Somos esclavos de la tecnología. Estos adelantos nos dan agilidad y tranquilidad, pero ¿te has parado a pensar lo felices que éramos sin e...

Tecnología y redes sociales

Somos esclavos de la tecnología. Estos adelantos nos dan agilidad y tranquilidad, pero ¿te has parado a pensar lo felices que éramos sin ellos? Te levantas y lo primero que haces es mirar al móvil, vas a la cocina y le das al botoncito de la cafetera de cápsulas, te sientas a desayunar y miras en la tablet la prensa, las cuentas del banco o los correos electrónicos.

Vas al trabajo escuchando el ipod cargándolo en el usb del bus o te vas a ver un cliente en el coche mientras escuchas la radio con mp3, te guía el navegador y hablas con el manos libres.

 Llega la hora de comer y con un código QR le puedes decir al muchacho de la hamburguesería que quieres un menú con patatas y refresco. Mientras te lo comes te llegan mensajes preguntándote si te gusta el sitio, los trescientos grupos de Whatsapp, Twitwer, Facebook.

Sales corriendo mientras conectas la power bank al teléfono que está a punto de morir, no llegas a tiempo y se apaga, no te acuerdas del PIN y lo bloqueas te pide el PUK y ya es cuando empiezas a cambiar de color, necesitas llamar al colegio por que no llegas a recoger al niño y no te sabes ni un teléfono de memoria.

Llegas a casa por la noche con un estrés fuera de lo normal. Llenas todos los enchufes de cargadores y te acuestas rezando por que ningún aparatito te falle.

No sé si tanto adelanto a veces compensa.
Foto SMCE

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