Llega el final del 2021 que ha sido el año de la aceptación de los muchos cambios sobrevenidos, de la normalidad, aunque no como esperábamos...

Mis mejores deseos

Llega el final del 2021 que ha sido el año de la aceptación de los muchos cambios sobrevenidos, de la normalidad, aunque no como esperábamos, sino como convivencia con la nueva situación impuesta por la pandemia. 
Año de la distancia de seguridad -nunca estando tan inseguros-, convertidos en contactos estrechos de aquellos con quienes se comparte un virus.

Año del deseo de ser negativo, y positivo ante la adversidad; de la conciencia de la fragilidad y de la vulnerabilidad, de la evidencia de la fugacidad de la vida. 
Año de privaciones, del alejamiento por amor y cuidado; año del no tocar, de expresar solo con la mirada, de abrazar solo con palabras o con hechos. Pero también, año de mostrar hasta dónde somos capaces de llegar, el año de la solidaridad como actitud y acción; del darse cuenta de nuestra capacidad de adaptación, de olvidar el miedo que paraliza, de la explosión de las ganas de vivir, de amar, de afrontar, de valorar lo importante y apartar lo que solo es ruido, de optar por lo fundamental y olvidar lo accesorio. 
Mis mejores deseos para el año que empieza.




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