En este universo de mediocridades conviven demasiadas cosas fuera de lugar que se aceptan como buenas, a veces. incluso, como excelsas.

En el mundo #cofrade a veces pasa lo mismo, con muy poco se llega a lo más alto porque los criterios valorativos existentes y quienes se encargan de dilucidar la idoneidad de los mismos, tampoco son altamente considerados y no están sujetos a ninguna especial significación.

Así nos luce el pelo.

SMCE

La frase no es mía es del gran Jacinto Benavente.

Algunas personas nos dejan pero no por ello las olvidamos, siempre los tendremos presentes en nuestro corazón y mente.

Es cierto que hay una Semana Santa que no vemos. Es cierta la costumbre que poseían algunas cofradías de llevar las flores de los pasos a los hermanos fallecidos.

Esas flores, que habían adornado a las Vírgenes y Cristos en la procesión, eran un pedacito de gloria al que podían aspirar quienes desde sus talleres habían destinado tanto esfuerzo al engrandecimiento del patrimonio de sus titulares o aquellos que dedicaron su tiempo a ofrecer lo mejor que tenían a su cofradía.

 La tradición sigue vigente aún en muchas hermandades, que tras la Semana Santa ofrendan las flores de los pasos a los familiares de los hermanos fallecidos en el año, como homenaje a la memoria de los hermanos difuntos.

SMCE

La semana santa como manifestación religiosa nos viene en sus formas heredada del pasado pero con el paso de los siglos ha ido evolucionando, transformándose y adaptándose a los nuevos tiempos, como la sociedad que la hace posible que no es la misma de hace trescientos años. Sin embargo lo maravilloso de nuestra celebración es que en momentos puntuales podemos encontrar en nuestra retina un momento, una imagen que nos retrotrae al pasado, como una especie de viaje en el túnel del tiempo, al menos a mí me lo parece. Sirva de ejemplo gráfico a lo que estoy comentando la foto que ilustra la cabecera, se trata de la trasera del paso de Nuestra Señora de los Dolores de la Hermandad de la Veracruz de la localidad sevillana de Villanueva del Ariscal en su procesión del viernes de dolores de este año 2022 y comparen salvando las distancias con algunas pinturas del artista francés del siglo XVII Georges de la Tour, parece increíble pero las semejanzas son más que las diferencias.

ALFONSO GARCÍA GARCÍA

La semana santa de cada lugar hay que cuidarla para conservarla tal y como ha llegado a nuestros días, la herencia recibida por nuestros mayores y antepasados hay que procurar que se transmita de generación en generación de manera auténtica sin interferencias ni influencias de otros sitios que puedan desvirtuar la esencia del legado que tenemos en la actualidad. Para conseguir esto hay que preparar a las nuevas generaciones desde la infancia y de esa manera nos aseguramos qué el futuro de nuestra semana santa esté asegurado y que sea reconocible con el paso del tiempo. Buen ejemplo de lo que es preparar a los jóvenes cofrades desde la más tierna infancia, como semillero de la celebración religiosa es lo que se hace en algunas localidades de la campiña cordobesa como Puente Genil, La Rambla, Montilla, Aguilar de la Frontera y Lucena con la realización de la “semana santa chiquita” que es una verdadera escuela cofrade para los niños y jóvenes donde se aprende a sentir y vivir las tradiciones heredadas aunque haya algunos que puedan calificarlo como “jugar a los pasitos” nada más lejos de la realidad, la mayoría de los participantes en estas celebraciones acabaran siendo buenos cofrades, amantes de sus hermandades y devotos de sus imágenes titulares.

TEXTO Y FOTOS ALFONSO GARCÍA GARCÍA

Ayer se produjo el traslado de las imágenes titulares de la Hermandad del Cristo de Burgos de Sevilla desde su casa-hermandad hasta la iglesia parroquial de San Pedro que es su sede canónica después de haber estado varios meses el templo cerrado por obras. Al llegar al lugar para presenciar la salida del solemne traslado pude apreciar que las farolas más próximas a la puerta se encontraban tapadas con unas telas, sin duda para tamizar el impacto lumínico de las mismas y así crear un ambiente de mayor recogimiento que se vio acentuado por el silencio del público asistente. Sin duda estos pequeños detalles son los que hacen diferente a Sevilla de otros lugares cuando se trata de crear la atmósfera más adecuada a las imágenes sagradas en la calle.

Sirva de contraste las fotos que acompaño, unas donde se aprecia el efecto de las farolas tapadas y otras donde no se encuentran ensombrecidas.

ALFONSO GARCÍA GARCÍA

La cuaresma todo el mundo sabe cuando empieza y cuando termina, en este año el 2 de marzo será miércoles de ceniza y marcará el inicio de tan ansiado periodo máxime cuando llevamos dos años sin procesiones de semana santa. Quizás sea por esta razón que puedo afirmar que este año la pre-cuaresma se ha adelantado, cuando todavía falta un mes la ciudad de Sevilla ya respira esa atmósfera que presagia los días grandes de la semana mayor, favorecida por la bonanza climatológica de estos primeros días de Febrero que parecen primaverales o será por la luz, ya se notan los días más largos, lo cierto es que después de la travesía del desierto de “covid” se vislumbra un futuro más prometedor donde parece que este año si habrá cofradías en la calle y eso lo nota y percibe la ciudad que se echa a la calle para presenciar los actos programados por las hermandades.

Hace unos días fue el Vía Crucis del Cristo de la Buena Muerte, la calle estaba abarrotada de público, en los escaparates ya tenemos los carteles de se hacen cinturones de esparto, capirotes, túnicas de nazareno. El calendario de ensayos de costaleros ya ha empezado, las exposiciones de Círculo de Pasión ya están en marcha, ya se anuncian conciertos y exaltaciones de la saeta, ya se palpa en el ambiente que la ciudad tiene ganas, seguramente más que nunca, en las veneraciones hay más presencia de gente de lo habitual, los cultos de quinarios o triduos poco a poco van proliferando en número hasta incrementarse de manera notable, eso sin duda marcará el termómetro de cómo se encuentra la ciudad expectante de volver a vivir y sentir nuestras tradiciones después de dos años de soledad y vacío.

Dice el dicho que una imagen vale más que mil palabras, pues sirvan estas fotografías realizadas en estos primeros días de febrero como muestra de todo lo anteriormente hablado y sentido.

ALFONSO GARCÍA GARCÍA