El robo perpetrado el pasado viernes en la casa hermandad de La Sed de Sevilla pone de manifiesto lo expuesto que está el patrimonio de las cofradías. En este caso, incluso, el inmueble tenía un sistema de seguridad de primera categoría, con sensores de movimiento, cámaras y alarma conectada a la central. Pero ésta falló.

La corporación está «desolada» por la sustracción de unas piezas que, más allá del valor patrimonial —más de 100.000 euros—, tenían un enorme valor sentimental ya que muchas fueron donadas por feligreses de zonas muy humildes del barrio y que el dinero que había en la caja fuerte procedente de la venta de la Lotería de Navidad iba a ir destinado a la bolsa asistencial de la Hermandad.

 Conforme el pasado se va alejando del presente, los recuerdos pierden consistencia y se convierte en irreales. Pero, como decía Jean Paul, la memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados.

 

 

Una ciudad  como Sevilla donde la semana santa tiene tanta trascendencia y existe un número elevado de cofrades, estaba claro que la moda semana santera llegaría tarde o temprano a las mascarillas, aquí tienes unos buenos ejemplos.

Fotos Alfonso

 

 

 

Fotos Alfonso García