Sol, arena y mar. Son los elementos que hacen a las playas de Huelva un paraíso para el turismo, aunque es obligado reconocer que lo mismo ...

Un mar de arena y sol

Sol, arena y mar. Son los elementos que hacen a las playas de Huelva un paraíso para el turismo, aunque es obligado reconocer que lo mismo sucede con otras playas en otros lugares, algunos de ellos no demasiado lejanos.

Claro que en pocos sitios, el Sol brilla tanto y durante tantos días como en Huelva. Ni la arena es tan fina y pura como la de las costa onubense. Ni el mas es tan limpio y amable.

Porque más allá de su luz, su arena y su mar, las playas de Huelva esconden otro tesoro natural. Doradas dunas, verdes pinares y azules marismas se extienden a su alrededor. Su flora y su fauna son una invitación para el turismo ecológico.

Y que contar del goce del chiringuito y el tapeo en esta tierra...

Aunque los expertos rara vez miran más allá del plato y la presentación, para el turista gastronómico tan importante puede ser lo que come y lo que bebe, como el lugar donde lo hace.

Porque no se disfruta igual el mismo menú en un abarrotado salón que en un establecimiento desahogado de clientes y al pie de la mismísima playa. O a la lumbre, si se trata del invierno, de uno de esos fuegos serranos con aroma a leña y solera. En este sentido,

Huelva ofrece a sus visitantes una interminable lista de bares y restaurantes de todos los tipos y formas imaginables, desde el refrescante chiringuito playero, al más sofisticado de los comedores, pasando por la tasca escondida con todo su encanto y romanticismo.



Fotos SMCE

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