese.

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