Tras la visita anual el Día de Todos Los Santos al cementerio de mi pueblo, vienen a mi memoria imágenes y recuerdos de mi niñez. Los cipr...

Atardeceres eternos

Tras la visita anual el Día de Todos Los Santos al cementerio de mi pueblo, vienen a mi memoria imágenes y recuerdos de mi niñez. Los cipreses inquietantes siguen apuntando al cielo a un lado del camino que se abre sobre la tierra calma. El camposanto no estaba lejos del pueblo y la visita, zafado de los mayores, se convertía en un recorrido tan curioso como sobrecogido entre las lápidas y los panteones buscando apellidos familiares, la sorprendente mortandad de tantos niños, las fotos kistch de algunos nichos... No ha pasado tanto tiempo de todo aquello pero las costumbres sí han caminado por otras sendas alejándonos de lo que un día fuimos. Los niños de hoy han hecho suya esa fiesta horterona e importada que antes sólo veíamos en las películas. Parece que ha llegado para quedarse, formando parte de esas costumbres prestadas que nos alejan de la verdad,de la vida y la muerte. Nuevas costumbres que muchas veces no hay mas remedio que aceptar cuando a los hijos los tienes en el colegio. Nos es un hecho casual. Así nos va.

SMCE

Fotos SCME

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