Vida

Cada persona que conoces, cada palabra que te dicen, cada beso que te dan, cada abrazo y cada silencio entra a formar parte de ti. La vida se trata de eso, de juntar momentos pero sobre todo de seguir sorprendiéndose con lo que te regala. El día en que dejas de tener ilusiones empiezas a envejecer. Por eso me declaro rotundamente emprendedor. Soy una emprendedor emocional, pongo el alma en lo que empiezo como si fuera mi mejor proyecto. Hay que destruir para construir pero no utilices los escombros para edificar encima porque volverás a sentirte inestable. Destruye, limpia y construye. Emprende, viaja, vuela, juega…y baja, sin miedo, que no pasa nada, porque hay que bajar para volver a subir. Pero sobre todo siente, acaricia esa sensación de tener una nueva oportunidad, que cada día viene sin estrenar…y es sólo para ti.

Anochecer en Cuenca, Foto SMCE