Parece que las cofradías ya no son las hijas un poco díscolas de la Iglesia. Hubo un tiempo que las tuvieron, a ellas y a los cofrades, co...

Hijas de la Iglesia

Parece que las cofradías ya no son las hijas un poco díscolas de la Iglesia. Hubo un tiempo que las tuvieron, a ellas y a los cofrades, como parientes retirados que compartían quizá una fe, pero lo hacían tan a su forma, pendientes sobre todo de las manifestaciones externas y de los pasos en la calle, que algunos pensaban que sólo querían mover a las imágenes sagradas sobre un paso. Los muy maliciosos hasta contaban que la gente salía de los besamanos cuando empezaban las misas y volvían a entrar luego en masa, como si las hermandades no fuesen más que una afición que no se manifestase en la liturgia, el culto y los sacramentos.

Todo eso se diluye en estos últimos tiempos en los que se ve como las cofradías participan cada vez mas en la actividad parroquial y atienden las necesidades que les demanda el Consiliario de su Parroquia. No hay mas que ver los numerosos grupos de confirmación que se han formado en el seno de varias Hermandades.

Ya lo sabe el cura de turno, que lo pida, y lo harán si él lo reclama. Las cofradías se llenarán de cofrades que quieran formarse y lo hagan, y conozcan la fe que profesan. Al menos esas son las palabras del nuevo presidente de la Junta de Hermandades que confiesa que una de sus intenciones es atraer mas cofrades a las Parroquias. Que sería de muchas Parroquias sin sus hermandades hoy en día... Le deseo toda la suerte del mundo.

SMCE



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