Transmitir los verdaderos sentimientos a un cuadro o a una fotografía son mucho más que plasmar a un Cristo en un cartel. ¿Es hora de...

¿Foto o pintura?


Transmitir los verdaderos sentimientos a un cuadro o a una fotografía son mucho más que plasmar a un Cristo en un cartel. ¿Es hora de cambiar el formato del cartel de nuestra Semana Santa?
Hasta ahora casi siempre han sido fotografías las protagonistas del cartel, muy pocas vecess se ha elegido otro tipo de formato como puede ser una pintura o montaje.

Debemos de preguntarnos sí sabemos realmente donde comienza la semana santa, y es muy simple, aunque parezca obvio. El tiempo cofrade se inaugura con la exposición del cartel, que simboliza el comienzo de la pasión y el sentimiento de nuestras Hermandades y Cofradías.

El cartel es la apertura, el comienzo, por eso hay que darle la importancia que se merece (no es que no se le esté dando en el presente), pero todo tiene que evolucionar y cambiar, no quedarse estancado.
Este debe de recoger y simbolizar la esencia de una cultura, los sentimientos de los cofrades, el algor de un pueblo y la fe de la ciudad que lo enmarca y por supuesto transmitir un mensaje general y entendible a golpe de vista para todas las personas que lo miren (tanto admiradores, como detractores de nuestra S.S.).

Todo tiene su lado positivo y negativo, por lo que comenzaré realizando un breve descripción comparativa entre fotografía y pintura, así como la mezcla de las dos:

- Fotografía: recoge un momento visualizado por el ojo humano y un objetivo. con ella se nos limita a recoger la historia de lo que se ve.
- Pintura: recoge un momento determinado, a través del ojo humano, la imaginación y la virtuosidad de las manos de un artista. En este campo de las artes se puede recoger historia, sentimientos, y detalles minimalistas incluidos por el pintor.
- Montaje (foto-pintura): en caso de que se mezclen ambas cosas hay que tener mucho cuidado. La pericia del artista estriba en la complejidad de su elaboración, pudiendo resultar algo hermoso donde se plasmen los sentimientos y la historia del momento; o resultar algo escueto que se vea como un simple montaje que puede realizar cualquier persona.
Tanto la fotografía como la pintura son un arte, para mí, amante de las dos, tengo que reconocer que la pintura requiere de una mayor elaboración y trabajo.

Es verdad, que un cuadro debe de ser muy bueno para que resulte hermoso, pero en él se pueden recoger todos los detalles que quiera incluir el artista, lo mismo que una foto debe ser muy buena para que plasme un momento determinado de toda un secuencia, aunque en ella no se puede incluir ningún detalle ajeno a lo que se ve.

En pleno siglo XXI tenemos que avanzar y posiblemente incluir algunas mejoras en nuestra tradición, pero sin perder la línea y la trayectoria de nuestra Semana Santa, ya que tenemos que seguir transmitiendo historia, cultura y tradición, tres palabras que son emblema de nuestro sello de identidad.
Por eso mismo, debemos ser exigentes, conservadores, y abrir nuestra mente a nuevos campos pero sin salirnos del camino recorrido hasta ahora. No debemos conformarnos con la mera composición de un cristo, un primer plano, siempre que sea el titular de la Hermandad el que salga en los carteles, etc.

Os dejo una selección de pinturas sobre diferentes imágenes de nuestra Semana Santa, para imaginarnos como puede ser ese cartel que muchos tenemos en la retirna de nuestra imaginación.
SMCE.

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