(Detalle de la procesión de Nuestra Señora de la Soledad de Burgos)
Esta bien viajar y conocer nuevos lugares, poder descubrir nuevas culturas y formas muy distintas de entender un simple hecho. No hace falta salir de nuestra España para encontrar pensamientos y reflexiones muy dispares a las nuestras.
El pasado viernes, conversaba con un amigo sobre la manera en que cada pueblo, tiene su forma de ser y de diferenciarse del resto. No es ninguna locura, puesto que cuando uno sale de su nido, verdaderamente es cuando descubre mil formas distintas de ver la vida. Siempre han existidos tópicos sobre los gentilicios, aunque probablemente algo de razón si que lleven, tampoco me gusta generalizar. Un tema que podemos extrapolar al mundo de la Semana Santa y sus celebraciones.
Normalmente las personas que conviven en círculos menores a 10000 personas tienden a pensar de la misma forma, sin posibilidad de contrastar absolutamente nada, el círculo cada vez se vuelve más vicioso y acaban por comer sus propias rimas y leyendas. Y así de abuelos a nietos ininterrumpidamente.
Lo que a mí sí me parece un verdadero atraso es encerrarnos en la tozudez y utilizar la socorrida frase de “es que esto ha sido así siempre”. Casualmente son las mentes que más abiertas pregonan ser. Creo firmemente en mejorar las bases establecidas en la longevidad del tiempo. Siempre podemos crecer conservando la esencia que hace distinto a algo concreto.
Lo más seguro es que si nos basamos en argumentos fuertes y coherentes, el desconocimiento acabará por mofarse extendidamente, pero no se preocupen, la miel no se hizo para la boca del asno, tampoco sería justo tratar a todos como ovejas en función de su desconocimiento.
Está claro que no podemos cambiar de la noche a la mañana, y que por su puesto, hay que defender el origen y la célula madre de las cosas. Si vamos a identificarnos como mentes abiertas, lo primero que tenemos que hacer es empaparnos de cultura, tenemos que preocuparnos por ser mentes vivas e indagadoras del saber, tenemos que ser capaces de crear una opinión propia objetiva.
Nunca quise actuar como un burro, me niego a creer todo aquello que subjetivamente, mi entorno implantó en mí sin contrastar. Todo puede mejorarse, simplemente hay que ser abiertos y tener algo de autocrítica en las venas.
Sobre ser críticos hablaré otro día, que también podemos sumarlo con la sensatez, porque algo sea mío, no tiene que ser lo mejor. Siendo sensatos podemos crecer mucho.
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